Sábado, 08 de Noviembre de 2025

Andy Chango, entre el vértigo de las hornallas de MasterChef, su opinión de Wanda Nara y un especial festejo

ArgentinaLa Nación, Argentina 30 de octubre de 2025

Andy Chango, sobre MasterChef: "Es un planeta raro, me enajena de la realidad, me despierto en ese planeta y eso te saca de otros dolores

Andy Chango, sobre MasterChef: "Es un planeta raro, me enajena de la realidad, me despierto en ese planeta y eso te saca de otros dolores. El mundo está complicado y la Argentina también, y esto es evadirse"





Aún no son las doce del mediodía, casi de madrugada para muchos músicos, Andrés Fejerman sube al auto que lo llevará desde su casa hasta Martínez, donde son las grabaciones de MasterChef . Durante el extenso trayecto se convierte en Andy Chango para hablar con LA NACION. El tiempo de la entrevista parece calculado, dura los cuarenta minutos del viaje, ni un minuto más ni uno menos. Lo suficiente para hablar de su paso por el reality que se emite por Telefe (de domingos a jueves, a las 22) y su relación con sus compañeros y jurados y de su regreso al rock luego de 25 años con un show el 11 de diciembre en Niceto. Andy Chango: "Cada tanto me pasan cosas que ni yo sospechaba que me podían pasar"



Muchos aún lo recuerdan por sus cruces con Lucho Avilés en Indomables . Él no reniega de eso ni de sus discusiones con Mauro Viale, tampoco le molesta que lo reconozcan por las albóndigas que le hizo a Damián Betular, Germán Martitegui y Donato de Santis en el programa de Wanda Nara ni por haber interpretado de Charly García en la biopic de Fito Páez , El amor después del amor . Sin embargo, admite que encuentra una paradoja porque dedicó su vida y su carrera a la música y que le gustaría que su popularidad estuviera de la mano con su trabajo en los escenarios.

—¿Cómo estás en MasterChef ?

—Bien, aunque siempre con la incertidumbre de que no sabés si la semana siguiente te toca irte. Respecto a los horarios, mi psiquiatra me canceló definitivamente porque se cansó de reprogramar, el psicólogo no, es más comprensivo. De todas formas se va arreglando, se avisa sobre los compromisos antes de arrancar, por ejemplo tuve el rodaje de una película y el 11 de diciembre hago mi show en Niceto. Es entendible porque si tuvieras todo el tiempo libre, en realidad no serias celebrity, si te va más o menos bien, siempre algo tenés.

—Ahora vamos a hablar del show en Niceto, pero antes, ¿por qué aceptaste entrar a MasterChef ?

—Un poco por aventurero, me encanta meterme en mundos ajenos. No tengo tele, tampoco googleé, sabía que a Joaquín Levinton le había ido muy bien y él no tiene idea de cocina, así que pensé "si él puede, yo puedo" y cometí un error porque más allá de la cocina, Joaquín es más resistente para este tipo de trabajos, pero cada día lo disfruto más. Es un planeta raro, me enajena de la realidad, me despierto en ese planeta y eso te saca de otros dolores. El mundo está complicado y la Argentina también, y esto es evadirse.

—¿Y con la cocina cómo te llevás? Son buenas las devoluciones del jurado.

—Yo siempre cociné, sobre todo desde que fui padre de familia, pero me gusta hacerlo desde el relax: copa de vino, música de jazz o clásica, y en el mercado elegir con calma los productos. Viví en España y el proceso del mercado va acompañado de unas cañas y tapitas, y algo de eso estoy llevando dentro del nerviosismo general que se desarrolla, yo logro mantener mi pequeña nube. Mi calma me conduce, ir lento me conduce a terminar antes. "Vísteme despacio que estoy apurado", dice la famosa frase.

—¿Cómo te llevás con el jurado?

—Con el jurado me divierto mucho, los amo. No sé qué pensarán de mí, pero lo más divertido es cuando les llevo el plato y tienen que castigarme o alabarme y defenderme, esa interacción me produce gracia. Están muy acostumbrados y la tienen clara, no tienen que repartirse los papeles, lo que veo es que son los tres iguales, tienen una gran afinidad entre ellos y saben dónde van.

—¿Y Wanda?

—No la conocía. Siempre escuchaba hablar de ella a La Barby cuando hacía su columna de espectáculos en el programa de la Negra [Vernaci]. Yo la noté relajada, está en su hábitat. Hay buena onda en general, cada productor, cada persona que te recibe lo hace con buena onda y es recontra importante. Lo mismo con bajada de línea, no hay tensión más allá de la cocina. "Es muy curioso, llegué y dije: "qué hago acá, Andrés cometiste el error de tu vida y no podés irte porque ya firmaste", recordó Andy Chango sobre sus inicios en MasterChef

—¿Y con tus compañeros?

—Es muy curioso, llegué y dije: "qué hago acá, Andrés cometiste el error de tu vida y no podés irte porque ya firmaste". Me quería matar porque sentía que estaba en un mundo que no me pertenecía. Todos hablaban entre ellos, periodistas con periodistas, influencers con influencers , actores con actores y yo, solo en un sillón y al segundo día, ya me acostumbré. Hay un chat que se llama MasterChef y hay muy buena onda. No hay nadie engreído, ahí hay megamillonarios y otros que no, gente del teatro y gente que juega a la pelota, algunos con veinte millones de seguidores... Es de lo más variopinto, pero no hay ningún engreído y no pensé que fuera a pasar, pero ahí estamos todos al mismo nivel, todos iguales.

