Lunes, 22 de Septiembre de 2025

Germaín de la Fuente (78): "Es asombroso poder seguir arriba de los escenarios, disfrutando de lo que me gusta hacer"

ChileEl Mercurio, Chile 22 de septiembre de 2025

El icónico cantante fue uno de los artistas destacados en las fondas del Parque O'Higgins la semana pasada y luego comenzó una gira por Ecuador, Perú y que terminará en México -donde vivió por más de dos décadas- en lo que resta del mes. "Dejar de actuar no lo haría jamás", dice enfático. Y agrega: "Es posible seguir estando vigentes y siendo importantes para los demás".

S eptiembre siempre ha sido intenso para Germaín de la Fuente (78). Y este en particular no es la excepción: la semana pasada fue un artista clave en las celebraciones de Fiestas Patrias en las fondas del Parque O'Higgins y luego comenzó una gira que lo llevó a Ecuador, para sumar esta semana un par de presentaciones en México y finalizar el mes con cuatro conciertos en diferentes ciudades peruanas.
"Para mí es asombroso poder seguir todavía arriba de los escenarios disfrutando de lo que me gusta hacer. La gente de repente olvida a los artistas pero, en mi caso, he estado vigente", sentencia con orgullo.
Como miembro y voz original de Los Ángeles Negros y, luego, como solista, De la Fuente es considerado una figura emblemática de la música latinoamericana, tanto por su tono inconfundible como por su emotiva interpretación de boleros y baladas románticas. "Y volveré", "Cómo quisiera decirte" y "Murió la flor" son algunas canciones que han marcado a varias generaciones a lo largo de casi seis décadas.
-¿Qué siente cuando gente joven conoce sus canciones?
"Primero que todo, agradecido de que nos den pelota (se ríe). Sin duda alguna, uno lo agradece y lo acepta. Es muy motivador. El público que nos va a ver ahora es bien transversal, pero obviamente el grueso es gente menor que yo y eso es un incentivo para continuar".
Sentado en la mesita de un café en pleno centro de Santiago, cercano a su departamento y adonde se lo puede ver seguido cuando está en la capital, la gente que pasa lo saluda o se acerca para tomarse una fotografía. "Creo que he ido cosechando el reconocimiento y un cariño tremendo aquí en Chile".
Y afuera también. A bandas locales contemporáneas, como Los Bunkers, Los Pettinellis y Los Tetas, que han reversionado algunos de sus temas, se unen artistas extranjeros que han hecho lo mismo, como los estadounidenses Beastie Boys o el rapero Jay-Z (uno de los artistas de hip-hop más exitosos a nivel global).
"Eso ha sido sorprendente. Un día me llamaron y me dijeron que fulano de tal quería grabar una canción; era Jay-Z y yo no lo conocía". ¿Le gustó la versión? "No, no me gustó. Es que él rapea y eso es otro pedo . Me gusta más el reguetón porque tiene una rítmica entretenida".
Si bien reconoce que no cantaría reguetón -"No lo sabría hacer"-, confiesa que lo ha bailado "un poquito, por ahí...".
"La música actual casi no la entiendo; no digo que sea mala, pero hay gustos para todos, como dicen. Yo creo que todo lo que se oye es por algo, algo tiene. Y puede que una canción haga más sentido que otra, pero al final, es clara la importancia que tiene la música en la vida de las personas. Por ahí va la cosa".
Otros dones
Su historia personal es un buen ejemplo de ello. Oriundo de San Carlos (en la actual Región de Ñuble) -"Las mejores longanizas son de allá", sentencia-, a los 15 años se plantó por primera vez en un escenario. "Mi papá tenía una quinta de recreo y yo cantaba allí. Ni siquiera era del gusto popular, porque el público que asistía prefería escuchar cumbia o rancheras mexicanas".
