Jueves, 30 de Octubre de 2025

¿Cómo está el mal llamado atraso cambiario y qué destaque se dio con las expectativas de suba de precios?

UruguayEl País, Uruguay 30 de octubre de 2025

¿Por qué se dice que está "mal llamado" el atraso cambiario? La denominación "atraso cambiario" corresponde a economías que fijan su tipo de cambio, algo que Uruguay dejó de hacer en junio de 2002.

Redacción El País
El "mal llamado" atraso cambiario tuvo un leve empeoramiento en el segundo y tercer trimestre, según los datos del Banco Central (BCU). Además, la autoridad monetaria revisó a la baja la senda proyectada de la inflación y destacó los "mínimos históricos" de la suba de precios esperada por analistas, el mercado financiero y los empresarios.


¿Por qué se dice que está "mal llamado" el atraso cambiario? La denominación "atraso cambiario" corresponde a economías que fijan su tipo de cambio, algo que Uruguay dejó de hacer en junio de 2002, cuando en plena crisis puso fin a las bandas de flotación (que establecían un "piso" y un "techo") del dólar. Desde ese momento, la moneda estadounidense flota libremente en Uruguay y por tanto es el mercado de cambios el que determina su precio. Desde el 31 de agosto de 2021 además, el BCU dejó de intervenir en el mercado cambiario.

¿Cómo se puede determinar entonces el "mal llamado" atraso cambiario? Dicho de otra manera, ¿cómo se determina que hay una brecha negativa del valor del dólar ajustado por inflación en Uruguay respecto a otros países? Para ello el Central calcula el Tipo de Cambio Real de fundamentos, que no tiene en cuenta solamente la situación puntual del Tipo de Cambio Real (TCR), sino que incorpora lo que marcan los fundamentos económicos, para determinar si hay brecha negativa (dólar ajustado por inflación "más barato" de lo que debería) o positiva (dólar ajustado por inflación "más caro" de lo que debería).

Según el Informe de Política Monetaria del BCU para el tercer trimestre del año, "el TCR de fundamentos (TCRf) estimado por los servicios técnicos (promedio de tres versiones de modelos macroeconómicos) se depreciaría en el tercer trimestre, impulsado por la caída de los términos de intercambio".

"Al comparar con la estimación realizada en el informe anterior, se observa que la brecha de TCR aumenta -en valor absoluto- en el segundo trimestre de 2025 (al ser de -10,5% en vez del -9,9% estimado previamente), así como en el tercer trimestre de 2025 (al ser de ?14,4% en vez de -11,4%), debido a la caída experimentada por el TCR efectivo y, en menor medida, por el aumento registrado por el TCRf", afirmó.

Así, "la brecha de TCR que incluye las estimaciones de los modelos y mediante filtros (promedio de cinco metodologías) se ubica en -9% en el tercer trimestre de 2025", indicó el BCU. Esto puede leerse como que el "mal llamado" atraso cambiario era de 9% en el tercer trimestre o dicho de otra forma, el tipo de cambio real (dólar ajustado por inflación y comparado con socios comerciales relevantes) estaba 9% debajo del que indican los fundamentos de la economía uruguaya.

Además, el Banco Central también estima el Índice de Excedente Bruto de Explotación Unitario de la Industria Exportadora (IEBU), una aproximación a la rentabilidad que tienen los exportadores y otra forma de ver qué tan competitivas son las ventas al exterior de Uruguay frente a otros países.


Los datos del IEBU están disponibles con mayor rezago y según los últimos "ajusta 3% a la baja durante el segundo trimestre respecto al trimestre anterior", expresó el reporte del BCU.

"En la comparación interanual este indicador se ubica 2,7% por debajo de lo observado en el mismo trimestre del año anterior, como resultado del aumento de los costos unitarios y estabilidad de los precios de exportación", agregó.

¿Qué pasa con la suba de precios?

En los 12 meses cerrados a setiembre, la inflación en Uruguay fue de 4,25%, en línea con la meta del BCU de 4,5% (que tiene una tolerancia de 1,5 puntos porcentuales hacia arriba y hacia abajo de ese guarismo).

"La senda proyectada de inflación se revisa a la baja respecto al Informe de Política Monetaria anterior", dijo el Central y agregó que "en el tramo inicial del horizonte de política monetaria (siguientes 24 meses), se ubica por debajo tanto de lo estimado previamente como de la meta de política", es decir debajo de 4,5%.


