Sobre el temor al comunismo
Sobre el temor al comunismo
Señor Director:
En su columna de ayer "Por qué temer al comunismo", el profesor Joaquín Fermandois ha expresado lúcidamente los riesgos de asumir hoy una actitud desaprensiva respecto de lo que representa el proyecto comunista para la vida en libertad
Sobre el temor al comunismo
Señor Director:
En su columna de ayer "Por qué temer al comunismo", el profesor Joaquín Fermandois ha expresado lúcidamente los riesgos de asumir hoy una actitud desaprensiva respecto de lo que representa el proyecto comunista para la vida en libertad.
El punto de partida de su advertencia es la experiencia histórica. No se trata de una discusión sobre las ideas de Marx, asunto enteramente legítimo, sino sobre el balance concreto de la promesa emancipadora surgida en Rusia en 1917, y que dio lugar a un experimento totalitario -la dictadura en nombre del proletariado-, que, en materia de avasallamiento de los seres humanos, está a la par del nazismo.
Se ha dicho que la pugna comunismo/anticomunismo corresponde a otro tiempo, que la Guerra Fría quedó atrás, que no hay nada que temer. Pero, ahí está la dictadura cubana desde hace 66 años, lo que, por lo demás, nos toca directamente: muchas de las desgracias de Chile, antes y después de 1973, se relacionan con los afanes de Fidel Castro por imponer acá un régimen como el de Cuba.
El profesor Fermandois sostiene que "los excomunistas han constituido un extraordinario aporte civilizatorio en el mundo cultural y también en la política a lo largo del siglo XX, lo que todavía resuena en el XXI".
Ello obliga a recordar a Arthur Koestler, Ignacio Silone, Jorge Semprún, Leopold Trepper, Howard Fast y otros, como también a quienes enfrentaron a las dictaduras comunistas, como Alexander Solzhenitsin y Andréi Sájarov en la antigua URSS, Lech Walesa en Polonia, Vaclav Havel en la antigua Checoslovaquia, o el democratacristiano cubano Oswaldo Payá, asesinado en 2012.
Nadie imaginaba que la cuestión comunista iba a estar en el centro de los debates de la campaña presidencial, tampoco Boric probablemente, pero ese es el hecho. Parece una forma de anacronismo, pero no queda sino encararla. Al final, se trata de la discusión sobre cómo evitar que nuestras libertades corran nuevos riesgos, como los de 2019, por ejemplo.
Tenemos que conjurar cualquier amenaza autoritaria. Los candidatos presidenciales deben comprometerse a ser leales con la democracia en cualquier circunstancia.
Sergio Muñoz Riveros