Pasado, presente y futuro de y por todos
Mario Hernández
Como es tradición por esta época del año, es la hora de balances y de proyección de corto plazo para lo que viene
Mario Hernández
Como es tradición por esta época del año, es la hora de balances y de proyección de corto plazo para lo que viene. Es un ejercicio natural que se hace en todos los niveles. Las empresas lo miden en resultados y logros, las familias en función de logros de sus miembros e individualmente de las más varias formas. En todos hay una dosis de subjetividad que se vale en medio de villancicos. Cuando hablamos de país, la realidad vivida permite todo tipo de interpretaciones, ajustada casi al pensamiento individual y de lo que afectó en estos doce meses anteriores y eso se extiende a los propósitos de corto plazo para el nuevo año, pero siempre en función de lo hecho en el transcurso de la vida. Y quizá ahí la está la diferencia entre lo que lo proyecta un joven que se espera tenga más vida por delante que quienes ya están en el sprint final, así todos tengamos ilusiones y ambiciones para el recorrido que resta. No podemos afirmar que nuestro país -y también el mundo- pasan por un buen momento y no se necesita ser erudito para comprobarlo, pero no podemos caer en el conformismo del "mal de muchos consuelos de tontos". Lo que hemos logrado los colombianos ha sido con esfuerzo y trabajo y así lo seguiremos haciendo si lo tenemos claro con total conciencia: el panorama económico del país pasa por un punto crítico: la inseguridad, la baja inversión, la incertidumbre regulatoria y la carga tributaria están frenando el desarrollo. La salida no está en guardar silencio como se plantea dizque para no polarizar, sino en la participación de todos en las decisiones que definirán el futuro inmediato pues "Si al país le va mal, nos va mal a todos". Por eso es la responsabilidad de todos escoger a los mejores para la dirección del Estado. No podemos volver a equivocarnos para superar este bache. *** Y retomando el espíritu de la época, acaba de salir en Japón un libro que ya ha vendido más de un millón de ejemplares, "La pared de los 80 años", (Hideki Wada) con mensajes como los siguientes, que comparto para quienes estamos por ahí: "Continúa caminando ..." La pérdida de la memoria no se debe a la edad, sino a la falta de uso del cerebro ..." Estar solo no es soledad, es pasar el tiempo en paz ..." haz lo que quieras, no hagas lo que no te gusta ..." No te involucres con personas que no te agradan ... las actividades que traen alegría aumentan la actividad cerebral ..." no dejes de aprender, envejeces ..." haz cosas que beneficien a los demás ..." "las personas alegres son amadas por todos".
Empresario exportador.