—Eso adentro, ¿y afuera cómo estás con las repercusiones?

—Cuando salgo al bar de enfrente se echó a perder la tranquilidad, estoy hablando con mi hija y me interrumpen, me paran y me hablan de lo que cociné hace 14 días y es el tipo de fama que nunca me interesó. Me hubiera encantado ser famoso por la música, invito a todos a escucharme, es tediosa la fama y, por otro lado, no me subieron los seguidores en redes.

— MasterChef fue salir de la zona de confort, ¿algo similar a lo que te pasó en 2023 cuando interpretaste a Charly García en la serie El amor después del amor ?

—Totalmente, cada tanto me pasan cosas que ni yo sospechaba que me podían pasar. Me llamó Fito para hacer de Charly y mi hija se caga de risa, ahora también hice una película con un elenco... que no se puede contar, pero estrena el año que viene. Mi hija se pone feliz y es lo divertido de mi vida, que no sé lo que va a pasar.

"Vuelvo al rock"

—Ahora sí, contame de tus proyectos musicales, se viene un show importante.

—El 11 de diciembre hago un show en Niceto, a las 20. Vuelvo al rock, con producción de Bebe Contepomi, varios invitados, para ese día se paraliza MasterChef...

-Y sí...

-Vuelvo al rock después de 25 años... Sí, se cumplen 25 años de mi álbum Las fantásticas aventuras del Capitán Angustia, así que estoy feliz. Con una banda de jovencitos que tocan increíble, estoy alucinado con el relevo generacional en la música y chicos que la rompen. Hay una superación tremenda, no solo cómo componen sino de músicos en general, cualquier bajista o tecladista es buenísimo. Ya vienen de generación, la nuestra fue la segunda generación del rock, la primera fue la de Charly o Spinetta, y ellos la tienen más fácil, tienen más material, más comprensión de los padres, todo eso favorece el desarrollo. Y ni hablar cuando te hablan del plano de la pareja o del poliamor, son todo lo contrario de ese rock machista.

-¿En qué aspectos lo considerás así?

-Mejoraron en todos los aspectos. Aprendo mucho y es un gran acierto encontrarse con otras generaciones, no dejo de encontrarme con gente de mi edad, pero quedan pocos, muchos murieron y otros se volvieron confusos. Con otros, como con el Bebe atravesamos décadas y como decimos siempre, "quedamos bastante bien". Yo celebro todo, pero me doy cuenta de que la juventud te nutre, no desde un lado vampirístico, no los absorbo, sino que es recíproco.

—Dijiste al pasar que hoy los jóvenes tienen más comprensión del lado de sus padres, ¿te costó en tu casa decir que te querías dedicar a la música?

—Me costó menos que a otras personas, mis padres eran progres, pero había que ir a la universidad sí o sí y fui a la universidad de La Plata a estudiar música y me salió bien la jugada porque me pusieron mi primer departamento e iba a una universidad genial, como pasa siempre acá, con grandes profesores, pero sin tizas. El patio era como la serie Fama , salías y había gente bailando, otra filmando, muy lindo.

—Volviendo al show, ¿por qué esta vuelta al rock?

—El día del trabajador estaba en la radio con la Negra Vernaci y fui a saludar al Bebe (Contepomi) porque sabe que no trabajé en mi vida, "Nuestro día", le digo y él me dice "hagamos un Niceto y un disco en vivo para celebrar los 25 años de Capitán Angustia" y así armé la banda y a los días estábamos tocando. Aprendí que hay que hacer, no pensar. Hacés una cosa y te lleva a otra, hacés radio con la Negra y te lleva a hacer un disco con el Bebe, hay que estar en acción, lo aprendí. Tardé, pero lo aprendí.

"Una carrera extraña" Andy Chango: "La música es lo que menos repercusión tuvo y a lo que más me dediqué, se da esa paradoja"

—Pasaron más de 20 años, pero la gente se sigue acordando del "por supuesto, Lucho" y tus charlas con Avilés en Indomables , ¿renegás de eso?

—Yo construí una carrera extraña. En la calle me dicen "por supuesto, Lucho", "me aburro Mauro" (por un cruce con Mauro Viale), "grande Charly" (por su papel en El amor después del amor) y ahora "tremendas albóndigas", hay un nivel de confusión absoluta... La música es lo que menos repercusión tuvo y a lo que más me dediqué, se da esa paradoja.

—¿Cómo siguen tus próximos meses?

—Luego de MasterChef y el show, vacaciones, aunque aún no organicé mi año laboral. Y espero que la repercusión callejera del programa se vuelque también a las redes porque esto es trabajo.

—¿Te ves ganador?

—Ni en pedo... No me apunté para ganar, me encantaría que haya un premio intermedio, un campeón de la B a mitad del programa. Yo no estoy para competir en las instancias finales, me causaría insomnio, sería un trastorno.
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