La Roja todavía late y vuelve a la victoria como visitante después de 1.383 días
La selección chilena, que no festejaba de forastera desde febrero de 2022 (ante Bolivia en La Paz), se impuso 2-0 en Sochi con aciertos de Gonzalo Tapia y Ben Brereton, con un rigor defensivo plausible. El martes, el examinador será Perú. Nicolás Córdova insiste en defender el proyecto que lidera. "Créanme que no está todo tan mal", manifestó.
M ás de tres años encogiéndose de forastero. El martirio fuera de las fronteras se terminó para la selección chilena, que no ganaba en condición de visitante desde el 1 de febrero de 2022, cuando superó 3-2 a Bolivia en La Paz (con Martín Lasarte de técnico). Entre medio venció a Albania, pero jugando en Parma como campo neutral. La maldición se rompió en un amistoso, pero igual vale.
La Roja en Sochi recuperó aire desde lo esencial: volver a ganar, ejercicio vital para acompañar el saber competir.
Y lo logró con conductas que se valoran en tiempos en que hay que rearmarse desde lo básico. El grupo de jugadores mostró compromiso con el plan de partido y peleó cada detalle para destrabar un año perverso desde los resultados.
La selección gestionó el resultado a partir del férreo orden defensivo, con mucho volumen en el retroceso, maquilló cualquier asomo de ripio y fisura, y sacó provecho de presiones bien aprendidas, ensayadas sobre la salida de Rusia, colectivo que no perdía desde 2021 y vio estallar un invicto de 22 jornadas.
El 5-3-2 o 5-2-2-1 (cuando Darío Osorio jugaba a la misma altura de Javier Altamirano) fue el diseño para pelear el partido donde más convenía. El rigor físico del local se sintió en la primera media hora, con extremos que inquietaban a pie cambiado: el zurdo Maksim Glushenkov y el diestro Aleksey Golovin, juntando mucho tráfico por el centro, y obligando a recorridos generosos de Rodrigo Echeverría y Vicente Pizarro.
Pizarro, vivo en su posicionamiento, fue clave en la apertura de la cuenta al capturar un pase interno del zaguero Igor Diveev, cedió a Javier Altamirano, que puso a correr con una asistencia de cabeza a Gonzalo Tapia, duro para resistir el marcaje en el área y certero al cruzar un zurdazo que venció al meta Stanislav Agkatsev (37').
En la segunda parte se acentuaron los roles. La "Sbornaya" metió mucha gente en ataque, sumó de pívot al fornido Nikolay Komlichenko y fue perdiendo paciencia ante el orden que lideró Guillermo Maripán, el eje de la defensa de cinco. Seguro y elástico, Lawrence Vigouroux. Un remate al travesaño de Glushenkov fue la única opción clara del rival.
Chile refrescó energía y activó a Ben Brereton como piloto de ataque, logrando premio en un marcaje alto sobre los defensores rusos. Rebote en Gabriel Suazo, que fue a hostigar al área rival, y el 2-0 le quedó servido al ariete del Derby County (76').
El equipo, emocionalmente fortalecido desde el marcador, nunca cedió en los duelos y supo gestionar el trámite con mucha cabeza y músculo. No se arrugó para tapizar las embestidas del oponente con un 5-4-1.
Sobre el final, después que Kirill Glebov fallara un cabezazo a pocos metros del arco chileno, hubo espacio para el estreno absoluto de Francisco Salinas y Agustín Arce, sosteniendo la victoria con un 11 fresco e impensado hace algún tiempo.
"Creo que unos de los ítems que mejor funcionó fue la parte defensiva, el equipo estuvo súper organizado y agresivo", valoró el técnico Nicolás Córdova, que ganó por primera vez dirigiendo la mayor (tenía tres partidos antes en la eliminatoria).
"Competir en este nivel es importante y que aparezcan jugadores es determinante; una de las cosas que me encomendaron en estos cinco partidos fue darle continuidad a un grupo de jugadores más jóvenes del que teníamos por obvias razones (...) Créanme que no todo está tan mal", añadió el estratega, que fustigó las especulaciones sobre un distanciamiento con Ariel Leporati, su ayudante en el periplo ruso.
Córdova volvió a machacar sobre el plan que lidera. "Desde hace 12 o 15 años estamos sin haber hecho un proyecto, y el actual es un proyecto federativo y se demora, porque los jugadores que van a jugar en el futuro hoy tienen 13, 14 y 15 años, hay que construirlo. Es un proyecto que habla de mejorar masas musculares, medidas antropométricas, distancias y conceptos de juego. Llevamos dos años, pero hay mucho por mejorar. Entre medio, hay que jugar torneos (...) Lo más que nos preocupa a nosotros, que es muy antipopular, es preparar a jugadores para el alto rendimiento, para jugar en la selección, yo cambio eso toda la vida por ganar, lo más importante es que la selección arriba esté bien, no lo contrario".
La trastienda en SochiPellegrini no se define
"Siempre he dicho que el club donde uno está tiene preferencia", aseguró Manuel Pellegrini, abriendo la chance de renovar su contrato con Betis, lo cual lo sacaría de carrera para dirigir a la Roja en lo inmediato. "También creo que sería bonito terminar mi carrera dirigiendo una Copa América o un Mundial, pero hay que clasificar para eso (...) Pueden quedarme cuatro años y también ocho, así que ya veremos qué pasa", sumó el ingeniero.
Uno menos
Afectado de una dolencia muscular en los aductores, Francisco Sierralta fue liberado por la selección y retorna a Auxerre.
Tarea con Perú
"Ojalá el martes pasemos una prueba que es siempre difícil para el fútbol chileno, a nivel de cultura deportiva, que es repetir altos niveles de rendimiento", dijo Nicolás Córdova, que dejó sin acción a seis jugadores de campo (Garguez, Sepúlveda, Saavedra, Millán, Núñez y Aravena y dos arqueros (Gillier y Mella).