Lo suyo eran las baladas. Tríos como Los Panchos o Inspiración eran sus favoritos. "Yo tocaba un poco de guitarra y con eso me acompañaba. También me gustaban en ese tiempo Sandro y Raphael, figuras inolvidables en el corazón de toda la gente".
La veta artística venía por el lado materno. "Mi madre tocaba muy bien la guitarra y cantaba muy bien".
Creció junto a su mamá y su hermana menor, que también canta pero no profesionalmente. Su papá fue una figura más ausente y que le dio "un chorro de hermanos por fuera. Pero estamos hablando de otra época".
"Ahora la gente se ocupa primero de educar a los hijos, de estar pendiente de que no les falte nada. Mi papá se ocupaba a medias de eso. Mi mamá cumplía todas las labores", recuerda.
Ella estaba a cargo del Banco de Sangre del Hospital de San Carlos. "Me dediqué a la música porque era lo único que me funcionaba. Nunca intenté ninguna cosa más que cantar". En el colegio participaba en grupos folclóricos y en cuanta actividad artística se organizara. Pero los libros no eran lo suyo. "La verdad que del estudio pues tengo poco que presumir. Iba al colegio porque había que ir, pero el intelecto no me dio. Tenía otros dones".
Tenía 20 años cuando lo invitaron a formar parte de un grupo musical para participar en un concurso de la radio La Discusión de Chillán. "Un día estábamos ensayando en mi casa y Sergio Rojas (el bajista) propuso que nos llamáramos Los Ángeles Negros. Había un grupo llamado Los Diablos Azules. Como que a ninguno le gustó el nombre (los otros integrantes eran Cristián Blasser y Mario Gutiérrez), pero a mi mamá sí. Entonces para no discutir con la dueña de casa, se quedó".
Finalmente ganaron el concurso, lo que les permitió grabar su primer LP, en marzo de 1969. Ese fue el punto de inicio que los catapultó a la fama. "Yo se lo debo todo a Los Ángeles Negros", reconoce.
-¿El éxito los tomó por sorpresa?
"Estábamos en una edad en la que siempre esperas lo mejor y yo confiaba en que ganaríamos. Lo sorprendente fue que las canciones comenzaran a ser escuchadas y tener éxito. Cuando escuché mi grabación, no me gustó, pensé que cantaba mejor... Entonces como que me desilusioné un poco, pero el asunto es que funcionó. Gracias a eso podemos contar esta historia".
De San Carlos pasaron a Concepción y luego a Santiago. En poco tiempo, la internacionalización del grupo fue una realidad.
A inicios de los 70 se instalaron en México. Para Germaín fue un viaje que lo alejaría de Chile por más de 20 años: en 1974 se retiró y decidió iniciar una carrera como solista. "Ellos volvieron y yo me quedé allí. Viajaba a Chile de vez en cuando, así que nunca perdí el contacto".
-¿Qué recuerdos tiene de esos años en México?
"Es un país maravilloso que me recibió muy bien. Lo pasé muy a gusto, aunque trabajaba mucho y viajé bastante. Al principio mi carrera me absorbió al 100%, porque estaba siempre en eso. Sobraba el trabajo y las ganas de trabajar también".
Además de buenos recuerdos y uno que otro modismo que sale durante la conversación, México también le dio una familia. Allí se casó con una argentina, de la que luego se separó y con quien tuvo dos hijas, las que lo acompañaron cuando decidió volver a Chile, a comienzos de los años 90.
-¿Cómo fue el regreso al país?
"Hubo que hacerse de nuevo un camino. Además de continuar cantando, puse un estudio de grabación aquí en el centro. También compré una parcela en Buin y vendía los productos que cosechábamos, tenía unos 150 paltos y mil nectarines. !Muy ricos¡ Ahora solo me quedan las paltas".
