La contienda empezó, la estrategia aún no
Víctor Muñoz
Colombia ha entrado oficialmente en la antesala de las elecciones de 2026, y el tablero político comienza a definirse
Víctor Muñoz
Colombia ha entrado oficialmente en la antesala de las elecciones de 2026, y el tablero político comienza a definirse. El Pacto Histórico dio el primer golpe estratégico al definir un candidato único. En una contienda fraccionada, esto representa una ventaja clara. Con una narrativa en construcción y una base consolidada, es probable que en las próximas encuestas su aspirante supere el 25% en intención de voto. Si resuelven sin tropiezos sus pendientes jurídicos y consolidan una interconsulta con figuras como Roy Barreras o Luis Gilberto Murillo, podrían escalar aún más. La gran incógnita sigue siendo Claudia López: su decisión de ir a consulta o directamente a primera vuelta podría cambiar el panorama. En el centro político, el anuncio de una consulta entre Mauricio Cárdenas, Juan Manuel Galán y David Luna es una señal de madurez. Esta consulta podría tener nuevos integrantes, con nombres como Sergio Fajardo o Juan Daniel Oviedo, convirtiéndose en una propuesta interesante y una alternativa real. Sin embargo, la idea de confluir en una gran coalición con la centro-derecha parece hoy un poco menos probable. En la centro-derecha, el panorama es más difuso. Abelardo de la Espriella podría medirse en consulta contra la carta del Centro Democrático, donde María Fernanda Cabal parece perfilarse como ganadora, según los diferentes sondeos. La gran apuesta sería ampliar esta consulta hacia una coalición más robusta, con nombres como Aníbal Gaviria, Daniel Palacios, Enrique Peñalosa, Efraín Cepeda, Felipe Córdoba, Juan Guillermo Zuluaga, Mauricio Gómez o incluso Vicky Dávila. Pero esto requerirá menos ego y más pragmatismo para tomar decisiones. Desde junio, en el centro y la derecha se han multiplicado los precandidatos, se ha diluido el mensaje y se ha amplificado el ruido. El 17 de diciembre será un primer filtro: de más de 80 aspirantes por firmas, apenas una decena lograría cumplir los requisitos que exige el proceso electoral, depurando así un escenario caótico. A estas fuerzas les llegó la hora de bajarle a los egos, subirle a la estrategia y dejar de alimentar candidaturas sin opción real, que solo benefician al Pacto Histórico. Y no olvidemos que, aunque la consulta del Pacto Histórico bajó de 5,8 a 2,7 millones de votos, fue sin la estructura ni el aparato de un día electoral como el de marzo. De hecho, en las listas al Congreso repitieron la votación de 2022, lo cual manda un mensaje de fortaleza y capacidad de crecimiento en el Senado en 2026. La Izquierda demostró que cuando hay poder en juego, su base se activa. La contienda empezó. Pero la verdadera batalla será entre la estrategia y la improvisación.
Emprendedor, investigador, analista.