PIB de 3,6% en el tercer trimestre: creció más
de lo que se esperaba
La economía colombiana sorprendió al crecer 3,6% en el tercer trimestre de 2025, un resultado que superó las expectativas de la mayoría de analistas y que refleja una dinámica más sólida de lo anticipado
La economía colombiana sorprendió al crecer 3,6% en el tercer trimestre de 2025, un resultado que superó las expectativas de la mayoría de analistas y que refleja una dinámica más sólida de lo anticipado. Según el Dane, este comportamiento se dio gracias al impulso de varios sectores de servicios y a la recuperación del consumo; pero la construcción y la minería la siguen pasando mal. Así, el dato del año corrido se ubicó en 2,8%, que confirma un cambio de tendencia frente al flojo desempeño de 2023 y comienzos de 2024. El Dane explicó que en lo corrido del año "las actividades económicas que más contribuyen a la dinámica del valor agregado son comercio, administración pública y agricultura", elementos que en conjunto están sosteniendo el avance del PIB incluso en medio de sectores que permanecen rezagados. De acuerdo con el reporte de la autoridad estadística, el mayor empuje provino de la administración pública, educación y salud, actividades que crecieron 8% y que explicaron 1,3 puntos porcentuales de la variación total; reflejando el peso creciente del gasto público en el desempeño reciente y consolidando además con un alza trimestral desestacionalizada del 3,4%, que muestra un ritmo sostenido. Otro de los motores del trimestre fue el comercio, el transporte y los servicios de alojamiento, cuyo valor agregado aumentó 5,6% y aportó 1,2 puntos porcentuales al crecimiento total. El Dane explicó que esto es resultado de una mejora del consumo y por mayor demanda interna que también se reflejó en el repunte de las importaciones, que crecieron 10% anual. La industria también mostró señales positivas, pues creció 4,1% y aportó medio punto a la expansión total del PIB. Dentro del sector manufacturero "elaboración de productos alimenticios y bebidas crece 4,1%" y que las actividades textiles y de confección tuvieron un avance de 9,4%. Aunque algunos subsectores continuaron contrayéndose, el balance general fue favorable y representó una recuperación significativa frente a trimestres previos. En contraste, la minería volvió a caer y se consolidó como uno de los grandes lastres del trimestre; ya que su valor agregado retrocedió 5,7%, golpeado especialmente por la caída de 18,2% en los minerales metalíferos y el decrecimiento de 5,6% en el carbón. El boletín explica que dentro de la actividad minera, "extracción de petróleo crudo y gas natural decreció 3,7%", un elemento que mantiene presionado al sector a pesar de un ligero repunte trimestral desestacionalizado de 0,8%. La construcción también continuó en terreno negativo, con una variación anual de -1,5% y un deterioro especialmente fuerte en edificaciones y allí se debe prestar mayor atención a la construcción de edificaciones residenciales y no residenciales, que cayó 8,3%, mientras que la obra civil avanzó 13,1%, evitando una caída mayor del sector. A pesar de este contraste interno, el peso de las edificaciones llevó a que la construcción siguiera restando al crecimiento total del PIB. Bruce Mac Master, presidente de la Andi, consideró que el dato es positivo porque "nos saca de los niveles del 2%" y refleja un repunte frente a los registros de 2023 y 2022. Sin embargo, advierte que el crecimiento depende en gran medida del consumo y de un gasto público que ha aumentado de forma muy acelerada. Para él, este impulso convive con sectores débiles como construcción, vivienda y minería, y con un Estado que "ha venido gastando dinero en forma muy importante", incluso mientras mantiene deudas pendientes y pocos avances en infraestructura. El comportamiento del consumo fue otra de las claves del trimestre, ya que este componente creció 5,7% anual y dentro de él, el gasto de los hogares aumentó 4,2% y el del gobierno lo hizo en 14,2%, lo que confirma el fuerte impulso fiscal; por lo que se destacó que "el gasto de consumo final crece 5,7%", mientras que en la serie desestacionalizada el aumento fue de 1,3%, consolidando una tendencia positiva frente a los trimestres anteriores. Mejoras en inversión Por otra parte, la formación bruta de capital también presentó una mejora, pues creció 2,2% anual y registró un incremento de 0,5% frente al trimestre anterior en cifras desestacionalizadas y aunque el avance todavía es moderado, el boletín resalta que "la formación bruta de capital fijo crece 4,8%", lo que sugiere un renovado interés en la inversión productiva; aunque se mantiene todavía en niveles bajos. En el frente externo, las exportaciones crecieron 2,2%, mientras que las importaciones lo hicieron en 10%, reflejando una demanda interna más dinámica pero un aporte negativo del sector externo al crecimiento; confirmando así que el país sigue expandiéndose principalmente por el consumo interno y no por la venta de bienes y servicios al resto del mundo. Para Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, el crecimiento alcanzado revela "una aceleración clara en el margen", reforzada por un avance desestacionalizado de 1,2% frente al trimestre anterior y explica que el motor central de este comportamiento fue "el gasto de consumo final, privado y público", impulsado por más empleo, salarios reales holgados y un gasto estatal especialmente elevado. El analista dijo que la inversión fija de 4,8% anual, sostenida principalmente por la maquinaria y equipo, que creció 13,9%; compensó la debilidad persistente de la construcción. No obstante, advierte que la vivienda cayó 8,6% y que las edificaciones siguen rezagadas, pese a que las obras civiles crecieron 3,9%.
Mauricio Hernández, de BBVA Research, dijo que la inversión bruta creció menos que la fija, lo que confirma "una caída de inventarios" y una demanda que avanza más rápido que la oferta. El desempeño trimestral ajustado por estacionalidad también mostró señales positivas al registrar un aumento de 1,2% frente al periodo anterior. Según el boletín, el crecimiento se apoyó en sectores como la administración pública, las actividades financieras y la industria y en precios corrientes, la economía creció 9,3% anual, una cifra influenciada por comercio, administración pública y agricultura, que crecieron por encima al promedio.