Misión cumplida para el equipo de Diego Aguirre porque no dependía de sí mismo para ganar la Anual, pero hizo su parte. Y porque no pasó zozobras y se lo notó muy sólido frente a uno de los mejores equipos del Clausura.
"Para ser campeón hoy hay que ganar", bajó desde la Amsterdam cuando terminaba el primer tiempo en el Estadio Centenario. La cabecera, que lució completamente pintada de amarillo y negro, se hizo sentir particularmente en ese momento, porque Peñarol ya le estaba ganando a Montevideo City Torque y en el Franzini Nacional perdía con Defensor Sporting.
El dominio del Manya adentro de la cancha, en el juego y marcador, transmitía entusiasmo hacia las tribunas. Hasta que la voz del estadio cortó con tanta dulzura y avisó el gol de Nicolás López en el Parque Rodó: "Hay gol de Nacional. Nacional 1, Defensor Sporting 1", se escuchó por los altoparlantes cuando iban 79'. Significaba el punto que le otorgaba la Tabla Anual al tricolor, más allá de lo que pudiera hacer el aurinegro.
El partido, prácticamente liquidado después del 2-0 de Arezo, bajó un nivel más de intensidad y terminó con una justificada victoria de Peñarol, que no pasó zozobras atrás ni sufrió la presión alta de Torque, y fue efectivo adelante en las pocas chances claras que generó.
Los hinchas del Manya dejaron el Centenario con la tranquilidad que les transmitió el equipo, porque cumplió con su deber y llega a la definición con viento en popa, quizás en el mejor momento del año. Y porque enfrente hay más dudas que certezas.
Los puntos altos contra Montevideo City Torque
Diego Aguirre le dio descanso a Maxi Silvera por un golpe que sufrió en la semana, y volvió a su viejo confiable 4-4-2, con Leo Fernández y Matías Arezo de dupla ofensiva. Stiven Muhlethaler cumplió otro vertiginoso partido por la banda y, ante las suspensiones de Nacho Sosa y Eric Remedi, en el doble cinco se entendieron bien Jesús Trindade (más posicional) y Leandro Umpiérrez (con mayor despliegue hacia adeante).
La llave del gol, sin embargo, la tuvo Gastón Silva. Se soltó por la izquierda, pisó el área y metió un fuerte buscapié que rebotó en el zaguero Eduardo Agüero y se le metió a Torgnascioli.
Hasta ahí fue rival el equipo de Marcelo Méndez, que producto de la presión que ejercieron sus dos extremos encontró tres chances de gol en pocos minutos: un cabezazo exigido de José Neris, un remate cruzado de Esteban Obregón que le sirvió al chileno Brayan Cortés para lucirse, y otro cabezazo de Neris que pasó cerca. Pero desde el 1-0 Peñarol dominó a gusto y comenzado el complemento encontró el segundo en los pies del goleador.
Leo Fernández recibió con espacio, la acomodó la pelota para su zurda y, cuando todos esperaban el latigazo al arco, la filtró para dejar a Arezo solo. El 19 definió sutil con el pie derecho y duplicó la ventaja para el Manya. El 10 no brilló, pero participó en los dos goles porque también habilitó a Silva en la jugada del primero.
En defensa, Javier Méndez y Nahuel Herrera cumplieron otro sobrio partido en la última línea, cada vez mejor consolidados. Y Pedro Milans cubrió su sector y parece de a poco recuperar su nivel, para ganar un lugar en el 11 de las finales. "Tomamos algunas precauciones", dijo Aguirre tras el partido en relación a Maxi Olivera, Lucas Hernández y Silvera, pero aseguró que van a estar. Sin ser arrollador, Peñarol ganó sin despeinarse y se lo nota sólido para la definición.