Por qué Colombia no necesita una nueva reforma tributaria
Colombia podría financiar más de diez reformas tributarias sin aprobar una sola ley nueva
Colombia podría financiar más de diez reformas tributarias sin aprobar una sola ley nueva. Esa es la afirmación de Jairo Orlando Villabona, exdirector de la Dian y analista tributario, quien sostiene que el problema no está en la falta de reformas, sino en la ineficiencia y desigualdad del sistema actual. Según sus cálculos, entre la evasión fiscal y los beneficios tributarios, el Estado deja de recibir más de $230 billones de pesos al año; lo cual abre la puerta a que el país se plantee si en realidad necesita una nueva reforma, como la que busca actualmente el presidente Gustavo Petro, a quien le faltan $16 billones para los gastos del próximo año. Villabona plantea una idea contundente y es que "en Colombia no necesitamos una reforma tributaria"; todo bajo un argumento que parte de una realidad que ha denunciado por años y es que mientras el Gobierno busca nuevos ingresos, las fugas por evasión y exenciones fiscales superan con creces el recaudo potencial de cualquier reforma. Debido a esto, señala que "con la plata que se pierde en evasión y beneficios tributarios podríamos pagar más de 10 reformas". En un video del Grupo de Estudios Fiscales y Equidad, de la Universidad Nacional, el exdirector de la autoridad tributaria explicó que las distorsiones del sistema no solo afectan el recaudo, sino también la competitividad y el empleo y para explicar mejor su argumento, citó recordó que sectores como la industria manufacturera y la agricultura, que generan la mayor cantidad de puestos de trabajo, pagan una tasa efectiva de entre 23% y 24%, mientras que el sector financiero, con alta rentabilidad y menor generación de empleo, tributa apenas alrededor del 16%. "Los sectores que alimentan más familias terminan pagando 45% más de impuestos", advierte Jairo Villabona, quien además sostiene que esa diferencia viola los principios de progresividad y equidad que deberían guiar un sistema tributario moderno, ya que "no se cumple el principio de eficiencia ni el de justicia fiscal". Así mismo, desde su perspectiva, la razón de fondo para todo esto es que las exenciones y beneficios tributarios se han convertido en privilegios concentrados, que benefician principalmente a las grandes empresas. De hecho, asegura que el 10% de las compañías más grandes del país concentran casi todas las exenciones vigentes, lo que deja por fuera a la mayoría del tejido empresarial. Aunque esos beneficios se justifican en teoría como incentivos para promover el empleo y la inversión, Villabona sostiene que no existen evidencias sólidas de su impacto real y por el contrario, asegura que la política tributaria ha terminado castigando a quienes producen y cumplen, mientras otorga alivios a sectores con mayor capacidad de influencia económica. En su análisis, el problema va más allá de las cifras, destacando que es una cuestión de voluntad política y control institucional y que "el problema no es cuántas reformas hacemos, sino la falta de valentía para enfrentar la evasión y los privilegios", dado que combatir la evasión debería ser el eje de cualquier estrategia fiscal, antes que aumentar impuestos o crear nuevos tributos; razón por la cual advierte que "mientras sigamos mirando hacia otro lado, el Estado seguirá cargando a la clase media".