Preparativos para transitar dos años en soledad política
Karina y Javier Milei
La dimensión de la victoria obtenida el 26 de octubre por La Libertad Avanza (LLA) hizo caducar de inmediato el acuerdo para un gobierno de coalición y volvió prescindibles a los funcionarios que trabajaron para concretarlo
Karina y Javier Milei
La dimensión de la victoria obtenida el 26 de octubre por La Libertad Avanza (LLA) hizo caducar de inmediato el acuerdo para un gobierno de coalición y volvió prescindibles a los funcionarios que trabajaron para concretarlo. Fortalecidos por ese resultado, Karina y Javier Milei se disponen a transitar en soledad política la segunda mitad del mandato presidencial.
No es novedosa la rectificación de un plan concebido para enfrentar una crisis cuando ese riesgo fue disipado. En este caso, el impacto negativo de una derrota en los mercados. Al contrario, confirma la adhesión plena de los Milei a un principio inalterable de su denostada casta, el poder no se comparte. A menos que sea inevitable por necesidad. Guillermo Francos y Lisandro Catalán se quedaron sin lugar en el nuevo orden establecido por lo drástico del cambio. Más sorpresiva que la designación de Manuel Adorni para sustituir a Francos en la jefatura de Gabinete fue la de Diego Santilli por Catalán en el Ministerio del Interior. Sobre todo porque desnuda las limitaciones de gobernar únicamente con quienes ofrezcan garantías de lealtad absoluta: la regla que impulsa la secretaria general. Karina resistió el ascenso de Santilli al primer lugar de la lista de diputados nacionales tras la renuncia de José Luis Espert. Tal vez una secuela de su vínculo con Santiago Caputo. Pese al esfuerzo de sus voceros en transmitir lo contrario, la vertiginosa reconfiguración del oficialismo mantendría al asesor presidencial bajo cierto estado de inquietud.
¿Participó Caputo de las conversaciones que Francos tuvo con Mauricio Macri? El exjefe de Gabinete promovió un acercamiento con el expresidente a fines de septiembre, cuando el gobierno atravesó sus días más complicados. Incluso le solicitó en público su participación en la campaña. Si existió, el acuerdo que habrían alcanzado tenía como prioridad la llegada de Cristian Ritondo a la Cámara de Diputados y la de Guillermo Montenegro y Cecilia Loccisano al Ministerio de Justicia y al de Salud, respectivamente, para relevar a Mariano Cúneo Libarona y Mario Lugones.
Desconfiado por otros incumplimientos, Macri se comprometió formalmente con la campaña. Poco, tal vez, a la luz del resultado electoral que fortaleció a los rivales de Caputo: Karina Milei, Lule y Martín Menem, el titular del cargo que deseaba Ritondo. Y el espacio en el que orbitaba, en apariencias, Francos. El nuevo cuadro de situación puso todo bajo revisión. Cúneo Libarona celebró que Milei le rechazó su renuncia con una nueva postergación a la entrada en vigencia del régimen acusatorio. Quizás porque, como sostuvo eufórico alguien en Comodoro Py: "es más fácil arreglar con siete jueces federales que con 48 fiscales". El clima en el que Caputo le ordenó a Lugones que haga reemplazar a Loccisano, su segunda, por Guido Giana, acaso para desmentir cualquier vinculación que se le pueda endilgar con esta murmuración. Alimentada, además, por la medida adoptada por Luis "Toto" Caputo: a través de la ARCA, que conduce Juan Pazos, hizo designar a Esteban Marzorati director adjunto de Aduanas. Un cargo inexistente creado el 29 de octubre por el mismo decreto de la ARCA que designó a Marzorati. Un gasto que seguramente el superávit fiscal puede amortizar. Hasta esa fecha, Marzorati fue secretario de Comercio e Industria del Ministerio de Economía. Desde ahora, será el adjunto de José "el Negro" Véliz, quien representa a Santiago Caputo en la Aduana. ¿Una disfunción política en la familia? Luis es el tío de Santiago. Véliz comparte con Andrés Vázquez, titular de la DGI en la ARCA, nexos con la comunidad del espionaje local.
