El interés nacional en las relaciones con EE.UU. y China
Las desafortunadas e impropias declaraciones del embajador designado por el presidente Trump en la Argentina Peter Lamelas en el hearing de aprobación de su nombramiento por parte del Senado de EE
Las desafortunadas e impropias declaraciones del embajador designado por el presidente Trump en la Argentina Peter Lamelas en el hearing de aprobación de su nombramiento por parte del Senado de EE.UU. ponen de relieve -en un escenario internacional de constantes cambios- la importancia de procurar un enfoque equilibrado de nuestra política exterior, en particular respecto de nuestras relaciones con EE.UU. y China, tarea diplomática que es motivo de análisis profundo y pormenorizado por parte de las actuales autoridades nacionales. La Argentina es parte de Occidente; es muy importante mantener una excelente relación bilateral con EE.UU., con los Estados miembros del Mercosur y Estados miembros de la Alianza del Pacífico. Teniendo presente esta premisa, se deben fortalecer los lazos con EE.UU. y con China, aprovechando nuestra posición geográfica y nuestros recursos naturales y humanos e identificando las áreas más convenientes para atraer inversiones en infraestructura, tecnología, agricultura, energía y desarrollo sustentable, sin comprometer nuestra soberanía ni la autonomía de las provincias, principio fundamental del federalismo argentino establecido en nuestra Constitución nacional.
La relación bilateral con China ofrece favorables perspectivas para el desarrollo argentino en diferentes campos, por lo que debemos profundizar los aspectos que sean beneficiosos para nuestro país. Desde su establecimiento en 1972 se ha experimentado un fortalecimiento significativo de las relaciones bilaterales en las últimas décadas, especialmente en los ámbitos comercial y de inversiones. Sin perjuicio de la importancia del swap chino como herramienta financiera que permite al Banco Central argentino reducir la presión sobre las reservas de dólares, China es un importantísimo socio comercial y destino clave para las exportaciones argentinas, con inversiones en sectores como energía, infraestructura y minería. Tomando debida nota de su sistema autoritario se deben procurar inversiones que incluyan mano de obra e insumos argentinos y acuerdos con empresas argentinas, que no se reduzcan a créditos blandos y no se acuerden como contrapartida recursos naturales como garantía de préstamos e inversiones.
EE.UU. despliega una agenda desagregada para cada subregión latinoamericana e inclusive para cada país. La Argentina y EE.UU. establecieron relaciones diplomáticas en 1823; a la luz de los históricos lazos de amistad y cooperación, los intereses compartidos en paz y seguridad, ciencia y tecnología, educación y cultura, comercio, usos pacíficos de la energía nuclear, medio ambiente, biotecnología, las importantes inversiones norteamericanas en la Argentina, la presencia de numerosas y reconocidas empresas, las excelentes oportunidades que brindan sus universidades e instituciones académicas, una vez superado el énfasis en nuestras necesidades financieras se debería ir más allá de los temas de seguridad y defensa (que son muy importantes), para focalizarnos en una agenda más propositiva y ambiciosa. Los instrumentos bilaterales existen; por mencionar solo algunos: el Acuerdo sobre Comercio e Inversiones, el de Cooperación en Ciencia y Tecnología, de Asistencia Judicial Mutua en Materia Penal, de Intercambio de Información Fiscal, sobre Formación Profesional, Cooperación en Educación y Cultura, el Entendimiento Marco para un Diálogo Estratégico de Alto Nivel de junio 2024. Eso, en un contexto de creciente acercamiento entre ambos gobiernos que posibilitó el anuncio argentino de que se iniciará el proceso para que la Argentina reingrese al Programa de Exención de Visa y teniendo presente que existe la intención de avanzar en un TLC bilateral, lo que podría reconfigurar las relaciones económicas entre ambos países.
Es esencial una política exterior proactiva, estratégica y equilibrada , con una postura firme de defensa de nuestra soberanía e intereses nacionales y que se manifieste independiente de presiones externas, evitando que se convierta a la Argentina en una víctima más de la bipolaridad en el orden internacional.
Miembro del Servicio Exterior de la Nación, exembajador en Nigeria y Filipinas, ex E/N en Canadá, fellow del International Visitor Leadership Program del Departamento de Estado de EE.UU.