"Hacia el final del horizonte (es decir, al final de los próximos 24 meses), converge a valores similares a los proyectados en el informe anterior y alcanza el objetivo en los últimos trimestres", indicó.

En tanto, "la confianza de que la inflación promedio del horizonte de política monetaria (es decir, de los ocho trimestres proyectados) se encuentre dentro del rango de tolerancia (de entre 3% y 6%) sigue ubicándose en 63%. Asimismo, la confianza que la inflación se encuentre por debajo del piso referencia se mantiene en 21%", proyectó el informe.

"En particular, se destaca que la inflación de los precios transables (aquellos que se comercian con el exterior y se ven afectados por el dólar) se ubicaría por debajo del objetivo durante gran parte del horizonte de política monetaria. Esta evolución responde a un menor punto de partida y es consistente con las proyecciones de debilidad del dólar a nivel global y el dinamismo moderado que se espera de los precios de importación", analizó.

Mientras, "la inflación de los no transables (NTX, que se comercian solo localmente) ingresaría al rango de tolerancia en el último trimestre de este año y se mantendría a lo largo de todo el horizonte de proyección, aunque en niveles algo superiores a los previstos en el informe anterior durante los primeros trimestres", añadió.

Para el BCU, "esto es el resultado de incorporar las nuevas pautas salariales, las que, al no incluir correctivos simétricos, determinan salarios nominales algo mayores en la primera parte del horizonte de política monetaria. Sin embargo, al incluir una mayor moderación salarial nominal hacia más adelante, la trayectoria luego converge hacia lo proyectado en el trimestre previo".

"Al final del horizonte de política monetaria, la inflación NTX se ubicaría aún 1 punto porcentual por encima del objetivo del BCU. Esta desinflación estaría sustentada en una evolución salarial más moderada, en el marco de una menor inflación proyectada, mayores avances en credibilidad y expectativas de inflación más ancladas", agregó.

El informe evaluó que "en el escenario de referencia, la política monetaria se mantiene inicialmente en una fase contractiva y luego pasa gradualmente a una fase neutral, en un contexto en el cual las expectativas de inflación convergen hacia la meta a lo largo del horizonte de política monetaria. Esta trayectoria también está influida por factores macroeconómicos, como la brecha negativa del TCR, que persiste durante el horizonte, aunque se reduce parcialmente hacia el final, y una brecha del Producto Interno Bruto (PIB) levemente negativa en el horizonte de proyección".

"Estos elementos contribuyen a sostener una postura monetaria neutral en la segunda parte del horizonte de política monetaria", añadió.

El destaque de la reducción de las expectativas

El reporte del BCU destacó que "en el tercer trimestre del año, todos los indicadores de expectativas de inflación monitoreados por el BCU para el horizonte de política monetaria (24 meses) mostraron caídas importantes, y se ubicaron en sus mínimos históricos".

"Como resultado, el indicador resumen de las tres encuestas (a analistas, mercados financieros y empresarios) se redujo a 4,95%, 53 puntos básicos por debajo del trimestre anterior", indicó el Central.

"En el trimestre, las expectativas de analistas descienden 60 puntos básicos, las de los mercados financieros (encuesta a operadores primarios) caen 48 puntos básicos y de los empresarios, que son las más rígidas, caen 50 puntos básicos. Como resultado, en setiembre todas ellas se ubican en sus valores mínimos: 4,6% analistas, 4,75% operadores primarios y 5,5% empresarios", explicó el reporte.

"Es de destacar que tanto analistas como operadores primarios se ubican muy cerca de la meta del BCU en el horizonte de política monetaria. Al analizar la encuesta a analistas, se observa que sus expectativas convergen al objetivo del BCU en los tres horizontes relevados (12 meses, 24 meses y cinco años). En particular, la brecha de credibilidad desaparece en el mediano plazo, ya que la mediana de sus expectativas a cinco años alcanzó 4,5%, el objetivo del BCU", agregó.

Según el Central, "el continuo descenso de las distintas mediciones de expectativas inflacionarias por parte de los agentes es consistente con la menor inflación observada y refleja la progresiva ganancia de credibilidad de la política monetaria, un reforzamiento del esfuerzo de comunicación y su consistencia con las demás políticas macroeconómicas".



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