Estamos "regalados"
Si mañana un juez, fiscal o político estorba o no colabora, se "la van a dar".
La Constitución de la República es sagrada. Por tanto como principio general: no es bueno toquetearla demasiado. No obstante ello las amenazas del crimen organizado impone una revisión de nuestros institutos defensivos de emergencia Nacional.
Vivimos últimamente, situaciones de violencia extrema con atentados a figuras importantes de nuestro quehacer público. El mensaje es claro. "A ti Estado no te vamos a permitir ponernos límites y lo pagaras con tu vida y/o la de tus seres queridos".
Palabras más o menos va por ahí el mensaje mafioso. Y por si fuera poco nuestra fiscal de Corte y otros colegas nos están advirtiendo que se vendrán pronto atentados en serio contra jueces, políticos y periodistas. Lo que nos auguran es un escenario de sangriento descontrol a manos de bandas que pueden ser locales o pueden ser meros engranajes de poderosas organizaciones extranjeras.
Si mañana un juez, fiscal o político estorba o no colabora, se "la van a dar". El Uruguay tiene previsto en su Constitución 2 instrumentos jurídicos como medidas de excepción.
Somos un Estado de Derecho y eso significa que sus autoridades actúan siempre dentro del imperio de las normas jurídicas. Sometidos a los pesos y contrapesos de la separación de poderes y preservados los derechos humanos. Aún así el constituyente provee a) la Supresión de las Garantías individuales en casos de alta traición y b) las medidas prontas de seguridad. Ambos institutos requieren de la actuación conjunta del poder Ejecutivo y el Legislativo. Como son medidas de excepción se rigen por principios como la taxatividad, excepcionalidad y brevedad. Nuestra Carta Magna constriñe el campo de acción de nuestro aparato represor. En el caso de las Medidas prontas de seguridad todo accionar es comunicado a posteriori pero controlado por el Poder Legislativo y se limita a la aprehensión y/o traslado de personas. No es un cheque en blanco al Poder Ejecutivo. Donde mas podría tener recursos de excepcionalidad es en la Supresión de Garantías individuales, pero allí esta circunscrito a casos de traición a la patria.
Por tanto nuestra Constitución de 1966 jamás imagino un escenario donde un poder como el narcotráfico tiene un poder de fuego y salvajismo difícil de neutralizar.
Nuestra Constitución es sabia pero no la redactó Nostradamus. ¡Estamos regalados amigos! Lo repito. Cualquier respuesta del Estado frente a un desborde de bandas poderosas requerirá una acción patriótica, consensuada y firme de todo el sistema político. De lo contrario nuestras fuerzas policiales o hasta militares (si así lo dispusiéramos) sientan que su acción esta respaldada en una causa "País".
Las 2 Medidas que prevé nuestra Constitución son insuficientes e inaplicables y habrá que generar nuevos instrumentos y someterlos a consideración del Soberano. Esta columna es mi 3° aporte en este tema en 2 años y no he recibido hasta hoy ninguna señal de avance o sensibilidad del sistema político en este tema (a excepción del Dr. Zubía). Cuando todo lo que nos anunció la Dra. Ferrero se convierta en realidad espero no salgamos a llorar sobre la sangre derramada. Tanta tibieza y apatía del sistema asusta mas que la propia acción de los narcos. ¡Estamos regalados!