Argentina recibe un caramelo en el sorteo, que esconde trampas para los sudamericanos

En una ceremonia extendida, en la que el fútbol salió con fórceps, porque recién después de 80 minutos de música, discursos gradilocuentes y homenajes: se entregó el Premio FIFA de la Paz al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump (ver información en la página A6), se puso en escena el sorteo de las 12 zonas que agrupan a las 48 selecciones que participarán en la 23ª edición de la Copa del Mundo.
"Serán 104 Super Bowls en un mes", graficó el timonel de la FIFA, Gianni Infantino, el dirigente políglota que tomó un rol muy activo en el Centro John Kennedy para las Artes Escénicas en Washington, en una jornada salpimentada con excentricidades: Lionel Scaloni, el seleccionador argentino, entró en escena con unos llamativos guantes blancos portando el trofeo mundial que acredita a su país como el campeón vigente.
Los bolillas de los cuatro bombos fueron saliendo de sus ensaladeras extraídas por leyendas del deporte norteamericano, cuya relación con el "soccer" es nula, procedentes de fútbol americano (Tom Brady), hockey sobre hielo (Wayne Gretzky), basquetbol (Shaquille O'Neal) y béisbol (Aaron Judge). Un show con todos los ingredientes, abierto por Andrea Bocelli y con Village People en el cierre, además de Robbie Williams incorporado en el rito.
Argentina sacó cuentas felices, porque tendrá margen para calentar motores en la fase de grupos. El exdefensor Néstor Clausen, nundialista trasanidno en 1986, imagina el recorrido de la Albiceleste: "Argentina tiene una fase de grupo fácil, podrá clasificar en el primer lugar. Si pasa dieciseisavos contra España o Uruguay, tendrá posiblemente a USA o Paraguay en octavos, y se vendría un lindo partido en cuartos, ya que Messi se podría enfrentar a Ronaldo (Portugal). De seguir pasando, la semifinal será entre el ganador de Brasil e Inglaterra. Y si pasa tendrá la final con España, hasta ahí llegó mi imaginación, no me arriesgo a decir quien ganará (...) Parece fácil, pero no lo será: Argentina es una de las candidatas y en cada partido deberá demostrarlo para no darle lugar a las sorpresas", enseña el campeón del mundo en la justa azteca.
Brasil debutaría ante Marruecos, a la espera de que hoy se confirmen el fixture y sede de los cotejos. Eso le preocupa más a Carlo Ancelotti, seleccionador del Scratch. "Es muy importante donde vamos a jugar por el tema de la temperatura", dijo el italiano, quien prefería la Costa Oeste de EE.UU., pero todo apunta que competirá en el borde Atlántico. Thomas Tuchel, técnico de Inglaterra, advirtió que no descartaba que durante el torneo los suplementes esperen su turno guarecidos en el vestuario, a partir del estrés térmico que se vivió en el Mundial de Clubes.
Eduardo Acevedo, mundialista charrúa hace 39 años, analiza: "El grupo de Uruguay es bueno, el partido bravo será con España, pero no les temo a los juegos difíciles; Arabia fue la sorpresa en la fase inicial de Qatar y Cabo Verde es difícil de descifrar. Si la selección soluciona sus temas internos pasa 1° o 2°. El verdadero Mundial empieza en la segunda fase (acceden los dos primeros de cada zona y los ocho mejores terceros), 48 equipos es un disparate, nací con 16 países en el Mundial, lo jugué con 24 y ahora vamos en 48, si siguen así vamos a llegar a 96. Argentina tiene buen grupo, pero no creo que se quiera cruzar con Uruguay en segunda fase. Ecuador y Colombia deberían pasar, para Paraguay no es tan fácil pero (Gustavo) Alfaro es inteligente y sabrá contrarrestar. A Brasil le tocó un rival que nadie quería: Marruecos, que junta el estilo africano, sudamericano y europeo, y además tiene convicción".
"No está fácil para Paraguay, pero la expectativa es enorme. Hoy la diferencia entre una y otra selección no es tanta como antes, hasta Brasil sufre, quizás Argentina es la única que mantiene un nivel alto de Qatar 2022", postula el mundialista guaraní Ricardo Tavarelli.
Álex Couto Lago, entrenador y escritor hispano, es crítico del perfil que le otorgó la FIFA al torneo: "Con 48 selecciones se ha empobrecido el fútbol, han estropeado la fase de clasificación con muchos cupos. Antes el Mundial era selectivo, para la élite, donde se veían los grandes futbolistas y las grandes revoluciones, pero ahora manda el marketing. Me gustaría saber qué nivel de audiencia tendrán partidos como Arabia-Cabo Verde, Costa de Marfil-Curazao, Argelia-Jordania, Qatar-Canadá, Irán-Nueva Zelandia (...) Infantino confunde el fútbol con show. El fútbol debe ser la excelencia de la competitividad. Lo único que atrae de la fase inicial es España-Uruguay".
El torneo se inaugurará el 11 de junio de 2026 con la jornada entre México y Sudáfrica en el estadio Azteca, la misma zona donde podría entrar Italia (si supera la repesca), que asomaba como un "cuco" incómodo del bombo 4. "El grupo para México es aceptable, aunque no vive un buen momento y no sé si con cuatro o cinco amistosos se puede mejorar de forma notable; en el último tercio de la cancha le falta claridad y ahí se ganan los partidos", desliza Fabián Estay, radicado en suelo azteca.