Espontáneos, no sin esfuerzo
Robert Capelluto (35) es un sujeto intencionado
Robert Capelluto (35) es un sujeto intencionado. Odia la pérdida de tiempo y cada una de sus acciones apunta a un fin. Mi madre diría que no da puntada sin hilo. Hoy explicarían que corre detrás de sus sueños, hace una reingeniería de sí mismo, trata de ser su mejor versión.
Nuestro protagonista organiza su vida con un cronograma. Cada día, además, debe realizar acciones que pongan check-it en cuatro cuadraditos: salud, expresión, relaciones y propósito. David Lebon agregaría que ni siquiera se entregó al viento sin pensar por qué.
Capelluto vive y trabaja en San Diego. Es diseñador de productos de una empresa tecnológica y portavoz de una cultura de la intención a la que le falta más fiaca, más siesta, más pérdida de tiempo en un café viendo a la gente pasar. Más estar que hacer.
Alguien le dirá que a su vida tan bajo control le está faltando espontaneidad. Él tomará nota de la sugerencia y escribirá en su pizarra, en letra mayúscula de imprenta: SER MÁS ESPONTÁNEO.
Y además:
Para la periodista Marie Solis la intencionalidad como modo de vida responde a nuestra sensación general de pérdida de control de las propias cosas por fuerzas invisibles, tanto políticas como algorítmicas. La planificación minuciosa provoca la ilusión de, al menos, poder controlar algo.