Los verdaderos damnificados del arancel cero a hilos y cueros
Un nuevo debate se abrió en el sector agropecuario, textilero y de comercio exterior, después de que el presidente, Gustavo Petro, le pidiera a la Ministra de Comercio, Diana Morales, quitar los aranceles a hilos y cueros, con el fin de proteger y expandir las confecciones que se realizan con estos materiales en el país
Un nuevo debate se abrió en el sector agropecuario, textilero y de comercio exterior, después de que el presidente, Gustavo Petro, le pidiera a la Ministra de Comercio, Diana Morales, quitar los aranceles a hilos y cueros, con el fin de proteger y expandir las confecciones que se realizan con estos materiales en el país. Si bien la medida cuenta con opiniones encontradas, pues el sector de las confecciones lo aprueba, lo cierto es que al menos desde el renglón agropecuario el futuro del sector algodonero lo vislumbran oscuro una vez se implemente la normativa, que ya fue publicada por la cartera de Comercio. Incluso, estarían en vilo las exportaciones de confecciones colombianas a Estados Unidos. El debate desde el punto de vista del agro lo pusieron sobre la mesa los productores de algodón, quienes argumentan que el decreto terminaría por completo la siembra de este producto en el país. El presidente de Conalgodón, Cesar Pardo Villalba, destacó que esta medida propuesta por el Gobierno, además, acabaría con las últimas tres hilanderas que tiene Colombia: Fabricato, Colhilados y Universal. El líder gremial indicó que si bien estas compañías han perdido competitividad por la importación de hilos desde los países asiáticos, que "llegan a precios muy baratos", la eliminación del arancel no solo va a afectar a las compañías, a la producción de hilos, sino que también perjudicará a los agricultores y a los cultivos de algodón del país. "Acabándose el mercado nacional de algodón, la única solución es exportar, pero las ventas externas tienen un sobrecosto para los agricultores, que hemos calculado en aproximadamente 10 centavos de dólar la libra, equivalentes al 13% de los ingresos de los productores", mencionó. En ese sentido, Pardo aseguró que a esto se suma la difícil situación de los precios internacionales, que también han ocasionado una pérdida en la rentabilidad de los agricultores. "El algodón se rige por la cotización en la bolsa de Nueva York y la tasa de cambio y estos valores han estado por debajo de 70 centavos de dólar", dijo. Ahora bien, para el exministro de Agricultura, Andrés Valencia, la eliminación del arancel de los hilos de algodón afecta a la industria nacional que los produce y al mismo tiempo, a los encadenamientos hacia atrás, que en este caso son los productores. "Actualmente Colombia importa algodón en pocas cantidades y hasta agosto iban unas 7.000 toneladas. El grueso está en los hilados y en los tejidos de algodón mezclados con otras fibras cuyas importaciones en 2025 superan las 95.000 toneladas", apuntó. En esa línea, Valencia detalló que los productores de algodón le venden a la compañías de hilados que aún subsisten a pesar de las importaciones de fibra, hilados y tejidos, pero al eliminar el arancel la poca protección que hoy tienen esas industrias desaparecerían, teniendo en cuenta que la mayoría de estos productos viene de China e India. "Los productores de algodón se verían en dificultades para colocar su producción y podrían renunciar a sembrar las cerca de 14.000 hectáreas semestrales que cultivan al año, por lo que una alternativa para ellos sería rotar con maíz amarillo o blanco para el caso de Córdoba y rotar con maíz amarillo o blanco y arroz en el caso del Tolima", opinó Valencia. El presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, advirtió que la decisión del Gobierno Nacional de llevar a cero el arancel para los hilados e insumos del sector de la confección podría tener un impacto directo sobre la industria textil nacional y sus exportaciones a Estados Unidos. Díaz explicó que, si el país deja de producir hilos de origen nacional, se perdería la capacidad de cumplir con la norma de origen exigida por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, lo que afectaría la continuidad de las exportaciones de confecciones hacia ese mercado. "En ese sentido quedaríamos sin hilos de origen nacional y por lo tanto no podríamos cumplir con la norma de origen para exportar nuestras confecciones al mercado de los Estados Unidos", indicó. El dirigente gremial cuestionó la pertinencia de la medida y pidió al Gobierno revisar alternativas que no pongan en riesgo la industria local ni las ventajas arancelarias en el comercio bilateral. "La preocupación es que vamos a perder la posibilidad de exportar nuestras confecciones a los Estados Unidos. ¿Por qué eliminar el arancel y no tocar los umbrales? ¿Es posible lograr el objetivo del Gobierno sin afectar los umbrales que establecen un sobrearancel para este tipo de productos?", planteó. Según lo dicho por Andrés Valencia en Colombia es insuficiente hace décadas en algodón debido a que las áreas cultivadas han ido reduciéndose ante la mayor competencia internacional, no solo de la fibra importada, sino de los hilados a base de algodón. Por eso, como alternativa, el sector algodonero sostiene que Colombia tiene la capacidad productiva, donde se cree que se puede lograr volver a producir al menos 40.000 toneladas de algodón y suministrar cerca del 50% del producto que necesitan las hilanderas. "La situación del agro, en este momento está muy complicada, y el cultivo del algodón se rota con cultivos como maíz y soya, que hacen parte de un esquema de seguridad alimentaria que tenemos en el país, por eso mismo creo que hay que mantenerlo. La reducción del arancel definitivamente afecta a la producción nacional de hilos y en consecuencia al cultivo del algodón", concluyó Cesar Pardo.