Homicida vivía en Mercedes a dos casas de su expareja y de sus hijos Alfonsina y Francisco; se los llevó a la fuerza y a toda velocidad evitó el cerco policial realizado por efectivos de Soriano, Río Negro y Paysandú.
Andrés Morosini y sus familiares están muy vinculados al mundo hípico de la ciudad de Mercedes (Soriano). Días antes de llevarse por la fuerza a sus dos hijos, intentó ahorcarse en un stud del hipódromo de Mercedes, ubicado a poca distancia de su casa. Lo salvaron sus compañeros.
Este miércoles, Morosini salió temprano a trabajar como peón de obra de una empresa de construcción de Soriano contratada para edificar unas viviendas en las afueras de la ciudad de Dolores.
Al desatarse un paro parcial decretado por el gremio de la construcción (Sunca), la obra se paralizó. Morosini se subió a su auto BYD, de color rojo, y regresó a Mercedes. Se dirigió hacia la vivienda de su expareja, Micaela Ramos. Ambos se conocían desde que eran niños, ya que sus familias viven a dos casas de distancia.
En la vivienda se encontraba Ramos y sus dos hijos, Alfonsina, de dos años, y Francisco, de seis. No trascendió si Morosini estaba armado. Sí se sabe que intimidó a su pareja y se llevó a los niños por la fuerza.
Tras cargar con sus dos hijos y colocarlos dentro del auto, Morosini salió a toda velocidad. Los investigadores policiales creen que el individuo salió del barrio Jardines del Hipódromo, tomó la ruta 21, luego continuó por la ruta 2 y cruzó el peaje.
A esa altura, la madre ya había hecho la denuncia policial y se activó un protocolo que abarcó cierres de rutas en Soriano, Río Negro y Paysandú. Una de las hipótesis manejadas por la Policía era que Morosini se había dirigido hacia la capital sanducera donde tenía familiares.
El auto BYD pasó el peaje denominado "Mercedes" de la ruta 2 a las 10:18 horas de este miércoles, luego continuó por la ruta 24 y antes de llegar a la ciudad de Nuevo Berlín giró en dirección al este por la ruta 20 hasta llegar a las cercanías del puente sobre el arroyo Don Esteban. Morosini salió de la ciudad de Mercedes antes de que se cerrara el cerco policial.
Los investigadores policiales sabían que Morosini pudo haber seguido varias direcciones. Pudo elegir la ruta 24 hacia Paysandú y luego la ruta 3 hacia Salto. Otra posibilidad analizada por la Policía apuntó a que Morosini se hubiera dirigido hacia el sur en dirección al Río Negro.
Con el pasar de las horas, los policías fueron recopilando información y comenzaron a identificar la ruta seguida por el hombre. Empezaron a investigar en el interior del departamento de Soriano tras comprobar que Morosini no había cruzado los límites.
En la mañana del jueves 4 apareció el primer indicio: una huella de un auto que circulaba por un camino de tierra paralelo a la ruta 20 y que terminaba en el arroyo Don Esteban.
Se trata de un arroyo de gran longitud y profundo. Como había llovido días antes, tenía profundidades superiores a los cinco metros. En general, según señalaron fuentes del caso a El País, la profundidad del cauce pluvial alcanza los tres metros.
Morosini conocía el lugar. Tiempo atrás había trabajado en la construcción del puente y sabía de sobra que el arroyo era profundo.
Cerca de las 12:00 horas de ayer, los policías de Soriano hicieron un rastrillaje en ambas orillas del arroyo Don Esteban. Tras sospechar que el auto podría estar bajo las aguas porque las huellas iban solo en dirección al arroyo, la Policía solicitó apoyo a efectivos de la Armada Nacional y de la Prefectura Nacional Naval.
La baja temperatura de las aguas y la fuerte corriente no facilitaron el trabajo de los buzos de la Armada. Luego de bucear durante unos 20 minutos, encontraron el auto de Morosini hundido a 70 metros del puente. Estaba a unos cinco metros de profundidad. Dentro del vehículo fueron hallados los cuerpos de Morosini y de sus dos pequeños hijos.
Mediante el auxilio de un tractor, el automóvil fue arrastrado hacia una de las orillas. Los tres cuerpos fueron trasladados en ambulancias hacia la ciudad de Young para realizarles autopsias.
"Lamentablemente, descubrimos que estábamos ante dos homicidios y un suicidio. Pusimos a las órdenes todas nuestras unidades de Soriano y de Río Negro. Si se suma al personal de la Guardia Republicana, más de 300 policías participaron en la búsqueda de Morosini y de sus dos hijos. Se cumplió con todos los protocolos y las medidas ordenadas por la fiscal (Paula) Goyeni", dijo un investigador policial a El País.
Los asesinatos de Alfonsina y Francisco se enmarcan en un caso de violencia vicaria, que implica ejercer violencia contra niños en el marco de un caso de violencia de género.
Este tipo de violencia tiene como objetivo, en general, dañar a la madre de los niños, a través de sus hijos. En la peor de las situaciones, la violencia termina en un asesinato, como fue este caso.
Violencia doméstica
El doble homicidio de los niños y el posterior suicidio tuvo un preámbulo violento. El lunes 1º, la expareja de Morosini lo denunció por un episodio de violencia. Poco después, la Justicia decretó para Morosini una medida judicial de no acercamiento a menos 50 metros de la madre de los dos chicos. Sin embargo, no existió una medida de restricción del individuo hacia sus hijos.
El primer incumplimiento de Morosini sucedió este miércoles cuando se acercó a su expareja para llevarse a los niños por la fuerza. El hombre no portaba tobillera electrónica, pese a que pesaba sobre él una medida judicial relacionada con violencia de género.
Según las fuentes, en Soriano hay tobilleras disponibles, pero no hubo ningún fallo que obligara a Morosini a portar una. Agregaron que una explicación posible es que el hombre planificó los homicidios de sus dos hijos y su suicidio antes de que se tramitaran las instancias judiciales en su contra.