El oficialismo le ofreció a Ritondo la AFI y el Ministerio de Seguridad para compensar su frustrada expectativa de presidir Diputados. El jefe del bloque de Pro en esa cámara confió a sus íntimos que se negó a aceptar porque nadie que dirigió la AFI pudo después tener un cargo electivo. Y que no está dispuesto a reprimir a jubilados si fuese ministro. El mensaje encriptado en esos argumentos es el aparente malestar con el gobierno que lo acercó de nuevo a Macri.
Aunque no se lo haya dicho a Santilli en la cena de camaradería que le organizó, Ritondo no descarta ser candidato a gobernador. Probablemente sea parte del protocolo en la sociedad política de equilibrio inestable que mantienen. El éxito de la negociación de Santilli con los gobernadores para que le aprueben leyes a Milei dependerá del papel que desempeñe Pro en el Congreso. A Ritondo le disgustó que Patricia Bullrich fracturara el bloque horas antes de la reunión entre Macri y Milei.
Igual que Francos, Bullrich pidió que Macri se involucre en la campaña. La presunción es que la ministra estaba algo más que al tanto del fallido acuerdo. La negativa de Ritondo a sucederla no tranquiliza a Bullrich. Esa propuesta es una señal de que no está firme que su segunda, Alejandra Monteoliva, sea quien ocupe el cargo. Bullrich intentó sin éxito obtener algún indicio en la reunión que los legisladores electos mantuvieron con el presidente.
La estrategia para evitar que otro dirigente que no sea Milei acumule poder no detiene su marcha, como ya lo sabe Santilli. Ni los buenos oficios de Fernando Elías con los Menem pudieron atenuar la influencia que Lule pretende ejercer en la cartera política. Lule es el número dos de Karina en la secretaría general. El exvicepresidente del Banco Ciudad está ligado a los Menem por viejos vínculos familiares. Esta es la atmósfera en la que Cristina resolvió descongelar la negociación con el gobierno para ampliar la Corte Suprema .
El peronismo no atina a dar con una vía para superar el dilema que le plantea la expresidenta. Aún encarcelada por la causa Vialidad y con el juicio por Cuadernos en marcha, su imagen positiva es de casi 37 puntos en todo el país y de 40 en la provincia de Buenos Aires. Valores similares a los de Axel Kicillof en sondeos de la primera semana de noviembre en poder de intendentes del conurbano. Profundizado por la derrota, el conflicto en Fuerza Patria se trasladó a la Legislatura, donde el gobernador precisa aprobar un nuevo presupuesto, la autorización para contraer deuda y una ley tarifaria. El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, adelantó el lunes que se promoverá el déficit cero, una rebaja impositiva en el impuesto automotor y no se reajustará Ingresos Brutos ni el Inmobiliario rural. Los legisladores están abocados a estudiar con detalle ese cálculo de recursos por billones de pesos y un endeudamiento por más de tres mil millones de dólares.
Algunos se preguntan cómo se alcanzará esa meta. Ingresos Brutos representa el 80 por ciento de los ingresos. Más polémica es la reducción de la coparticipación a los intendentes. Además de atar fondos para obras públicas al endeudamiento. Para tomarla no solo precisa de autorización legislativa, también de la de los ministerios del Interior y de Economía. Resulta lógico que Kicillof le reclame por carta a Milei ser parte del diálogo con los gobernadores, del que fue excluido.
La unidad en el peronismo como requisito para conservar la provincia de Buenos Aires fue puesta en crisis el 26 de octubre. ¿Será Milei el árbitro de una disputa en la que favorezca a Cristina y La Cámpora? Es una de las incógnitas de los dos años que prevé transitar en soledad.