Los desafíos del sector de seguros: impuestos, clientes volátiles y "un mercado que no crece hace ocho años"
Gustavo Trías, presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros
"Si la Argentina no crece, el sector asegurador tampoco", resume Gustavo Trías, presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS)
Gustavo Trías, presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros
"Si la Argentina no crece, el sector asegurador tampoco", resume Gustavo Trías, presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS). Y afirma que como mercado su aporte es respaldar y darle la posibilidad a que las inversiones y el crecimiento puedan desarrollarse. "No podemos generar nuevos riesgos. Los riesgos son los que existen sobre los bienes y las actividades que ya existen", resume.
En diálogo con LA NACION, Trías hace un repaso de la situación del mercado asegurador en tiempos de incertidumbre. Destaca que la baja de la inflación y el desempeño de la actividad en el primer semestre del año influyeron de manera positiva en la facturación. Sin embargo, asegura que van por el cuarto año consecutivo de pérdidas económicas y que la judicialidad y la carga fiscal siguen siendo los reclamos principales.
- ¿Cuál es la situación actual del mercado asegurador?
- Por primera vez en muchos años, hemos crecido en términos de facturación 8,6 puntos porcentuales por encima de la inflación durante nuestro último ejercicio (julio 2024-junio 2025). Esto tuvo un doble apalancamiento, por un lado, el desarrollo que experimentó la economía en el primer semestre de este año; y por otro, la baja de la inflación, que hizo recuperar el valor de las pólizas. Sin embargo, cuando vamos a los resultados, la cosa no ha variado demasiado. El sector entró en su cuarto año consecutivo de pérdidas económicas. Eso genera riesgos de que algunos jugadores puedan entrar en insolvencia. Desde ese punto de vista, la Superintendencia de Seguros de la Nación estuvo muy activa, cerrando compañías o intimando con aportes de capital a aseguradoras. También se establecieron normas de reservas más rígidas, especialmente en el rubro de automóviles, que concentra casi el 45% de la producción.
- ¿A qué se refiere con pérdidas económicas?
- Este año la pérdida consolidada del mercado fue del 2,5% de las primas emitidas y es el cuarto ejercicio económico en el que el sector en su conjunto ha tenido resultado negativo (dos puntos promedio por año) si realizáramos un balance consolidado de todas las compañías. Obviamente están las que ganan y pierden. En el caso de las que vienen con varios años consecutivos de pérdidas, lo que se produce es un debilitamiento de la empresa y, si no generan aumentos de capitales, comienzan rápidamente a corregir sus resultados al alza, lo que puede complicarle la existencia futura. El regulador, a través de los balances trimestrales, controla la solvencia y los capitales mínimos para operar de todo el mercado. Y cuando encuentra dificultades debe tomar medidas de análisis y control sobre esos jugadores, puede exigir aumentos de capital por incumplimiento de la regulación o tomar medidas como suspender la emisión de pólizas o inhibir bienes.
- ¿Cómo está la relación entre inflación y daños patrimoniales?
- Hubo dos efectos importantes con respecto al desarrollo de los siniestros. Durante 2022 y 2023 teníamos dos complejidades. Una tenía que ver con la inflación, que estaba totalmente desbocada e incontrolada. Y la otra, con el cierre de la economía. El problema con las importaciones generaba otro tipo de inflación, que era producida por el desabastecimiento de piezas y partes, tanto de vehículos y maquinaria, como de materiales para reparaciones. Todo eso generaba una inflación adicional porque quien tenía la pieza o el repuesto le ponía el precio que quería. Y, a su vez, eso también generó incremento en las tasas de robo de autopartes, como ruedas y baterías. Esos temas se fueron corrigiendo y le dieron mucha más previsibilidad al sector en términos del costo de los materiales para reparación.
- ¿Cuáles son los problemas que aún persisten?
- El impacto más negativo en todo lo que es el rubro patrimonial se da en algunas oportunidades que tienen que ver con los juicios civiles por accidentes de tránsito. Si bien no son muy relevantes (solo el 1,5% de los accidentes de tránsito llegan a juicios) nos encontramos con fallos judiciales complejos que actualizan las tasas activas de la fecha del hecho cuando la sentencia está fallada a valores de hoy, entonces generan una doble actualización. Eso es muy perjudicial para el sector, porque arrastra a todo el resto de los siniestros. En el rubro riesgo del trabajo, la situación en temas judiciales es totalmente diferente porque la judicialidad está totalmente descontrolada. El 25% de todos los siniestros llega a etapas judiciales y eso ha generado una crisis total del sector. Este año se están iniciando 130.000 nuevos juicios que se suman a un stock ya acumulado de 300.000 juicios. Los juzgados laborales son tan nocivos como el resto de la dinámica laboral que existe en la Argentina.
- La carga tributaria ha sido un reclamo histórico del sector. ¿Lo sigue siendo?
