Martes, 11 de Noviembre de 2025

¿Por qué importa Edmund Burke?

UruguayEl País, Uruguay 11 de noviembre de 2025

Poco conocido por estas latitudes, Burke tuvo una influencia enorme en su tiempo.

Edmund Burke es tanto el más grande como el más subestimado pensador político de los últimos 300 años" comenta uno de sus biógrafos más recientes, Jesse Norman y, aun descontando su entusiasmo, es cierto que es uno de los más grandes.

Poco conocido por estas latitudes, Burke tuvo una influencia enorme en su tiempo pero, mucho más relevante aún, se convirtió en una de las grandes referencias intelectuales de los siglos siguientes hasta nuestros días.

Dwan e Insole, en un trabajo reciente, subrayan que es "una de las figuras más importantes en la historia del pensamiento político moderno, pero su pensamiento sobre la política no es fácilmente reducible a una filosofía general o mayormente coherente" Salvo por las primeras publicaciones de su juventud, el grueso de su obra trata sobre asuntos de la coyuntura de su tiempo, por lo que su discernimiento, como el de pocos autores, requiere de explicaciones, matices y contexto.

Más allá de la complejidad que encierra este asunto -así como su estilo retórico florido y punzante- adentrarse en el personaje devuelve con creces el esfuerzo. Pese a su carencia de sistema, su horror por el pensamiento abstracto y dogmático sin los pies en la realidad y su escasa propensión a generalizar, la inteligencia, perspicacia y conocimiento que demuestra su obra, junto a unos pocos principios nítidos y fundamentales, justifican el creciente interés en su legado.

No en vano el gran historiador Lord Acton definió a Burke como "el primero de los liberales, el primero de los conservadores". Mucha tinta ha corrido tratando de encasillar al político irlandés dentro de alguna de estas dos tradiciones, con la novedad de que, cada vez más, suele colocárselo dentro del liberalismo. En su libro publicado el año pasado comenta Ross Carroll sobre quienes piensan que el autor estuvo contra la modernidad: "Nada podría estar más lejos de la verdad. Burke fue un fervoroso modernizador y reformador que abrazó las nociones de la Ilustración de tolerancia religiosa, comercio y la aplicación del nuevo conocimiento a la mejora de todas las cosas, desde la agricultura a las cuestiones de Estado".

Su libro más conocido Reflexiones sobre la revolución en Francia, escrito apenas comenzado este acontecimiento, ha llevado a algunos a considerar a Burke un pensador reaccionario ignorando, verbigracia, que fue un gran entusiasta de la revolución polaca que ocurría al mismo tiempo. La gran diferencia entre la revolución polaca y la francesa, para el pensamiento de Burke, es que en la primera, "todo fue conservado en su lugar y orden, pero . todo fue mejorado" mientras que en la segunda primó la "locura metafísica" que ignora que la política "debe ajustarse no a la razón humana, sino a la naturaleza humana, de la cual la razón es solo una parte, y de ningún modo la parte más importante".

Hay mucha tela para cortar en las ideas de Edmund Burke porque su análisis nos lleva directamente a los fundamentos del pensamiento político moderno que es indispensable para entender mejor nuestro propio tiempo. No se trata de citar descolgadamente frases sueltas, sino de comprenderlo en el contexto de su tiempo y de su obra para descubrir lo mucho que pude aportarnos. Si el amable lector nos acompaña, emprenderemos esta tarea en próximos artículos.
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