Además, el síndico le pidió a la Justicia que intime a la mujer a entregar una camioneta que, dice, tiene en su poder, pero es parte del activo de Bamidal S.A
El síndico encargado de relevar los bienes de Bamidal S.A. -una de las empresas de Conexión Ganadera-,
Alfredo Ciavattone, presentó a la Justicia los números del frigorífico de ovinos que era propiedad, en un 96%, de
Gustavo Basso. Su hija,
Agustina Basso, y su yerno
Alfredo Rava se presentaron en el expediente, como otras decenas de personas y empresas, a denunciar que Bamidal tenía una deuda con ellos. La pareja denunció que le había prestado US$ 30 mil al frigorífico, pero Ciavattone rechazó sumarlos como acreedores.
Indicó que luego de haber analizado los documentos, a su entender, "no surge acreditada la causa del crédito", motivo por el cual, de momento, no puede darlo por verificado. Esto significaría aceptarlo.
A su vez, Ciavattone le pidió al juez que intime a Agustina Basso a entregar una camioneta que "está en su poder" y que "según información proporcionada" también forma parte del activo de Bamidal. Se trata de una camioneta marca Toyota tipo 4x4 del año 2022.
El documento presentado por el síndico informa que el frigorífico tiene aproximadamente US$ 8.643.009 en activos (57.401.220 unidades reajustables). La gran mayoría se compone en dos partes. Una es la planta industrial dedicada a la faena de ovinos (contando el terreno, el inmueble, la maquinaria, etc), que Bavastro tasó en U$S 3.986.600. La segunda parte es una cuenta a cobrar de "Capital Trade importacao e exportacao Ltda.". Según surge del balance, el monto es U$S 4.093.207.
A su vez, Bamidal le debe a cerca de 70 personas o entidades. El pasivo total es de US$ 4.085.173. Entre los acreedores que la Sindicatura sí verificó están instituciones estatales, dos bancos privados, una cadena de supermercados y uno de los frigoríficos vinculados a Conexión Ganadera que está siendo indagado por el fiscal Enrique Rodríguez.
Las instituciones estatales que demostraron que Bamidal les debía dinero son el
Banco de Previsión Social (BPS), la
Dirección General Impositiva (DGI) y el
Banco de Seguros del Estado (BSE). Al primero se le adeuda $ 9.619.006 por distintos conceptos, entre los que están aportes patronales, aportes a los trabajadores, timbres profesionales y multas y recargos devengados. La segunda deberá cobrar $ 6.865.571 por impuestos declarados de declaraciones juradas y multas y recargos.
Por último, por la póliza por accidentes de trabajo y multas y recargos, el BSE tiene a favor una deuda de $ 1.176.641.
Por otra parte, se le verificaron créditos a favor al
banco HSBC y al
banco Santander. Al primero se le adeuda US$ 2.046.329 producto de "contratos de préstamo y factoring". Estos se hicieron contra una hipoteca respecto de una propiedad de Bamidal. Con el segundo banco, la deuda es mucho menor. En pesos uruguayos, se le debe 398.378, también por haberse pedido un préstamo que no se pagó.
Entre los acreedores, también se encuentran la cadena de
supermercados El Dorado, al que le deben $ 62.280 y el
Secretariado Uruguayo de la Lana, al que se le verificó un crédito por $ 135.359. Respecto del primero, el concepto fue venta de mercadería y del segundo "certificaciones de majada" (conjunto de ovejas).
Al
frigorífico Casa Blanca se le corroboró un crédito por $ 884.375 por "servicios prestados para faenar" en su planta. El vínculo entre el frigorífico y Conexión Ganadera es indagado por el fiscal del caso,
Enrique Rodríguez. Casa Blanca tenía una deuda de 27,7 millones de dólares con la empresa de Basso y
Pablo Carrasco y, pese a eso, la relación comercial nunca se rompió. Les seguían enviando animales para faenar. En la audiencia de imputación de Carrasco, el fiscal anunció que le tomaría declaración en calidad de indagado al titular del frigorífico.