Manejo de las crisis

Gonzalo Gallo G.
Cada mañana en África despierta una gacela. Sabe que debe correr más rápido que el león o la matará. Cada mañana, un león se despierta. Sabe que debe correr más rápido que la gacela o morirá de hambre. Cada mañana cuando sale el sol, no importa si eres león o gacela, corre con entusiasmo. Vibra en amor y llena de confianza y de ánimo todo tu ser. Conecta con Dios en tu interior porque Él te regala la energía que precisas para triunfar. Eres más que un león o una gacela; da gracias por el milagro de estar vivo. Haz una lista de tus dones, sana tu pasado y, ante lo adverso, elige solo pensamientos positivos. Haz un buen manejo de la crisis con estos pasos: 1 Serénate y ten una visión real de los hechos. 2 Evita un manejo impulsivo, culpas y juicios que son un veneno. 3 Identifica las causas del mal y libera tu creatividad. Ve la otra cara de la moneda. 4 Ten autocontrol y elabora un plan de acción con todos los recursos posibles. 5 Establece metas claras, realistas, con fecha, y fija prioridades. 6 Sé humilde y busca aliados. 7 Toma decisiones acertadas y haz cambios con flexibilidad. Sé paciente. Una crisis surge de diversos factores, pide soluciones en distintos campos y llega a tu vida con sabias lecciones. Te invita a mejorar y renovarte. Cuando una crisis te azota cálmate, asúmela como un valioso aprendizaje y usas todos tus poderes: 1 Poder espiritual. La tremenda fuerza de la fe y de estar en sintonía constante con Dios. 2 Poder mental. Piensa en lo mejor para poder atraer lo mejor. Debe ser un pensamiento positivo persistente. 3 Poder emocional: cultiva emociones sanas y destierra las venenosas: odio, culpa, rabia, envidia. 4 Poder de la visualización: Medita, cierra los ojos y mírate logrando lo que deseas. 5 Poder de la relajación: Cada día saca tiempo para respirar profundo y meditar una media hora. Eso te llena de paz. 6 Poder de la palabra: Que tu diálogo interno y las palabras externas sean luminosas y motivantes. 7 Ganas mucho cuando te dedicas a tener tu mente enfocada en el presente y en ser consciente. Con disciplina y práctica crea ese buen hábito y, así, no dejas que la mente juegue contigo. Una mente enfocada en el ahora y lo positivo, lo bueno y lo hermoso, es una mente iluminada. Decreta: "Me amo y con dedicación soy el dueño de mi mente y de mis pensamientos. Hecho está". Pocos humanos se dedican a tener el control de su mente, y ella viaja al ayer o al mañana. Se aman tan poquito que ven y comentan cada día malas noticias. Ámate y cultiva solo pensamientos y palabras positivas. Enfoca bien tu mente o ella te maneja a ti.
Escritor y conferencista.