Rebeldes de extrema derecha
Ese concepto de una rebeldía de derecha me rechina en la cabeza
Ese concepto de una rebeldía de derecha me rechina en la cabeza. No lo entiendo. Supongo que ya con eso revelo la generación a la que pertenezco, pues estoy más cerca de los cincuenta que de los cuarenta y quizás por ello miro con cierta distancia a las nuevas generaciones. Pero los jóvenes de ahora no son los de antes. Así lo confirma el estudio de CIS en España, donde los electores menores de 30 años han llegado a duplicar su intención de voto por la extrema derecha respecto a las elecciones de 2023. Para ellos, el contraste con quienes los antecedieron no es, como lo era antes, dejarse crecer el pelo, salir a marchar o fumar yerba. Al contrario, el giro significa un regreso a valores tradicionales como la familia, la religión y la estabilidad. Los sondeos revelan que el grupo de entre 18 y 29 años de edad se ubica más a la derecha que cualquier otra cohorte de edad, con registros que son los más altos en cuarenta años. Para muchos de quienes sufrieron el franquismo y sus secuelas, o escucharon de sus padres y abuelos lo que fue una dictadura que terminó hace medio siglo, la juventud solo demuestra su ignorancia con esta tendencia, su falta de información y de conexión con el pasado. En un reportaje del diario El País, algunos de los entrevistados expresaron lemas como: ‘La rebeldía ha cambiado de bando’, o ‘Queremos darle una patada al tablero bipartidista’. Entre sus razones argumentan el descontrol a la hora de admitir migrantes, la falta de oportunidades profesionales, la escasez de vivienda y el costo de la vida. Lo cierto es que esta tendencia no es solo española. Aparte de lo que representa Trump en Estados Unidos, la ultraderecha se expande por Europa como un cáncer. En Francia con Marine Le Pen, en Italia con Giorgia Meloni, en Alemania con Alternativa para Alemania (AfD), y la lista sigue. La política capitaliza el resentimiento y la frustración de una juventud que siente que vive en peores condiciones de las de sus padres y no lo perciben como algo temporal. Sin duda el fenómeno es una tendencia teñida de islamofobia, pues son muchos los que dicen pagar demasiado en impuestos para que los beneficiarios sean los migrantes "que vienen con sus costumbres, sus lenguas y su religión a no trabajar ni integrarse a nuestro país". Algunos analistas han considerado que, en el caso del Viejo Continente, la ultra derecha representa para los jóvenes una ruptura con la política tradicional, un salto al abismo de lo desconocido. Palabras más, palabras menos, así explican algunos el hecho de que haya ganado Milei en Argentina. Se trata de optar por fenómenos "antisistema" sobre formas tradicionales de gobierno. Quizá no es de sorprenderse que en Argentina, acaso el país más europeo de América Latina, esté sucediendo algo así o que en Chile un candidato radical de derecha se vea con grandes opciones de pasar a la segunda vuelta de las presidenciales. En el caso de Colombia, si nos guiamos por lo que se ve en otros lugares, sería de esperar un giro en el mismo sentido en las próximas elecciones, al menos si se aplica la lógica del péndulo. Si en España el tema es la migración, en Colombia la seguridad encabeza la lista de las preocupaciones, según las encuestas disponibles. Un sondeo reciente, apoyado por este periódico, mostró a mediados de este año que el 58 % de los jóvenes se consideran de centro; el 26 %, de derecha, y el 16 %, de izquierda. Esas proporciones difieren de las que muestran un equilibrio en los extremos entre la población en general. ¿Cuál parece ser la causa? Los jóvenes colombianos comparten la decepción respecto a un gobierno que incumplió sus promesas, al tiempo que aspiran a encontrar alguien que no represente al establecimiento y que los haga sentir parte en una sociedad que, según múltiples testimonios, se ha olvidado de ellos. @melbaes
Tendencia de nueva generación
Melba Escobar