Domingo, 19 de Octubre de 2025

Jóvenes, a votar

ColombiaEl Tiempo, Colombia 18 de octubre de 2025

Editoriales
Mañana, domingo 19 de octubre, hay en Colombia una jornada electoral importante

Editoriales
Mañana, domingo 19 de octubre, hay en Colombia una jornada electoral importante. Se celebran en todo el país las elecciones a los consejos municipales y locales de juventud, una cita con la democracia que convoca a cerca de doce millones de jóvenes entre los 14 y los 28 años. Pocas oportunidades hay tan valiosas para reafirmar que la participación no se agota en las urnas ni se reduce a la "alta política", si cabe el término. Estas elecciones son la ocasión para que las nuevas generaciones hagan sentir su voz en las decisiones públicas y consoliden espacios que, si se toman en serio, están llamados a transformar el modo en que el Estado escucha y actúa frente a sus ciudadanos más jóvenes. Los consejos de juventud son un mecanismo de participación con una valía importante. Se trata de instancias autónomas de concertación, veeduría y control ciudadano donde los jóvenes pueden debatir, proponer y vigilar la gestión pública desde su territorio. Son, además, una escuela de liderazgo y ciudadanía. Es cierto que en los anteriores comicios, los primeros, que tuvieron lugar hace cuatro años, la participación fue baja -apenas del 10 por ciento-, pero quienes se eligieron demostraron que incluso desde los márgenes es posible incidir. En municipios como Solita (Caquetá), Suba o Valledupar, los consejeros impulsaron políticas públicas, centros de atención y programas de cultura, trabajo y salud menstrual que hoy benefician a miles. Por eso es cuando menos lamentable que el Gobierno Nacional les haya dado la espalda a estos espacios. Los consejos de juventud nacieron para fortalecer la democracia participativa, y por ende, se comete un grave error ubicándolos en un segundo o incluso tercer renglón frente a la protesta social. Tampoco son, que quede claro, una vitrina simbólica. La indiferencia del presidente Gustavo Petro frente a ellos -manifestada en su desdén por reunirse con sus integrantes y en la falta de apoyo institucional y presupuestal- no solo es, reiteramos, un error político: es un triste desperdicio de una notable oportunidad para construir legitimidad desde el diálogo intergeneracional. Desconocerlos equivale a renunciar a una de las pocas instancias que canalizan las demandas juveniles de manera pacífica, deliberativa y propositiva. Así pues, mañana el país tiene una nueva oportunidad de corregir esa indiferencia. Mientras mayor sea la participación, más robusta será la masa crítica de jóvenes comprometidos y más contundente el mandato para que se les reconozca el lugar que merecen en lo público. Colombia necesita renovar su democracia y eso no se logra solo con reformas institucionales, sino con ciudadanos que las hagan realidad. De nada sirven los cambios en el diseño o en las normas si no hay respuesta de la gente. Si lo que se quiere es transformación real, si se busca que la democracia responda a las nuevas realidades, el único camino válido y urgente es fortalecer las instancias creadas para traer aire fresco: las de los jóvenes que creen en la participación y que mañana tienen, una vez más, la palabra. editorial@eltiempo.com
De nada sirven los cambios en el diseño institucional o en las normas si no hay respuesta de la gente. El llamado a los jóvenes es a participar.
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela