Frontera, un supercomputador académico
para la ciencia
LA MÁQUINA, DESARROLLADA POR UN GRUPO DE EXPERTOS, SE USARÁ EN ÁREAS COMO LA ASTRONOMÍA Y LA MECÁNICA CUÁNTICA
LA MÁQUINA, DESARROLLADA POR UN GRUPO DE EXPERTOS, SE USARÁ EN ÁREAS COMO LA ASTRONOMÍA Y LA MECÁNICA CUÁNTICA.
Organizaciones académicas y fabricantes de chips presentaron esta semana Frontera, el supercomputador académico más veloz y uno de los más poderosos del mundo. La máquina, desarrollada por Intel, Dell, el Centro de Computación Avanzada de Texas de la Universidad de Texas, la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) y otros socios especializados, es un avance en la computación científica y abre puertas para resolver problemas en áreas como la medicina, la inteligencia artificial, la astronomía y la mecánica cuántica. El supercomputador fue anunciado por primera vez en agosto de 2018 y empezó a construirse a comienzos del 2019. Según Trish Damkroger, vicepresidente de Intel y gerente general de la Organización de Computación Extrema, Frontera "proporcionará a los investigadores capacidades de inteligencia computacional y artificial que no existían antes para la investigación académica". Durante la presentación, entre sus áreas potenciales de impacto, el ejecutivo mencionó la comprensión cósmica, las curas médicas y las necesidades de energía. La máquina está basada en procesadores escalables Intel Xeon de segunda generación y opera con una memoria persistente Optane DC para mejorar el rendimiento y la capacidad de memoria de las diversas cargas de trabajo que se ejecutan en el sistema, incluyendo modelado científico o simulación, big data e inteligencia artificial. Como el supercomputador académico más rápida del mundo, Frontera buscaría expandir las capacidades para la investigación científica. Una de las primeras en utilizar este sistema es Manuela Campanelli, profesora de astrofísica en el Instituto de Tecnología de Rochester y directora del Centro de Relatividad y Gravitación Computacional. Con Frontera desarrolla una simulación para ampliar la comprensión de las ondas gravitacionales. Campanelli y su equipo realizan simulaciones complejas a una velocidad dos o más veces mayor de lo que es posible en cualquier supercomputador local. Según la profesora, el objetivo es explicar el origen de las explosiones de energía que se emiten durante una fusión de estrellas de neutrones y los tipos de señales electromagnéticas emitidas.