Sábado, 25 de Octubre de 2025

Irazábal: "Hay un prejuicio del dirigente nacional de creer que puede decir qué hacer hasta en el último pueblo"

UruguayEl País, Uruguay 25 de octubre de 2025

El intendente de Flores ya aplicó un plan de "racionalización" de las horas extra y las compensaciones; la medida está "generando dificultades en lo personal para algunos funcionarios" pero cree que hay que generar un sistema más "sostenible".

Diego Irazábal, de Alianza País, es intendente de Flores después de ganarle a sus 46 años a Armando Castaingdebat. Tiene una particularidad: es licenciado en ciencias políticas por la Universidad Católica de Uruguay aunque nunca ejerció.

Está para hacer "lo necesario y no lo conveniente como político", y quiere "transformar" su departamento, donde creció y crecen sus hijas. Sabe que las limitaciones que implementó en horas extras y compensaciones -las que el "político te da o te quita"- está "generando dificultades en lo personal para algunos funcionarios", pero dice que hay que generar una "realidad más sostenible" y "terminar con la inseguridad".





-Una de sus particularidades es que es licenciado en ciencia política. ¿Qué tanto de la teoría se aplica a la realidad?

-Me di la cabeza contra la pared porque descubrí la política real. Nunca ejercí como politólogo, siempre estuve en la actividad política. Han sido 20 años de aprendizaje -que me llevaron a ser intendente con mi propia agrupación- pero también de golpe con la política real. Carlos Vaz Ferreira decía que había dos cosas que no se podían hacer en política: no interesarse e interesarse exclusivamente. Cometí el error de hacer lo segundo. Es una actividad cuya psicología no es muy positiva. Siempre tuve el desafío de la academia, la investigación o el leer otras cosas para salir un poco de ese mundo porque, en exclusiva, no lo recomiendo.


-Su intendencia, previo a que asumiera, tuvo un déficit de $ 13 millones en 2024. Al asumir, habló de una reestructura. ¿Qué acciones implementó?

-Venimos a hacer lo necesario y no lo conveniente como político. Ya se empezó a poner orden: se comenzó a trabajar para adecuar el organigrama del siglo pasado al siglo XXI, modernizar la gestión y terminar con discrecionalidades y arbitrariedades que están instaladas en el sistema político departamental. Hemos tomado decisiones de impacto. Hicimos un plan de racionalización de horas extras -siguen habilitadas, no se prohibieron-, que estaban muy por encima de los porcentajes que se puede permitir un departamento como Flores. También se eliminaron las compensaciones fijas de dinero que se otorgaban de manera discrecional, así como también se aplicaron franjas de descuentos. El 90% de los ingresos de la intendencia se van en gasto de funcionamiento, remuneraciones y presupuesto de la Junta Departamental. Es imposible desarrollar un departamento con esos números. Cuando los políticos hacemos lo conveniente, es "pan para hoy y hambre para mañana". Lo conveniente atrasa, no te deja crecer.

-¿Cómo lo ven los funcionarios?

-Creo que el lunes va a haber una manifestación. Soy consciente de que estas medidas están generando dificultades en lo personal para algunos funcionarios, sé que el cumplir con el deber está causando algún sufrimiento. Hemos generado una realidad donde la gente necesita de la compensación y la hora extra para vivir, y son dos cosas que el político las da o las quita. Quiero terminar con esa inseguridad y empezar a crear una realidad más sostenible.



-Habla de una discrecionalidad de horas extras y compensaciones que venían del gobierno departamental anterior, del Partido Nacional. Pero, además, los blancos están al mando de la intendencia desde que se creó.

-Fui parte de los gobiernos anteriores, y soy parte del sistema y de una cultura política que tenemos que cambiar. Reconozco que yo, Diego Irazábal, he sido parte del problema como actor político departamental que formó parte de las anteriores administraciones. Diría que es fruto de un sistema y de una manera de gestionar que lleva décadas. Por eso no quiero caer en la chicana política de decir "esto es cuestión de mi antecesor". Sería muy mediocre de mi parte.
-¿Hubo recortes de funcionarios?

-No. Sí tengo a estudio las más de 100 empresas contratadas por la intendencia, entre las que hay una cantidad de monotributistas Mides a las que decidí extenderles el contrato hasta fin de año. Tomé la decisión cuando asumí porque se supone que hay una vulnerabilidad social detrás de la contratación, no obstante, está a estudio dado que no es así en todos los casos. La suma de los funcionarios, unos 670, y las contrataciones se llevan el 60% del presupuesto. Sí se cortaron muchas empresas de servicios profesionales de distintas disciplinas como arquitectos e ingenieros, y de gente que generaba una compañía para trabajar y facturarle a la intendencia.

-¿Se cortó porque se encontraron irregularidades?

-No, porque vencieron sus contratos al cierre de la administración y decidimos no renovarlos porque no estaban alineados con los fines estratégicos. El problema es que solo en el sector público nos damos el lujo de creer que pasan las décadas y se mantienen nuestros puestos de trabajo. Eso pasó en la intendencia y mucha gente entendía que su lugar estaba dado. Pero no.


-¿Cuántas horas extras se recortaron?

