Martes, 26 de Agosto de 2025

El atributo personal del balance fiscal

ChileEl Mercurio, Chile 26 de agosto de 2025

Interpretar la relevancia que ha tenido el exministro Mario Marcel en la construcción de las instituciones económicas del país desde el retorno a la democracia, me lleva primero a identificar una omisión de perspectiva de una de las teorías económicas más ampliamente aceptadas hoy por hoy: la neoinstitucional

Interpretar la relevancia que ha tenido el exministro Mario Marcel en la construcción de las instituciones económicas del país desde el retorno a la democracia, me lleva primero a identificar una omisión de perspectiva de una de las teorías económicas más ampliamente aceptadas hoy por hoy: la neoinstitucional.
Por una parte, existe una adherencia general al paradigma de los laureados economistas Acemouglu, Robinson y Johnson sobre la importancia fundamental que tiene la calidad de las instituciones económicas y políticas para explicar el desempeño económico de largo plazo de los países. Por otra, dicha teoría invisibiliza la relevancia de los actores clave que contribuyen en la construcción de esas instituciones. La teoría solo pone foco en las instituciones o en la opción institucional adoptada, ignorando a los actores que aportaron en la construcción de dichas instituciones. También invisibiliza la relevancia que pueden tener ciertos atributos intangibles y reputacionales que acarrean dichos actores en el proceso de construcción de dichas instituciones, o al momento de implementarlas. Creo que esta omisión o falta de perspectiva de la teoría neoinstitucional, en el caso del exministro Marcel, se hace muy evidente.
Creo que es insuficiente aceptar lo importante de implementar y sostener instituciones económicas y políticas inclusivas, tal que acerquen los frutos del esfuerzo a quienes lo realizan, y que se promueva la inversión en el largo plazo. Tampoco parece suficiente aceptar que algunos países "escogen" transitar por la vereda de las instituciones inclusivas, y otros, aparentemente más irracionales, optaran por tener instituciones más extractivas. Los actores que conducen los procesos son relevantes en la toma de dichas decisiones y sus atributos personales hacen más fácil o difícil esas decisiones. El capital reputacional de los actores líderes se construye junto con las instituciones y esos atributos personales aportan en la construcción institucional.
Si de instituciones económicas inclusivas se trata, una de las instituciones que ha contribuido más fuertemente en robustecer la capacidad de implementar diversas instituciones crecientemente inclusivas desde el retorno a la democracia ha sido la construcción sistemática de la responsabilidad fiscal y poder fortalecer en los hechos nuestras finanzas públicas. La estabilización del endeudamiento fiscal lograda desde los 90 contribuyó sistemáticamente a mejorar el riesgo país y con ello, redujo las tasas de interés a las que el país, tanto el sector público como el privado, pudo acceder a financiamiento de sus proyectos de inversión, gasto y consumo desde 1990. Ello catapultó el PIB per cápita y permitió financiar políticas de gasto proequidad en temas tan variados como educación, salud, vejez, género o niñez, entre otros.
Si aceptamos la importancia de haber ido solidificando el principio de responsabilidad fiscal desde 1990 como un pilar para elaborar instituciones cada vez más inclusivas, parece incorrecto soslayar la relevancia que tuvieron los actores y sus atributos personales que fueron clave en la construcción de ese principio. Entre ellos, los economistas que desfilaron con el exministro Foxley (Marfán, Arellano, Marcel, etc.). El ahora exministro Marcel ha sido particularmente relevante. No solo porque formó parte y lideró la Dipres en los tiempos que se gestó la política del balance estructural, y por ello, siendo parte del equipo que materializó en una ley una política que fue desarrollada e implementada sistemáticamente desde 1990. Sino también porque le tocó aportar para la estabilidad financiera del país, desde el Banco Central en tiempos de alta incertidumbre, como fue durante la epidemia del covid.
El caso del exministro de Hacienda Mario Marcel refleja muy bien esa falta de completitud o cierta miopía que deriva del modelo neoinstitucionalista. Tal como su caso lo muestra, los atributos reputacionales intangibles de quienes los usan para ejercer liderazgo no son indiferentes al momento de construcción institucional. Los niveles de certeza y de confianza que provoca disponer de la reputación de los actores que la utilizan cuando ejercen liderazgo importan. Ello contribuye a reducir la fricción legislativa, disipa la incertidumbre y le evita al ciudadano común enfrentarse a los cambios legislativos con ansiedad o desconfianza.
La teoría neoinstitucional es casi perfecta. Le falta resaltar a los líderes del cambio institucional y sus intangibles reputacionales, que son otros actores a los que aludía el laureado Douglass North.
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