Aunque mantuvo la comunicación con los demás miembros del grupo, no fue sino hasta 40 años después de independizarse que volvió a tocar con ellos, en el Teatro Caupolicán en Santiago. "Fue una linda experiencia y después volvimos a tocar un par de veces. Con ellos pasé por lo máximo y ahora estoy en una etapa más tranquila, pero siempre en actividad. Tampoco podría trabajar 100 shows al año como fue alguna vez, pero dejar de actuar no lo haría jamás".
En Santiago volvió a encontrar el amor -lleva 22 años con su pareja- y supo lo que es ser abuelo. Cinco nietos ampliaron la familia; uno de ellos, que aún no cumple diez años, toca el piano. "Es lindo verlo y es motivador, porque es como una herencia que he dejado".
-¿Qué significó ser reconocido como uno de los 100 Líderes Mayores?
"El reconocimiento me dice que sigo presente en el corazón de la gente, que cuento con el apoyo de muchas personas y que somos un ejemplo de que es posible seguir estando vigentes y siendo importantes para los demás".
-¿Cómo siente que son tratados los adultos mayores en la actualidad?
"Creo que hay un respeto y un cariño por la gente mayor, sin duda alguna. Aunque hay excepciones y no deberían existir. En fin, no es el caso mío, lo importante es tratar de tener una actitud positiva frente a todo lo que nos pasa. Es cierto que hay personas que no pueden y que eso depende mucho de las experiencias de vida de cada uno".
-¿Cómo enfrenta el envejecimiento?
"Tengo que confesar que no me siento viejo, esa es la realidad. Yo sé que soy mayor, porque voy a cumplir 80 años en poco tiempo más, pero no me siento así. Bueno, tengo algunos problemas de salud, sufrí un infarto hace años, pero eso está todo bajo control y trato de no llevar una vida pendiente de eso, para nada. Ah, la memoria me falla un poco, pero considerando la edad, es normal. Pero no me achaco por eso tampoco".
Su rutina diaria comienza temprano por la mañana, haciendo ejercicio físico y luego un poco de ejercicios vocales. "Me acompaño con el piano y eso me entretiene".
Eso sí, reconoce que hubo una época en la que no se cuidaba tanto y estuvo expuesto a excesos. "Era un borracho conocido, no un alcohólico anónimo", suelta entre risas. "Un día me convencí de que tenía que parar y tomé la decisión de cuidarme. Hay gente que le entra a la fiesta y otros que no, y eso no es exclusivo del ambiente artístico, porque también hay abogados borrachos y médicos borrachos. En mi caso, tuve la fuerza de voluntad de decir 'ya no más'. No fue fácil, pero yo quería seguir cantando y eso me estaba generando problemas en la voz, y aquí estoy".
-¿Hay algo de lo que se arrepiente?
"¿De qué me podría arrepentir? Hay muchas cosas que no me atreví a hacer y otras cosas que no supe hacer bien, tal vez, lo cual es normal también y es parte de la vida. Podría decir que me hubiera gustado aprender otro idioma, por ejemplo, pero no fui capaz. Me dediqué un poco a la agricultura también, ya de grande, sin pegarle nada al asunto y funcionó por un tiempo. No es mi modo de vida tampoco, pero fue una manera de mantenerme activo. Lo mío siempre fue cantar; puedo haber fallado en otras cosas, pero tener ese tipo de dificultades no me frenó".
-¿Está consciente de lo importante que ha sido su música para otras personas?
"Sin duda. Y es que para mí también lo es. Más de alguna pareja se ha acercado para decirme que con mis canciones se enamoró, se declaró, se casó y todo lo demás. Claro que escuchar eso es potente y uno se siente parte también de lo bueno, de muchas historias. De repente yo oigo cuates que cantan tan bien, con tantas cualidades y no logran lo que se merecen. Es curioso eso; algunos hablan de buena o mala suerte también. Pero creo que hay que estar en el lugar indicado, en el momento adecuado. Yo siempre estuve convencido de que a esto me iba a dedicar toda la vida, pero no me puse como meta alcanzar algún reconocimiento. Pero cuando llega, claro que te hace feliz".
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