- Es un tema dramático que sufre toda la Argentina. Cuando uno toma el precio del seguro que contrata un particular (salvo que sea seguro de vida, que no tiene IVA) el 33% corresponde a impuestos, mientras que los aseguradores pagan el 8% de la prima que facturan en tributos. Hay algunos impuestos que desconocemos cómo se utilizan, como el que va a la Agencia Nacional de Seguridad Vial, equivalente al 1% de las primas del sector asegurador en automóviles. Después tenemos otros impuestos como el manejo del fuego y bomberil, que también desconocemos su destino. Y además, los ingresos brutos, los sellados provinciales y las tasas municipales. La carga impositiva es muy fuerte en la Argentina, cuando en el 90% de los países del mundo no existe el IVA a la actividad aseguradora, porque no es un sector que agregue valor, sino una actividad que genera cobertura sobre el valor ya creado.
- ¿Cuál sería el principal problema, entonces?
- No hay un problema principal, es una sumatoria de cosas. Por un lado, tenemos el tema judicial, que impacta fuertemente. Y por otro, el resultado de las inversiones. La incertidumbre genera volatilidad en las carteras. El 50% de las inversiones del mercado asegurador están en títulos públicos de la deuda y todas las variaciones que sufren el valor de los bonos argentinos genera mucha incertidumbre en el sector. Depende el momento en que te toque cerrar los resultados, te afectó mejor o peor. Ese es un tema muy importante, pero creo que es un compendio.
- ¿Notaron cambios de tendencias en la cartera de clientes en el último tiempo?
- Hubo algunos traspasos hacia cobertura más bajas. La gente cuida un poco más el bolsillo o busca bajar el costo de los seguros. Pero, en general, no ha habido grandes cambios. Lo que tenemos es un cliente cada vez más informado, con muchas posibilidades de comparación de precios a través de Internet, por lo cual la competencia en el mercado es bastante alta. Esto es muy importante en un mercado que no crece. Hace ocho años que nuestro mercado tiene el mismo tamaño. Al ser un sector que no es muy transaccional (uno no tiene un siniestro todos los días) hay mayor volatilidad de los clientes porque como el servicio no se usa (o eventualmente) es difícil "probarlo" y muchas veces se cambia por razones de precio.
- ¿Qué proyecciones hacen en el escenario poselectoral?
- Necesitamos que la macroeconomía se ordene, que se genere certidumbre para que las inversiones puedan fluir en mejor medida y que el país vuelva a la senda de crecimiento. Lo único que el mercado asegurador puede hacer es respaldar y darle la posibilidad a que las inversiones y el crecimiento en la Argentina puedan seguir desarrollándose. Y como mercado mismo de seguros no podemos generar nuevos riesgos. Los riesgos son los que existen sobre los bienes o las actividades que ya existen. Estábamos muy esperanzados, y esperamos seguir estándolo.
- Si bien la inflación bajó, es probable que el comportamiento de la economía continúe siendo errático.
- Todo lo que ha sido el desarrollo del sector en los últimos ocho años no le ha permitido crecer. El sector no tiene tanta volatilidad en términos de facturación porque es prácticamente siempre la misma masa de asegurados los que existen. La verdad es que no ha habido en los últimos años una caída masiva de póliza por falta de pago. Ese es un dato importante, pero que también tiene alguna correlación con que quienes están asegurados son quienes tienen un determinado nivel económico, de formalidad. Y eso, también, lo que ha generado es que si la Argentina no crece, el sector no crece. En los últimos años la Argentina tuvo un año que creció, otro que decreció, uno que creció, otro que decreció. Sin embargo, nosotros creemos que si la macroeconomía se ordena y pasamos a ser un país un poco más normal, tenemos mucho para crecer como sector en todos los negocios de personas. Si tenemos en cuenta los años ‘90, la última época de la Argentina con una inflación contenida, los seguros de personas estaban en el orden del 24% de las primas del sector. Hoy son el 14%, casi la mitad.
- ¿Hacia dónde podría ampliarse el sector?
- Hay mucho trabajo para desarrollar en el ámbito público-privado, para hacer coberturas para las grandes catástrofes (sequías, inundaciones), que en general no están cubiertas, y también para poder generar una mejor calidad de vida al sector más pobre de la población, que hoy está en el orden del 30%, a través del desarrollo de seguros inclusivos. Seguros con bajo monto, pero que le permiten a las personas poder cubrir gran parte de sus necesidades, tanto en salud como en reposición de bienes, como en distintas protecciones. Sin embargo, para eso es necesario también una actitud más proactiva de los gobiernos eliminando impuestos porque no le podemos pedir a una persona que tiene muy poca capacidad de ahorro y de pago, que encima saque dinero para pagar más impuestos.
- ¿Necesitan cambios en la regulación?
- Hemos tenido unos cuantos cambios a nivel reglamento de nuestra actividad específica, pero los impactos más grandes vienen de la carga impositiva, que depende tanto de las cámaras nacionales y provinciales, y después otro tanto del sistema judicial, que depende del Poder Judicial. Estamos atravesados por todos los estamentos. Por eso, lo más importante es que el Poder Ejecutivo pueda llevar a cabo toda esta promesa de baja impuestos que tiene en mente.