-Se llegó a tener niveles de 16.000 a 19.000 horas extras en algunos meses y ahora estamos entre 10.000 y 11.000. No obstante, entendemos que aún sigue siendo alto para Flores. Hemos generado una dinámica donde la hora extra ya está incorporada en la dinámica diaria laboral de mucha gente. Entonces, si a veces se le pierde el control, se dispara la cantidad.
-Se votó en el Senado un proyecto de ley para cambiar el ingreso a las intendencias. Siempre están en la mira y ahora dice que tuvo que hacer recortes porque había cierta desprolijidad...

-Estoy totalmente de acuerdo con el proyecto de ley. Lamento que hayan dejado fuera a los entes autónomos y a la administración central de gobierno, y que el dedo acusador sea solo para las intendencias. Aquí aplico lo que dice Mario Benedetti en "El país de la cola de paja": los partidos se reparten las culpas cuando se trata de asuntos económicos, pero cuando entramos en la moral política -que involucra a todos- se advierte un paulatino declive de lo decente. Veo que está el dedo acusador de ciertos dirigentes de partidos que, si uno lo mira con perspectiva histórica, no nos pueden dar clase de moral política. A su vez, todos somos parte de un sistema político que ha generado capas y capas geológicas en el Estado.

-¿Cree que hay un prejuicio muy fuerte hacia las intendencias y no, por ejemplo, hacia los ministerios?

-Hay un prejuicio del dirigente nacional de creer que tiene la autoridad moral de decir qué es lo que se tiene que hacer hasta en el último pueblito. Es el país centralista que tenemos: se cree que hay una especie de provincianismo donde somos todos medios atropellados, que no tenemos método, que somos medio faltos de estudio. Hay un prejuicio de creer que los políticos que juegan en primera división son los únicos que tienen ideas pragmáticas y saben hacia dónde hay que ir, y que a nivel local carecemos de eso. A veces siento que, cuando hablo con políticos nacionales, tengo que estar hablando del 2029 y 2030.

-¿Siente que solo se acuerdan de los del interior cuando se acercan las elecciones?

-No. Siento que muchas veces no saben cómo acercarse a nosotros para trabajar en otro plano. Nos ven como juntadores de votos en el interior. A mí la pregunta clásica que me hacen quienes me conocen a nivel nacional es: "¿Vos con quién estás?". Contesto, estoy acá, soy de tal sector. Pero no es lo que me moviliza. Me mueve la política local y cómo puedo cambiar la realidad a Flores, y ahí es donde siento que pierdo un poco de capacidad de diálogo. Y considero que esto está en el fondo de lo que tenemos que discutir cuando hablamos de la reflexión del partido.

-Flores es uno de los departamentos que incluyó el primer encuentro regional de autocrítica del Partido Nacional. ¿Qué valoración hace?

-Me quedó clarísimo que tenemos que popularizar al partido, conectar con las mayorías y con los jóvenes.



-¿A qué se refiere con popularizar al Partido Nacional?

-Nuestra mística, lenguaje, propuestas, sueños, tienen que llegar a la mayoría de la población y sobre todo a los sectores que están más postergados o son más pobres. Tenemos que representar una esperanza para esa parte de la población y para los que más sientan que no les habla el sistema político. Tenemos que demostrar que el partido puede transformar el Uruguay, y para ello hay que transformar personas. Nadie en Uruguay está transformando personas. Le doy un ejemplo que para mí es dramático: hoy tenemos más jóvenes de Flores en Durazno en la cárcel que estudiando en la UTEC. Tengo que darlo vuelta. Si no hacemos algo hoy por los jóvenes, el Flores de los próximos años no lo vamos a conocer. Nuestro gran activo es la calidad de vida, lo que va a hacer que la gente tenga ganas de irse a vivir o invertir en el departamento.



-¿Qué se tendría que haber hecho diferente en las elecciones nacionales?

-Hay procesos de discusión interna que se tendrían que dar en ámbitos más participativos. Discusiones vinculadas a la conformación de la fórmula, los reordenamientos de los senados y de otras cuestiones estructurales o coyunturales. En eso el partido a veces no es participativo. Además, se tendría que haber empezado mucho antes a recorrer el país y haber conectado a nivel más comunitario. Es ir a los barrios, es entrar a los boliches y almacenes, es hablar con el vecino que sale a recibirte, es recorrer la campaña. Y eso como partido no lo hacemos, lo hacen los dirigentes, unos más que otros. Pero como partido esto nos faltó de manera más sostenida.

-¿Fue errónea la elección de Valeria Ripoll para la fórmula?

-Hoy elijo no responder porque perdió vigencia la respuesta. Creo que el proceso tal vez no fue el que a los blancos en su conjunto nos hubiese gustado.

-¿Debe ser más colectiva la decisión de la fórmula?

-Sí. ¿Quién decide quiénes son los compañeros de fórmula? ¿Solo el candidato o un partido? "Creo" -entre comillas porque no participé de esa instancia- que fue solo el candidato. Hay que reflexionar cómo nos incluimos más todos como blancos, no si sos de la lista oficialista o no (a nivel departamental), o quién era más "delgadista" que el propio Delgado y quién es más "luisista" que el propio Luis. Estamos en esa permanente comparación.

-¿Para usted la competencia interna no suma tanto?

-Es estéril en la competencia nacional. Sirve para marcar unos votitos más en la diputación o el Senado.













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