De Malargüe al Bósforo, Pablo "Chiqui" García se codea con Johnny Depp
El artista mendocino Pablo "Chiqui" García llevó su "Planta" hasta Estambul
Estambul
El artista mendocino Pablo "Chiqui" García llevó su "Planta" hasta Estambul
Estambul.- Se palpitaba la expectativa en las horas previas a la apertura para prensa e invitados especiales de Contemporary Istanbul (CI), en la magnificente Estambul. Con mayoría de población musulmana, es la ciudad más grande de Turquía y una de las polis más antiguas del mundo. Aquí, en el sitio denominado Bizancio en el año 330 y luego, en 1453, Constantinopla, esta semana se realiza la vigésima edición de esta feria en un antiguo astillero otomano transformado en vibrante centro cultural en el Cuerno de Oro, el histórico distrito de Tersane.
La intrincada historia de "Vientos del sur", una pintura falsa que intentaron vender como un auténtico Deira
El encuentro, que comenzará mañana y continúa hasta el domingo 28, integra 51 galerías de arte contemporáneo de 16 países. Y participan más de 500, con casi mil obras. Las principales galerías, iniciativas e instituciones de estas naciones presentan una variada selección de obras de artistas consagrados y emergentes de gran nivel.
Respecto a los precios, en la conferencia de prensa, Ali Gurel, fundador y presidente de la feria, señaló en diálogo con LA NACION que el precio del ochenta por ciento de las obras oscila entre 5 mil y 50 mil dólares. Y un veinte por ciento restante trepa entre 50 mil y 750 mil dólares. "Birds" (1998) expresa la faceta de pintor del actor Johnny Depp
En el stand de Sigg Art Foundation se exhibe Aves , una pintura de Johnny Depp realizada en 1998, que no se encuentra a la venta. Además de las obras de la feria hay instalaciones que se hicieron especialmente para esta edición, que coincide con la Bienal de arte de Estambul como es el caso de Passage , instalación de site specific lumínica realizada por Grimanesa Amorós, artista peruano-estadounidense que vive en Nueva York y es conocida por sus esculturas a gran escala con LED. Instalada alrededor de la torre del reloj y el vestíbulo del hotel The Peninsula Hotel —antigua sala de tránsito de Çinili Han—, la obra responde a la historia de Estambul como lugar de paso e intercambio.
Situada entre Oriente y Occidente, la ciudad está dividida por el Estrecho del Bósforo en dos partes: una en Asia y otra en Europa. En las expresiones artísticas de Estambul se evidencia este espíritu de cruce de civilizaciones. El arte y la arquitectura están signados por la mezcla de estilos y culturas, que reflejan la influencia de los imperios que gobernaron este sitio durante siglos, cuando fue uno de los centros más importantes del poder político y económico del mundo. La obra de Arden Quin es de 1950 y cuesta 140 mil dólares
Este año, Contemporary Istanbul presenta Focus America, que destaca galerías y voces influyentes de Estados Unidos, con especial énfasis en Nueva York. Participan las principales galerías e instituciones del país, museos como el Guggenheim, el MoMA, el MET, el de Brooklyn y el LACMA, coleccionistas privados de la Gran Manzana, Seattle y California, y artistas de varias ciudades. Desde mañana, el público comenzará a recorrer la feria que ya abrió a la prensa especializada y los coleccionistas de todo el mundo
Entre las galerías invitadas de Estados Unidos, figura Revolver, con sede en Nueva York y Lima, y que en breve volverá a tener una pata en Buenos Aires. Está previsto que reabra a fin de año, en un edificio estilo francés remodelado de tres pisos, en Maipú 981, confirmó a LA NACION Giancarlo Scaglia, director de la galería, quien comenzó con el proyecto en 2008 con la intención de impulsar la escena peruana del arte contemporáneo. Revolver tuvo sede porteña entre 2017 y 2023, primero en Villa Crespo, luego en Palermo Chico. En el stand de la galería se exhibe obra del argentino Pablo "Chiqui" García y también dos piezas históricas (una en 140 mil dólares; otra en 150 mil) del uruguayo Carmelo Arden Quin, maestro del arte concreto, pionero de la abstracción y del Movimiento Madi.
"Elegimos presentar a Pablo "Chiqui" García en Contemporary Istanbul porque su práctica encarna de manera profunda los valores que atraviesan a Revolver Galería: una mirada latinoamericana que dialoga con lo global desde la experimentación, la materialidad y la memoria cultural", señalan desde la galería. Y añaden: "Mostrar su obra en esta feria es proponer una manera de leer el mundo desde nuestra región: diversa, radical y profundamente humana".
La historia de Chiqui García
Escultor, de 46 años, Chiqui García nació en Malargüe, Mendoza, y es autodidacta. No terminó el colegio secundario, abandonó en segundo año. Desde ese momento su obra está influenciada por las vivencias de su niñez: se crío en el campo. Hoy vive entre Zurich, Lima y Mendoza.
Planta es la escultura realizada con 500 piezas moldeadas a mano en cerámica gres, a 1250 grados, que presenta en el stand de Revolver y cuyo precio de venta es de 15 mil dólares. Son formas orgánicas, vivas, potentes, que no representan una planta en particular, encarnan la potencia de la mezcla de especies, la hibridación y la exuberancia de la naturaleza. Parecen surgidas de lugares desconocidos. La escultura es móvil y las piezas que la componen pueden sacarse y volverse a poner. Tiene un leve movimiento por efecto del viento que se observa al emplazarla en el exterior. La base es una piedra que el artista obtuvo en una minera de oro y cobre. A veces, informan desde la galería, las piedras tienen vestigios de estos materiales. Unas quinientas piezas de cerámica moldeadas a mano integran la escultura del artista argentino que vive entre Zurich, Lima y Mendoza
Cuenta García que también influyó en esta serie su experiencia con la comunidad Shipibo, un pueblo indígena de la Amazonía peruana, que tiene rituales en los que se consume ayahuasca , una sustancia que genera efectos alucinógenos. En la cosmovisión de los pueblos nativos es la soga que permite que el espíritu salga del cuerpo sin que este muera.
"No he buscado el shock ni el amarillismo. Me interesa la belleza. La pieza que presento en Estambul es como un mantra ", dice el artista en diálogo con LA NACION. En este rezo, en este mantra, en esta repetición constante de piezas hechas cada una a mano con cerámica se construye la obra. Siempre busco la belleza: para mí es fundamental en la vida, tiene que ver con los preceptos de Platón, con el bienestar". Vista de uno de los pabellones donde se realiza la 20° edición de la feria de arte contemporáneo de Estambul: un antiguo astillero otomano transformado en centro cultural
García también participa de un emprendimiento que produce vajilla para restaurantes de alta gama: se ocupa de diseñar piezas y ajustar detalles de las fórmulas. En 1999, comenzó a experimentar con la cerámica y, tras 25 años, ha logrado un estilo artístico personal. Participó en exposiciones individuales y colectivas en América latina y Europa, y realizó residencias artísticas en Colombia, Bolivia y Suiza.
En Estambul, ciudad bisagra entre Oriente y Occidente, la obra de Chiqui García se percibe como un puente: un lenguaje universal que nace de lo local. Su exploración de la naturaleza, la música y la performance dialoga tanto con tradiciones ancestrales como con debates contemporáneos sobre arte y sociedad. En el cruce de continentes, García se alza con un idioma común: la belleza. De Malargüe al Bósforo, su cerámica encarna la fuerza de lo sutil, y propone que, desde América Latina, se puede sembrar, en la lejanía, nuevas formas de vida. Una nueva manera de habitar el mundo.