La primera vuelta
Estamos todos nerviosos por esta primera vuelta, verdaderas primarias nacionales
Estamos todos nerviosos por esta primera vuelta, verdaderas primarias nacionales. Aunque no se quiera, la tensión ronda en cualquier lugar en el que uno esté, pues nadie puede marginarse de lo que sucede alrededor y que es tan importante para el propio país. Alguien puede no intervenir en política, pero la política interviene siempre con uno. La coyuntura histórica, una elección presidencial lo es, es el escenario en el que cada uno está situado y la propia vida nunca está fuera de esa contingencia. Por tanto, esta expectativa por los resultados de este domingo, todavía no definitivos en relación con la Presidencia, también modificará el tablado en el que nos movemos en términos electorales.
Muchas veces el voto no refleja lo que uno quiere, sino más bien lo que a uno le persuade como lo mejor para el propio país en medio de los candidatos reales, no hipotéticos, que aparecen en la papeleta. En este sentido, es fundamental para mí sopesar la gobernabilidad y la responsabilidad que se le ofrece a la nación. No basta ganar una contienda electoral, luego hay que conformar equipos que sepan dirigir y encarar adecuadamente los desafíos que vienen por delante. Los malos últimos años de Chile ameritan volver a la sensatez y no seguir con experimentos tan ingenuos como fracasados. A votar, entonces, con el corazón y la razón.