Lunes, 15 de Septiembre de 2025

El abuso de antiácidos en días festivos puede enmascarar enfermedades y traer serios riesgos

ChileEl Mercurio, Chile 14 de septiembre de 2025

El consumo de estos medicamentos de forma indiscriminada fomenta la idea de que son inofensivos e impulsa la automedicación. Pero estos pueden alterar la flora intestinal, provocar osteoporosis e incluso ocultar un cáncer.

La mesa está llena: empanadas, asado, choripanes y más de una copa de vino. Pero junto a la comida típica hay otro protagonista que se repite en las celebraciones de septiembre: una caja de antiácidos.
Lo que parece una costumbre inofensiva o un aliado para los malestares estomacales en realidad esconde riesgos para la salud, advierten especialistas consultados.
Gustavo Bresky, presidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología, asegura que existe una preocupación al respecto. "No hay cifras en Chile sobre esto (uso durante tiempo festivo), pero sí existe una percepción y nosotros sabemos que la gente ocupa antiácidos y otros medicamentos similares de forma inadecuada y excesiva en este tiempo, cuando se quieren portar un poco más mal con la comida".
En redes sociales se deja ver el fenómeno. Al escribir la palabra "antiácido" en TikTok, aparecen videos que sugieren la gran popularidad que estos productos alcanzan durante septiembre.
Un video subido en una cuenta de una farmacia nacional y hecho en tono humorístico, tiene por título "Cuando vas a la farmacia para prepararte para el 18", a la vez que se muestran los distintos tipos de antiácidos que tienen disponible.
De hecho, al hacer una búsqueda en Google, esta arroja la web de varias farmacias del país que tienen anuncios con frases como: "Que nada te detenga estas Fiestas Patrias", junto a un listado de oferta de antiácidos y otras sustancias similares.
Bresky comenta que en Chile el consumo se centra en dos familias distintas de fármacos. Por un lado, los antiácidos clásicos, "los cuales bloquean la acción del ácido e inmediatamente se siente algún grado de alivio al ardor estomacal", señala. Algunos de ellos son los antiácidos en pastillas masticables.
Por otro lado están los llamados protectores gástricos, "una familia que se llama inhibidores de bomba de protones, como el omeprazol o el lansoprazol, que bloquean la producción de ácido clorhídrico gástrico".
Ambos, señala, "se usan en forma inadecuada y excesiva en este período".
Esta conducta no solo lleva a que muchas personas los consuman de manera prolongada, sino que también contribuye a bajarles el perfil, tratándolos como si fueran inocuos, coinciden médicos entrevistados.
Y esa percepción de "remedios inofensivos", aseguran, termina instalando la automedicación como costumbre y, en consecuencia, suben los riesgos asociados a su uso.
Sobre los antiácidos de venta libre, "se ha visto que pueden alterar la microbiota intestinal si se abusa de ellos. Generan problemas de diarrea muy frecuentes, constipación e hinchazón", asegura Daniel Da Costa, gastroenterólogo de Clínica Santa María.
De acuerdo con los especialistas, el abuso ocurre cuando se utilizan en exceso, ya sea en dosis mayores a las recomendadas (las indicadas en el prospecto o por un médico), con demasiada frecuencia o durante semanas sin supervisión médica.
Rodrigo Irarrázaval, jefe de gastroenterología de Clínica Dávila, añade que "de estos, otro muy común es el agua con bicarbonato de sodio, pero francamente tiene el problema de es que muy dañina para los huesos. Consumirlo recurrentemente no es nada recomendable".
Múltiples compuestos efervescentes de venta libre (como los llamados sal de fruta) son en base a este componente.
Por otro lado, el uso prolongado (por varios días sin supervisión médica) de inhibidores de bomba de protones, como el omeprazol, también tiene efectos secundarios.
"Pueden generar, a largo plazo, cambios en la flora bacteriana del intestino, aumento de bacterias intestinales que se asocian a molestias, como el sobrecrecimiento bacteriano o SIBO, que da hinchazón e incomodidades abdominales", advierte Bresky.
Y agrega: "También se puede asociar a disminución de la absorción de calcio y cierta tendencia en el largo plazo a desarrollar osteoporosis".
Además, Bresky señala que "todo medicamento puede tener interacción con otros fármacos. Si la persona usa antidepresivos, medicamentos para el corazón u otros, puede cambiar su metabolización hepática y alterar el efecto sobre la otra enfermedad que está tratando". De hecho, este tipo de fármacos se venden con receta médica y "la razón por la cual requiere prescripción es porque además pueden enmascarar un cáncer gástrico, que es causante de gran cantidad de muertes en el país", precisa Irarrázaval.
"Este es uno de los principales problemas de su consumo a partir de las celebraciones y sin supervisión. Si una persona tiene molestias como ardor o dolores abdominales, tiene que ir a su médico más que consumir pastillas", agrega.
¿De forma preventiva?
Para Bresky, esto es especialmente delicado en Chile, donde existe una alta prevalencia de H elicobacter pylori . Según estudios, un 70% de la población nacional la presenta.
"Es una infección que genera gastritis, úlceras y cáncer gástrico, y al automedicarse con omeprazol, la persona retrasa la consulta y (estas afecciones) no se descubren a tiempo", coincide el médico.
Por eso, Da Costa es crítico sobre el hecho de que se promueva su utilización como parte de las celebraciones durante septiembre. "Esto un problema porque se puede enmascarar un problema mayor. Si usted no ve a un médico, puede tener una enfermedad grave en el estómago y no lo sabe", advierte.
Otro error común es usarlos de forma preventiva, días antes de los festejos, comentan los médicos especialistas.
"El uso preventivo no va a prevenir nada, todo lo contrario. Probablemente va a inducir cambios bacterianos que incluso pueden aumentar las molestias durante estos días", asegura Bresky.
La moderación es claveIrarrázaval lamenta que, tras las Fiestas Patrias, aumenta la carga asistencial por los excesos alimentarios y de alcohol. "Desde el 18 de septiembre en adelante trabajamos intensamente hasta que se termina el verano. Lo que vemos son úlceras, pancreatitis, problemas de vesícula, en relación con los excesos por la comida y el alcohol", explicó.
Por eso los especialistas coinciden en que la verdadera prevención no está en el consumo de antiácidos, sino en la moderación durante las celebraciones. "En Fiestas Patrias comemos todas las recetas chilenas en unos pocos días. Hay que tratar de seleccionar, quizás comer una comida tradicional por día para no juntar tantas comidas con grasas al mismo tiempo", aconseja el presidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología.
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