Viernes, 10 de Octubre de 2025

1, 2, 3 por la Construcción

ColombiaEl Tiempo, Colombia 9 de octubre de 2025


Camilo Pérez- Álvarez
Las cifras más recientes de la actividad constructora en el PIB son decepcionantes, con una caída en el primer semestre de alrededor de -8% anual para la infraestructura y cerca de -6% para las edificaciones, dentro de las cuales se encuentra la construcción de vivienda


Camilo Pérez- Álvarez
Las cifras más recientes de la actividad constructora en el PIB son decepcionantes, con una caída en el primer semestre de alrededor de -8% anual para la infraestructura y cerca de -6% para las edificaciones, dentro de las cuales se encuentra la construcción de vivienda. Sin embargo, las ventas de vivienda nueva van en ascenso y se acercan a 150 mil unidades en los últimos 12 meses. Esta aparente disyuntiva de actividad débil y ventas al alza no lo es, pues el PIB mide la nueva actividad edificadora, mientras las ventas de vivienda corresponden a unidades ya construidas que solo cambian de manos. Precisamente, los inventarios de vivienda nueva para la venta se habían incrementado hasta un punto crítico a inicios de 2024, cuando vender un inmueble tomaba hasta dos años. Desde entonces, la mejora en las ventas, y la reducción de la oferta disponible, han resultado en una caída notoria de los inventarios. Hoy vender una vivienda nueva toma solo 12 meses. Entretanto, los precios de la vivienda nueva muestran variaciones anuales reales prácticamente nulas, lo que puede ser un incentivo para que los hogares accedan a la vivienda. A esto se suma una renovada disposición de compra de vivienda por parte de los hogares y tasas de interés para el crédito hipotecario en niveles bajos. Hoy la tasa de interés para compra de vivienda por debajo de 12%, está alrededor de 2 puntos porcentuales por debajo de sus promedios históricos, tanto en términos nominales como reales. Todo lo anterior muestra una mejora sustancial en el balance entre la oferta y la demanda de vivienda nueva, que de continuar, requerirá de una etapa de construcción para suplir las necesidades crecientes de los hogares. Es decir, pronto se podría dar un ciclo positivo para el sector constructor. Sin embargo, la incertidumbre socio política que vive el país podría estar conteniendo las decisiones de inversión requeridas y solo el desenlace de la elección presidencial podría ser el factor decisivo para que se materialice el escenario antes planteado. Eso si, con una economía que mantiene una senda positiva de crecimiento, basada en una fuerte demanda interna, la activación de la construcción de vivienda podría dar un impulso adicional importante a la actividad. Incluso, este podría llevar al país a un crecimiento por encima del 3%, algo que por lo pronto no luce como el escenario central. En todo caso, persisten riesgos. El principal, un choque negativo de expectativas relacionado con la contienda electoral, al que el balance antes descrito no se pueda sobreponer. Así mismo, si la compleja situación fiscal vuelve a empujar al alza las tasas de interés de los TES (deuda del Gobierno), que son referencia para las tasas hipotecarias, el acceso a la financiación se limitaría. En definitiva, la construcción tiene todo el potencial para convertirse pronto en un importante motor de crecimiento económico luego de haber estado rezagada, pero para ello debe superar el proceso electoral y esperar que la situación fiscal permita un mejor comportamiento de las tasas de interés a plazo.
Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados Banco de Bogotá.
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