La sub-20, con sus virtudes y defectos

JENYY GAMÉZ - EDITORA FUTBOLRED ²jennygameza
La Selección Colombia terminó de primera e invicta en el grupo F del Mundial Sub-20 y gracias a eso esquiva rivales más difíciles y mañana (2:30 p. m.) juega su partido de octavos de final contra Sudáfrica. Pero ha sido un equipo de luces y sombras. Aquí están: Las virtudes 1. Intensidad. El equipo dirigido por el técnico César Torres es un derroche de despliegue atlético, al más alto nivel del fútbol moderno, que no ralentiza el juego ni en condiciones críticas y que muestra ambición en cada sector de la cancha. 2. Generación de juego. Es verdad que se fallan muchas ocasiones muy claras de gol, pero eso pasa porque se generan muchas y es lo más difícil de perfeccionar en un torneo corto como un Mundial. Colombia ha aceitado su circuito ofensivo y es versátil a la hora de atacar. 3. Defensa confiable. El que faltaba por convencer en el circuito posterior lo hizo contra Nigeria: el arquero Jordan García. Los centrales Simón García y Yeimar Mosquera son imperiales, y los laterales Sarabia y Arizala cumplen, con lo cual hay certeza en una marca que refuerzan bien con González y Rivero (o Landázuri) unos metros más arriba. Los defectos 1. Definición. Los delanteros, han sufrido de prisa a la hora de definir frente al arco rival. Deciden pase cuando deben rematar y viceversa. El afán de ser quien resuelva les hace perder la noción de equipo en momentos de apremio. 2. Los 9, en sequía. El técnico Torres dijo tras el empate contra Nigeria: "Lo único que me preocupa es que mis número 9 hagan goles, nada más". Se acabó la primera ronda y Neyser Villarreal (dos veces titular, 1 asistencia) y Emilio Aristizábal (1 titularidad) se fueron en blanco. Destaparse ahora que empiezan los ‘mata mata’ es inaplazable. En eso el DT debe dejar el paternalismo: el que anote se queda con el puesto. 3. Concentración. Pasó que Noruega anotó por un descuido propio. Contra Nigeria se cometió un penalti cuando el partido parecía resuelto. Mantener el foco en lo que se está jugando y no en lo que vendrá es una asignatura pendiente para este grupo, que por no renunciar al ataque a veces acelera de más y se gana amarillas evitables. Necesitan jugar con inteligencia y domar el ímpetu.