Liberalismo en Economía
Roberto Alfonso Azcona | Montevideo
@|Estatismo en el Gobierno
Roberto Alfonso Azcona | Montevideo
@|Estatismo en el Gobierno.
El reciente anuncio del Ministerio de Economía, que promete reducir en 20 millones de dólares los costos del comercio exterior, expone una contradicción que no puede pasarse por alto. Mientras el Frente Amplio insiste en recorrer el camino del estatismo, con más controles, más impuestos y más aparato burocrático, el Ministro de Economía se anima a presentar medidas de corte liberal, menos trabas, menos tasas absurdas, más eficiencia.
¿En qué quedamos? ¿Somos un país que quiere competir en libertad, o un país que se encierra en la cueva del proteccionismo y el gasto desenfrenado? Las medidas anunciadas son, sin duda, un paso en la dirección correcta: aligerar el peso muerto de la burocracia y dejar respirar a quienes producen y comercian, pero la maldad del análisis está en la contradicción que revela, un Ministro que se mueve hacia el liberalismo y un gobierno que se ahoga en su propia ideología estatista.
Tarde o temprano, estas dos líneas chocarán, porque no se puede predicar eficiencia y a la vez sostener un Estado elefantiásico; no se puede hablar de competitividad mientras se multiplican los impuestos y se defienden privilegios sindicales; no se puede avanzar en libertad económica y al mismo tiempo rendir culto al estatismo de los años setenta.
La improvisación queda al desnudo, un gobierno que anuncia desburocratización un día, y al siguiente festeja la creación de nuevas regulaciones, impuestos o empresas públicas deficitarias, no es un plan, es un parche; no es estrategia, es contradicción.
El liberalismo de estos anuncios es bienvenido, pero no basta con limpiar un poco la superficie cuando el resto del aparato gubernamental sigue embarrado en viejas recetas. Uruguay no necesita un doble discurso, necesita coherencia, reglas claras y un rumbo definido hacia la libertad, porque si el Ministro avanza y el gobierno retrocede, lo único seguro es el choque, y como siempre: "Cuando el gobierno improvisa, el pueblo paga".