El basquetbolista de 26 años contó cómo vivieron el torneo continental puertas adentro, sobre la buena química del plantel celeste, del estilo de juego que les da "libertad" y "el camino a seguir".
Uruguay le había ganado a Bahamas y asegurado su lugar en cuartos de final de la AmeriCup 2025, como segundo del "grupo de la muerte" luego de una victoria histórica sobre Estados Unidos. Pero el destino obstinado lo volvió a emparejar con los americanos por un lugar en semis, y esa vez no pudo repetir la gesta.
El plantel y toda la delegación ya estaba en el hotel de Managua mirando el partido de segunda hora entre Brasil y EE.UU., que como era el último de toda la fase de grupos definía los cruces. Y así lo recuerda Joaquín Rodríguez, una de las figuras celestes del torneo y también de los referentes que tiene esta joven selección de Uruguay, en entrevista con Ovación.
¿Dónde estabas cuando se definió el rival de cuartos (EE.UU.) y cómo reaccionaste o reaccionaron?
Estábamos en el hotel ya, todos. Y algunos estábamos en la piscina con Bruno (Fitipaldo), Santi Vescovi, el Cone (Marcelo, el profe) Bessio, el Emi Serres y alguno más, y terminamos de ver ahí el final de Brasil-Estados Unidos. Y bueno ta'. La realidad es que nosotros tampoco esperábamos elegir rival, ya sabíamos las probabilidades de que nos tocara Estados Unidos. Si ganaba por siete o más, porque Joaquín Núñez, el asistente, las había mandado al grupo. Y medio que Brasil entregó el partido al final, eligió rival, querían jugar con Dominicana.
Y las reacciones fueron entre risas decir "les tendremos que ganar de vuelta", aunque sabíamos que iba a ser durísimo. Pero más allá de la joda, por el momento que pasábamos de verdad creíamos que era posible.
¿Cómo prepararon ese segundo partido a diferencia del primero?
Tácticamente ajustamos algunas cositas individuales, más que nada de scouting del partido anterior contra ellos, sobre todo por donde nos habían castigado. Pero después fue más o menos el mismo plan de juego.
¿Y sobre la postura de ellos, qué cambió?
Fue otro Estados Unidos. Cuando empezó el partido nos marcaron la cancha, ya no tenían esa actitud como de que ir sobrados a jugar un partido más. Iban fuerte a la bola, iban a todos los rebotes ofensivos y se volvió un partido mucho más físico que el primero. Básicamente porque ellos entendían que nosotros realmente le podíamos ganar, y creo que eso es algo lindo. Yo eso lo valoro mucho porque sabés que te ganaste al respeto de esos jugadores que están a un nivel altísimo, algunos con mucha trayectoria. Creo era un roster interesante el que llevaron esta vez, muchos de Euroliga, otros con mucho tiempo en la NBA...
¿Y a nivel individual? Metiste 23 puntos el primer partido y 5 el segundo.
Sí, sí, también. Creo que ellos salieron a jugar muy al choque, y por ahí a Bruno y a mí nos trataron de bloquear bastante, no dejarnos recibir la bola. Defensivamente fueron otro equipo, ellos sabían que nosotros podíamos lastimarlos, incluso nos fuimos con siete puntos de ventaja al entretiempo.
Eso se dio por un par de técnicas consecutivas que derivó en cinco libres seguidos para Uruguay: ¿qué pasó ahí, ellos perdieron los estribos?
Se notaba que ellos no estaban cómodos porque el '5' de ellos le pega un topetazo al Nano Parodi, cosa que no es normal. Y eso es algo para valorar, haber puesto contra las cuerdas a un equipo de ese nivel creo que es algo muy meritorio.
¿Fue parte del balance general que hicieron en el vestuario?
