Pensamiento catastrófico colectivo
Tom Zaubler, Catedrático de psiquiatría en la Universidad Thomas Jefferson de New Jersey, define el pensamiento catastrófico como "una distorsión cognitiva que ocurre cuando las personas tienen dificultad sopesando las probables consecuencias del desenlace de un evento determinado
Tom Zaubler, Catedrático de psiquiatría en la Universidad Thomas Jefferson de New Jersey, define el pensamiento catastrófico como "una distorsión cognitiva que ocurre cuando las personas tienen dificultad sopesando las probables consecuencias del desenlace de un evento determinado. Entienden en su mente que la eventualidad de que un resultado terrible o catastrófico -altamente improbable- sea, por lo contrario, extremadamente probable, lo que conlleva para la persona mucho sufrimiento". Cuando ocurre que un número de personas habitualmente anticipan los resultados más negativos de un particular acontecimiento y magnifican la posibilidad de que sean estos los más probables desenlaces, causando ansiedad y temor, se denomina "pensamiento catastrófico colectivo". Lo anterior se manifiesta en que dicho colectivo concluye que el peor desenlace es inevitable, causando ansiedad y temor; una convicción interna con enfoque negativo y reacciones desproporcionadas. Lo puede ocasionar un estado de incertidumbre, una historia de contratiempos y la falta de control. La manera de enfrentarlo es centrándose en la capacidad del grupo de asumir desafíos con resiliencia y una marcada actitud esperanzadora. A nivel mundial este fenómeno se incrementó como efecto de la covid-19 y de los momentos difíciles que enfrentó la población como consecuencia de esa plaga. Aun cuando han pasado varios años, no hay un diagnóstico certero sobre las múltiples secuelas que esta dejó, ni de las cicatrices que permanecen abiertas por su causa. El fenómeno anunciado anteriormente se presenta en particular en la gran mayoría de la población que constituye el colectivo colombiano, adicionalmente como resultado de la forma en que Gustavo Petro ha dirigido el destino de la Nación y de los eventos cada vez más caricaturescos a los que este gobierno nos enfrenta en el día a día. Por lo anterior, es más importante que nunca para el colectivo no flaquear en su empeño de dar un vuelco al status quo. No es mirando al espejo retrovisor, ni proyectando los daños adicionales que puede causar en los meses que aún faltan de este cuatrienio, como se corregirá el rumbo y se le dará "vuelta a la torta". Hay que promover grupos de trabajo que diseñen los cambios requeridos para permitir desatar las fuerzas del progreso. Todo está para hacer. Un país lleno de recursos naturales valiosos y abundantes, permite proyectar, superar esta época y construir una sociedad que capitalice todo lo que trae la nueva tecnología. Superar el pensamiento catastrófico colectivo es una tarea a la que todos tenemos que prestar nuestro empeño. ¡Seguro que lo logramos!
Salomon Kassin
Banquero de inversión.