Eso no es amor
María Teresa Buitrago de Lamarcca, Rosa Elvira Cely, Nazly Johana Muñoz, María del Rosario Pabón, Claudia Gómez, Yudi Angélica Beltrán, Johanna Andrea Herrera Galán, Deyanira Ramírez, Valentina Trespalacios y Érika Aponte son los nombres de las diez víctimas de feminicidio a quienes la socióloga Juana Afanador quiso rendir homenaje en su libro Eso no es amor
María Teresa Buitrago de Lamarcca, Rosa Elvira Cely, Nazly Johana Muñoz, María del Rosario Pabón, Claudia Gómez, Yudi Angélica Beltrán, Johanna Andrea Herrera Galán, Deyanira Ramírez, Valentina Trespalacios y Érika Aponte son los nombres de las diez víctimas de feminicidio a quienes la socióloga Juana Afanador quiso rendir homenaje en su libro Eso no es amor. El libro rescata las historias de estas mujeres y de sus asesinatos a manos de sus parejas o exparejas para que sus vidas no queden en el olvido. La autora nos recuerda que, paradójicamente, estos crímenes ocurren casi siempre en el hogar, lugar que debería ser considerado seguro, y que muchos feminicidios podrían haberse evitado porque, en la mayoría de los casos, las mujeres ya habían denunciado a sus agresores. Conocer estas historias a través de los relatos de los familiares, sin enfocarse solo en la "escena del crimen", permite entender mejor las señales o alarmas que acompañan el feminicidio: el "manual", como lo llama la autora. Por ejemplo, saber que un crimen así nunca es cometido de un momento a otro, sino que hay una escalada de violencia que lo antecede, muchas veces durante años: violencias de todo tipo que la mujer soporta en silencio hasta que, en algunos casos, decide separarse. La separación, la idea de que la mujer ya no le pertenece, es, muchas veces, el detonante que lleva al victimario a asesinar a su expareja. Otro aspecto del feminicidio que poco conocemos es lo que sucede después del crimen: el duelo, los traumas familiares, el peso de la impunidad, el calvario del proceso legal, la revictimización, pues muchas veces el Estado no solo no previene los feminicidios, sino que culpa a las víctimas de su propia muerte. En cuanto a la impunidad, la autora señala que "no siempre los victimarios son procesados por este delito, sino por homicidio simple, lo cual conlleva penas bastante bajas. Y cuando no son capturados, alrededor del 33 % se fugan y el 11 % se suicidan antes de ser detenidos". Mucho menos nos detenemos a pensar en el impacto que estos feminicidios tienen en los familiares de las víctimas. En este sentido, el caso de Claudia Gómez es impactante. El 15 de noviembre de 2017, en Medellín, su pareja le disparó cinco veces en la cara al frente de varios de sus hijos. Según lo investigado por Juana Afanador, la cara es un sitio frecuente de heridas en este tipo de crímenes; de hecho, la desfiguración, como una manera de despersonalizar a la víctima, aparece en el 86 % de los casos de feminicidios reportados en América Latina. A sus treinta y nueve años, Claudia era madre de once hijos. Su victimario, con quien se había casado a los dieciséis años, desde el inicio de la relación no quiso que Claudia se viera con nadie, ni siquiera con sus hermanas, lo cual fue erróneamente considerado por la familia de Claudia como una característica del "marido cansón". Después de ser asesinada, su familia tuvo que hacerse cargo de sus once hijos. La autora destaca que en Colombia no existe un protocolo para reparar y atender a la niñez huérfana de feminicidio. Sin mencionar el daño inconmensurable que deja en los niños, quienes, en algunos casos, cargan con el trauma de haber visto cómo su padre asesinaba a su madre. Con un lenguaje claro y sencillo, y, en algunos relatos, con una crudeza necesaria, este libro escrito con la preocupación de no revictimizar a las víctimas, y con el cuidado propio de quien conoció el dolor de los familiares, retrata magistralmente las más complejas aristas del feminicidio, además de contribuir a desmitificar el amor romántico, pues la violencia, los celos y el control excesivo en una relación de pareja jamás deben ser considerados muestras de amor.
Relatos de feminicidios
Sara Tufano
Con un lenguaje claro y sencillo, este libro escrito con la preocupación de no revictimizar a las víctimas retrata magistralmente las más complejas aristas del feminicidio.