Cómo funcionan las oficinas de lobby que llevaron al empresariado hasta la Casa Blanca
En una agenda de dos días, un equipo liderado por Sofofa tuvo acceso directo a tratar con asesores clave de la administración de Donald Trump, a quienes expusieron las ventajas que puede ofrecer Chile como socio clave en áreas como minerales estratégicos
En una agenda de dos días, un equipo liderado por Sofofa tuvo acceso directo a tratar con asesores clave de la administración de Donald Trump, a quienes expusieron las ventajas que puede ofrecer Chile como socio clave en áreas como minerales estratégicos. En coordinación con Cancillería, dijeron desde la delegación, la idea fue reforzar el posicionamiento del país en las decisiones comerciales del mandatario.
En esta llegada hubo un actor clave: las oficinas de lobby . Esta visita se gestó tras recibir la asesoría de Continental Strategy, una oficina que opera en Washington y que es liderada por Carlos Trujillo, exembajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA) durante el primer período de Trump. Ahí también trabaja Katie Wiles, hija de Susie Wiles, jefa de gabinete de Donald Trump. Sofofa también contrató a Steptoe, un estudio internacional de abogados que se especializa en asuntos de comercio exterior y regulación, donde trabaja Kevin Garvey, exjefe de gabinete de Robert Lighthizer, quien encabezó la USTR durante la primera administración de Trump.
Quienes conocen cómo funciona el mundo del lobby en Estados Unidos, afirman que este tipo de acceso está institucionalizado, y que el trabajo pasa por identificar dónde están las redes más afines a cada objetivo. Varias de ellas son conocidas por sus vínculos en el mundo del Partido Demócrata, y otras con mayor influencia en el mundo republicano. Sin embargo, el caso de Trump es "atípico", pues no encaja del todo en esa estructura.
En este sentido, el exembajador chileno en la Organización de Estados Americanos (OEA) Darío Paya -director para América Latina en una de estas empresas, Nestpoint- sostiene que el diálogo entre el mundo privado y la administración Trump ha sido relevante. "Hay una suerte de línea directa fuera del canal tradicional formal de los ministerios de Relaciones Exteriores", comenta.
Afirma que estos espacios no reemplazan el diálogo formal entre países, pero ayudan a encontrar soluciones prácticas que calcen con los objetivos políticos de la contraparte. "No se trata de ir a enarbolar la justicia, entre comillas, de las posiciones que Chile pueda tener, sino que a buscar una manera en que ese interés o posición calce con un interés, o con una visión de la administración que está tomando la decisión. Tener ese acercamiento a los que toman decisiones en el plano político es muy importante, yendo más allá del típico contacto a nivel técnico", explica.