Presión militar, problemas económicos y el Nobel a Machado: el chavismo atraviesa horas complejas
El galardón vuelve a situar a la gestión chavista en el centro del escrutinio internacional.
Presionado por el cerco militar de Estados Unidos, así como por la fragilidad de su economía -golpeada por la inflación y la dependencia petrolera-, el régimen de Nicolás Maduro se halla ante un nuevo frente de presión luego que su principal y más conocida opositora, María Corina Machado, fuera galardonada con el Premio Nobel de la Paz, volviendo a traer el foco de la atención internacional sobre la gestión chavista, marcada por los cuestionamientos a su legitimidad tras las denuncias de fraude electoral en las presidenciales de 2024.
El anuncio del Comité Noruego del Nobel fue un remezón para la régimen venezolano, tras la entrega del premio a Machado "por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de una dictadura a una democracia", dijo Jørgen Watne Frydnes, presidente del organismo, quien estimó que el país sudamericano "ha evolucionado de un país próspero y relativamente democrático a un Estado brutal y autoritario".
"Este inmenso reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos es un impulso para concluir nuestra tarea: conquistar la Libertad", dijo la galardonada en alusión a sus esfuerzos por que las presidenciales de julio de 2024 fueran democráticas.
Entonces, el régimen inhabilitó las candidaturas de Machado, y de su sustituta, Corina Yoris, y cuestionó la campaña de Edmundo González. Además, expulsó a observadores internacionales como la Unión Europea, y el día de la elección, impidió el acceso de testigos de la oposición a los centros de conteo, se cayó el sitio del Consejo Nacional Electoral (CNE), y se proclamó la reelección de Maduro sin respaldo de las actas de votación.
En respuesta, Machado y observadores independientes presentaron pruebas que contradecían el resultado oficial, al recolectar copias de las actas que mostraban una victoria de González, pero, a pesar de la evidencia, el gobierno ratificó el resultado oficial, reprimió las protestas populares en su contra y desde entonces la opositora vive en la clandestinidad.
"Este reconocimiento internacional a María Corina Machado coloca nuevamente a Venezuela en el centro del debate global", afirma a "El Mercurio" el analista político José Vicente Carrasquero. "El efecto inmediato es simbólico, pero no menor: reactiva la presión diplomática sobre gobiernos que habían optado por la indiferencia o la fatiga frente al caso venezolano", añade. "Ya no será solo Estados Unidos, sino que todas las democracias occidentales presionarán a Maduro dada la consideración que tiene el Nobel de la Paz", comenta, por su parte, Franklin Molina, internacionalista venezolano. "Incluso podría llevar a una negociación política, y producir algún tipo de cambio político en Venezuela", cierra.
"Tensión militar inédita"
El premio a Machado coincide, además, con el despliegue militar de Estados Unidos frente a las costas de Venezuela. En agosto, el Presidente Donald Trump envió al Caribe sur buques de guerra, aviones y un submarino de propulsión nuclear con el objetivo de combatir el narcotráfico, declarando que su país está en un "conflicto armado" contra los carteles de la droga, y también acusó al Presidente venezolano de estar vinculado a redes de narcotráfico. Hasta el momento, las operaciones han resultado en la destrucción de al menos cuatro supuestas narcolanchas, con un saldo de 21 muertos.
El régimen de Maduro denuncia que la operación enmascara un plan para "un cambio de régimen" en el país. En ese escenario, ordenó a las Fuerzas Armadas y a la Milicia mantenerse en "alerta máxima" y reforzar la vigilancia en costas y fronteras, desplegando buques de guerra, patrullas navales y drones en el Caribe, además de movilizar tropas hacia estados fronterizos como Zulia y Táchira, y llamar a un alistamiento masivo de millones de milicianos para "defender la patria".
"Estamos viendo una combinación de factores externos que no se había producido en esta magnitud desde 2019. El cerco militar estadounidense, aunque de naturaleza disuasiva, introduce un componente de poder duro en el tablero regional", señala Carrasquero, y agrega que eso "es un recordatorio de que Washington ha dejado de tolerar las alianzas peligrosas del chavismo -especialmente con Irán, Rusia y grupos criminales transnacionales- en un área de influencia tradicionalmente norteamericana".
"Maduro enfrenta hoy una presión simultánea: diplomática, militar, económica y moral. El régimen ha enfrentado sanciones, aislamiento y protestas, pero esta convergencia de presiones en distintos frentes es inédita", dice el politólogo.
Economía frágil
Otro factor de presión es la economía. Aunque el Ejecutivo anunció un cuestionado crecimiento del 7,71% en el primer semestre de este año, persisten carencias en materia de inflación y tipo de cambio. Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en mayo la inflación mensual alcanzó un 26%, acumulando un 105,5% en los primeros cinco meses de 2025, mientras que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) proyectó que la inflación anualizada podría cerrar en un 275%. Esta aceleración inflacionaria se produce junto con una depreciación del bolívar, que pasó de 52,03 a 185,39 por dólar entre enero y octubre, lo que representa una caída del 71,9% en nueve meses, según datos oficiales del Banco Central de Venezuela, encareciendo los productos importados y afectando directamente el poder adquisitivo de los venezolanos.
A esto se suma la elevada dependencia del petróleo, que representa cerca del 90% de los ingresos por exportaciones y gran parte de los ingresos fiscales, lo que, sumado a los factores anteriores, pone de relieve la fragilidad de la economía venezolana, señalan los expertos.
"La aparente recuperación de los últimos años fue superficial y dependiente de una dolarización de facto y de la permisividad temporal del régimen hacia el sector privado. Pero esa burbuja se ha desinflado. Los ingresos petroleros son mínimos en comparación con los de hace una década, la producción sigue estancada, y el aparato productivo nacional está devastado", señala Carrasquero. "A esto se suman otros frentes: la erosión del apoyo popular, el desencanto dentro de las propias filas chavistas, y el deterioro del aparato represivo por falta de recursos y cohesión interna. (...) En resumen, el régimen está atrapado entre una economía exhausta, una comunidad internacional reactivada y una oposición que, pese a la persecución, ha recuperado legitimidad y liderazgo", agrega.
"Bruja demoníaca"Nicolás Maduro tachó de "bruja demoníaca" a María Corina Machado, galardonada con el Nobel de la Paz. "Un 90% de la población repudia a la bruja demoníaca de la sayona", dijo ayer, sin mencionarla directamente.