Jueves, 14 de Agosto de 2025

Cae la noche tropical, la obra argentina que llega a Montevideo y funciona como refugio y resistencia

UruguayEl País, Uruguay 14 de agosto de 2025

Eugenia Guerty y Carolina Tejeda hablan de la obra que llega este sábado y domingo a El Galpón, se basa en la novela de Manuel Puig y se centra en dos octogenarias que chusmean la vida de su vecina.

Eugenia Guerty y Carolina Tejeda están sentadas en el vestíbulo de El Galpón, a pocos metros de la sala donde actuarán este fin de semana. Guerty revuelve una pequeña valija de mano en busca de un par de zapatos, mientras Tejeda, ya pronta, abre un paquete de galletitas saladas y toma mate en una de las mesas. Se mueven, se hablan y responden con la cotidianidad que solo da el tiempo compartido. La escena parece directamente salida de Cae la noche tropical, la obra que presentarán este sábado y domingo en el marco de El Galpón Internacional (entradas en Redtickets).

La obra se basa en la octava y última novela del argentino Manuel Puig, autor de El beso de la mujer araña, cuya nueva adaptación cinematográfica con Jennifer López y Diego Luna se filmó en parte en Montevideo. Guerty y Tejeda, con varios años de tablas y sets de filmación encima, aprovecharon los días de promoción para pasear: fueron a ver Tierra de Sergio Blanco y se quedaron con ganas de más, pero la familia y el trabajo las reclamaban en Buenos Aires. Tenían que llegar directo a actuar.


En charla con El País, las actrices argentinas se interrumpen, completan frases y se retroalimentan, y en pocos minutos puede terminar hablando de microplásticos o neurociencia. Quizá sea porque en Cae la noche tropical se van rotando los personajes, quizá por la camaradería o quizás porque a Guerty, confiesa, le gusta improvisar.

Para Tejeda, actriz de cine (Por tu culpa, El año del león) y teatro, y fundadora de la compañía Boca de Gallo, este será su debut en Uruguay. Guerty, en cambio, tiene otro vínculo con el país: está casada con un uruguayo y acostumbrada a consumir medios y artistas locales. "Mi casa es como una embajada de Uruguay", resume la que estuvo en Videomatch, en las tiras Padre coraje y Aliados, y en las películas Granizo y No me rompan.


Están contentas por la repercusión que ha tenido la puesta, que en Argentina va en el teatro Hasta Trilce. "El público nos acompaña, y estamos ahí desde hace tiempo, lo que es un placer", agrega Tejeda.

Entienden que instalar una obra en este momento, en su país, parece más difícil que nunca. La mirada mercantilista no permite funciones con poco público y, tras dos fines de semana magros en cartel, muchas se levantan. "Esa lógica se impuso", dice Tejeda. "En Buenos Aires antes había permanencia; de un tiempo a esta parte, se instaló eso de hacer tres o cinco funciones y listo".

"Yo no sirvo para eso", acota Guerty. "Soy una persona lenta, tortuga en el horóscopo. En el sentido de que necesito un tiempo de aprendizaje: tengo una primera fase rápida y otra más lenta, a la que me gusta dedicarle tiempo. La mayoría de las obras que hice o hago, al año siento que están bien".

https://www.youtube.com/watch?v=cWszCgHTSyk
En la trama, Guerty es una de las hermanas octogenarias (junto a Leonor Manso, también directora de la obra) que viven en Río de Janeiro y que, entre recuerdos, chusmean sobre la vecina Silvia, personaje que interpreta Tejeda. En estos años, los roles que encarnan han cambiado; ahora se reparten tres personajes entre cuatro actrices, "y eso le dio una entidad al proyecto que tiene que ver con quiénes somos", dice Tejeda.

"La gente viene y entra en un relato amoroso, de respiración baja, de unas abuelas de 80 años en los años 80", describe Guerty. "Hay algo de volver a un momento en el que estábamos menos acelerados. Y no es material solo para gente mayor: sorprende que vengan madres con sus hijos y lo disfruten porque ven algo de sus propias abuelas. Es una obra muy divertida, con mucho humor, gracias a estas viejas pícaras y los periplos amorosos de la vecina".

Ambas coinciden en que es un texto popular, "de acceso fácil" y "que nunca te deja afuera". Y eso, dicen, "el público lo agradece".


La obra está ambientada en los años ochenta, en un mundo que se parece muy poco al actual.
Tejeda: Es un mundo completamente distinto. Hay algo del tiempo también, que nos lo están queriendo sacar: el tiempo para contemplar, para vincularse. No es lo mismo vincularse que mandar cuatro mensajes de texto. Ahora todo está para que el tiempo se escurra más rápido. Entonces, recuperemos eso, tiremos un poquito del hilito hacia otro estado, como podamos, en este mundo que no sabemos muy bien hacia dónde va.
Guerty: Y hacia dónde va no parece muy copado, porque el único denominador común parece ser la ambición. Por eso, sentarnos a reconectar con la esencia de la vida, los vínculos y el amor está bueno.
Tejeda: Eso es lo lindo de la obra: poner en el tapete los dolores, sacar la risa de ellos, y ofrecer una mano. La gente está necesitando eso.

¿Cómo ven la situación del teatro en Argentina?
Guerty: Difícil. Buenos Aires y Argentina están en un momento muy oscuro. Es un estado irascible. Espacios como el teatro, donde nos juntemos, van a ser clave para sanar y recuperarnos, porque nos merecemos otra cosa.

En tiempos así, ¿el arte se convierte en un acto de resistencia?
Guerty: Sí. Ahora están desarmando el Instituto Nacional del Teatro, que es el corazón del teatro en Argentina. Posibilita la circulación de obras por todo el país.
Tejeda: En las movilizaciones por el Instituto, escuché a un señor decir "agarrá la pala". Gente que vive en calle Santa Fe. personas que no agarraron una pala en su vida.
Guerty: Estamos un poco perdidos y confundidos, y parece que hay una intención de mantenernos así.

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