El balance fue muy positivo y no solo por las victorias, sino por la manera de jugar. No es que decís: "Le gané a Estados Unidos, pero estaban re distraídos, yo qué sé". No, vos mirás el partido y nosotros hicimos un partidazo, estuvimos varios puntos abajo y no perdimos la cabeza, seguimos luchando juntos. Creo que lo más positivo es la manera en la que logramos jugar el torneo. Eso es resultado de un proceso de trabajo, de poner el equipo por delante, mucho mate y mucho truco. Yo soy muy partidario de todas esas cosas que unen, de pasar tiempo juntos, porque eso luego se traslada adentro de la cancha, se empiza a notar la confianza y nos sentimos más cómodos.
¿Cuál es tu balance individual después de tu segunda AmeriCup?
A mí me hace muy feliz venir a la selección, lo siento como mi casa. Y la AmeriCup pasada fue muy importante para mi carrera porque jugué muy bien los partidos con Canadá y Brasil, y a pesar de que perdimos yo tuve la oportunidad de irme a España, pasé a jugar para el Betis. Y es lo que hoy intento transmitir a los más chicos, que aprovechen la oportunidad porque estos torneos tienen mucha visibilidad, y además no son tantas las chances de jugar y medirnos contra selecciones como la de Estados Unidos. Entonces creo que hay que disfrutarlo a tope, solo el hecho de volver a jugar una AmeriCup me tenía muy contento y después con el desarrollo mucho más, obviamente.
¿Cómo te autodefinís como jugador? Tus virtudes y puntos más flacos.
Te diría que soy un jugador creativo, me gusta generar ventajas no solo para anotar yo, sino para mis compañeros. Creo que de chico he tenido como esa chipa, esa desfachatez, de ver cosas que por ahí otros no ven, encontrar espacios y ayudar ofensivamente a generar ventajas. Y con los años en el exterior me he desarrollado mucho a nivel defensivo, que por ahí era una falencia cuando era más joven. Hoy me siento un mejor defensor, he crecido mucho también físicamente, ha cambiado mi cuerpo y eso se nota. Y después el jugador trabaja día a día la técnica individual, el tiro, eso es una evolución constante.
¿Cómo te sienta el estilo de juego que adoptó este Uruguay de Gerardo Jauri? El popular "early offense".
Me siento muy cómodo con ese estilo de juego, a mí me gusta también ese básquetbol de ir vertical hacia el aro, correr la cancha, tomar los tiros en los primeros segundos y buscar ventajas rápidas. Me gusta tener la confianza para poder tomar tiros rápidos, que rompan un sistema. Creo que Jauri nos da esa libertad de poder arriesgar y esa confianza, por lo menos a mí, me ayuda mucho.
¿En las grandes ligas, es un estilo que por ahí adoptan los más débiles?
En parte sí. Los equipos más fuertes, con más talla, generalmente te juegan al 5x5. Para nosotros generar ventajas desde el 5x5 es muy difícil, entonces tenemos que buscar alternativas con tiros abiertos, penetraciones, ataques rápidos. Por eso para nosotros fue clave apoyarnos en las características que somos buenos: somos un equipo joven, entonces vamos a correr, presionar la pelota. Tenemos la suerte de haber dado un salto en talla. Si bien no tenemos a un pivot como era Esteban (Batista), vieja escuela, grandote, ahora tenemos a Mateo (Bianchi) y Pablo (Gómez), a Emi (Serres), el Hueso (Nicolás Martínez). Son jugadores que levantan la altura y nos permiten cambiar en todas las cortinas, que defensivamente para nosotros es una ventaja importantísima. Poder cambiar todos los bloqueos y seguir presionando la bola, porque tenemos sofocado al rival todo el tiempo.
¿Sentís que la selección tiene un rumbo a seguir con esta renovación?
Creo que sí porque hace un tiempito que lo venimos trabajando y esto (la AmeriCup) es un mojón. Hay que seguir construyendo, no es fácil, hay que bancarnos entre nosotros, apoyarnos entre los compañeros y poner al equipo por delante. Pero se generó un núcleo muy bueno, hay muy buena química, predisposición al trabajo y yo creo que este es el camino.