Jueves, 13 de Noviembre de 2025

El 81% de los departamentos del país, en riesgo financiero

ColombiaEl Tiempo, Colombia 13 de noviembre de 2025

El avance regional en Colombia sigue condicionado por una vieja deuda que se enmarca en la falta de autonomía financiera, que se mantiene como un lastre para las regiones, mientras las necesidades de diversificar las fuentes de ingreso son cada vez más evidentes, así como la urgencia de un plan de crecimiento adaptado a las diferencias culturales y productivas que hay en la geografía nacional

El avance regional en Colombia sigue condicionado por una vieja deuda que se enmarca en la falta de autonomía financiera, que se mantiene como un lastre para las regiones, mientras las necesidades de diversificar las fuentes de ingreso son cada vez más evidentes, así como la urgencia de un plan de crecimiento adaptado a las diferencias culturales y productivas que hay en la geografía nacional. Así lo demuestra el más reciente Índice de Desempeño Fiscal (IDF) 2024, presentado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), según el cual el 81,2% de los departamentos del país se encuentran en la categoría de "riesgo", como resultado, entre otras cosas, de las limitaciones estructurales que impiden consolidar un manejo fiscal sostenible en los territorios. Lo primero a destacar en las cuentas de este informe es el deterioro generalizado, dado que el promedio nacional del IDF cayó de 56,6 a 53,5 puntos entre 2023 y 2024, una disminución de 3,1 puntos que se explica, principalmente, por el bajo desempeño en balance primario, inversión y endeudamiento. En palabras del DNP, los resultados "revelan la fragilidad de las finanzas territoriales frente a la dependencia de los recursos nacionales y las limitaciones en la gestión de ingresos propios" y se traducen en una alerta para la sostenibilidad fiscal de los departamentos. La entidad advierte que, aunque algunos territorios muestran avances en planeación y control del gasto, los indicadores agregados siguen reflejando una brecha amplia entre la capacidad institucional y la realidad de los ingresos, acotando que "el 45% de los ingresos departamentales proviene de transferencias nacionales". Por otra parte, el análisis del DNP clasifica los resultados en diferentes niveles de riesgo y solo Casanare logró ubicarse en el rango de "Solvente", mientras que San Andrés y Providencia cayó a "Deterioro", con 38,13 puntos, el más bajo del país. En contraste, departamentos como Cesar y Arauca destacaron por su capacidad de ahorro corriente y ejecución presupuestal, lo que los ubica en los primeros lugares del ranking; mientras que el informe destaca que la diferencia entre el mejor y el peor desempeño supera los 30 puntos, una brecha que ilustra la desigualdad fiscal y administrativa entre regiones. La presentación del índice también incluyó un cambio metodológico importante, ya que desde 2024 se reemplazó la tradicional clasificación por categorías establecida en la Ley 617 de 2000 por un esquema de "tipologías", con el fin de mejorar la comparabilidad entre entidades según sus condiciones geográficas, fiscales e institucionales. Este ajuste permitió agrupar a los departamentos de acuerdo con su capacidad de gestión, tamaño poblacional y grado de dependencia de recursos externos; pero también alteró algunos puntajes y posiciones. De acuerdo con el documento, Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca, Santander, Córdoba y Sucre perdieron más de cuatro puntos en el IDF debido a la nueva agrupación y con base en eso, se aclara que la variación no implica necesariamente un deterioro en la gestión, sino que obedece al nuevo marco de comparación que busca reflejar con mayor precisión la heterogeneidad regional. El DNP también destaca que, pese al retroceso general, algunos aspectos muestran señales de mejora, como es el caso de la dimensión de gestión financiera, que evalúa planeación, control del gasto y programación de ingresos; y en esta oportunidad presentó avances importantes. "Los departamentos con mayores capacidades institucionales evidencian mejores resultados en ahorro corriente y manejo de los presupuestos, un indicador de que las reformas administrativas empiezan a consolidarse en ciertas regiones. No obstante, esos logros aún son insuficientes para compensar la debilidad estructural de los ingresos", indicaron en el reporte. De igual forma, la entidad subraya que la sostenibilidad territorial no puede descansar únicamente en el control del gasto, sino que debe apoyarse en una mayor generación de recursos propios y una gestión tributaria más eficiente. En ese sentido, el informe plantea que los gobiernos departamentales deben diversificar sus fuentes de ingreso, impulsar la inversión productiva y fortalecer la capacidad institucional para formular y ejecutar proyectos de impacto. Así las cosas, la advertencia es clara y pone sobre la mesa que sin autonomía financiera, las regiones seguirán dependiendo del ciclo político y fiscal de la Nación y por eso las recomendaciones apuntan hacia un fortalecimiento del modelo de gestión pública. El documento sugiere "mejorar la calidad de la información fiscal reportada al CUIPO y al FUT", ya que la precisión y consistencia de los datos determinan la confiabilidad del índice y la capacidad de respuesta ante riesgos financieros.
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