Lunes, 30 de Junio de 2025

Ben Affleck en una de sus mejores actuaciones

Puerto RicoEl Nuevo Día, Puerto Rico 26 de marzo de 2020

"The Way Back", largometraje de Warner Brothers que estrenó esta semana para alquilar en plataformas digitales, ofrece una jornada emocional lenta, pero extremadamente gratificante

"The Way Back", largometraje de Warner Brothers que estrenó esta semana para alquilar en plataformas digitales, ofrece una jornada emocional lenta, pero extremadamente gratificante.
La producción se une a las docenas de películas que han tratado de retratar los estragos del alcoholismo. Sin embargo, la dirección de Gavin O’ Connor ("The Accountant", "Warrior") trabaja la temática con mucha delicadeza y más que nada con mucha honestidad emocional.
Este no es un filme que va en busca de soluciones fáciles o que estructura el conflicto del protagonista para explotar al máximo el tipo de melodrama que resulta en nominaciones al Oscar.
La película entera captura la fragilidad cotidiana de personas que están ahogadas en un dolor que no pueden o no quieren expresar. Eso es lo que le sucede a "Jack Cunninghan", interpretado por Ben Affleck en una de las mejores actuaciones de toda su carrera.
El espectador conoce al protagonista como un hombre que tiene una rutina diaria bien establecida. Sus días se van trabajando en construcción y sus noches, ahogando sus penas en un océano de alcohol. Esta rutina es interrumpida cuando Jack recibe una invitación de su escuela superior para ser el entrenador de su equipo de baloncesto.
Las reglas de un filme comercial de Hollywood dictan que esa oportunidad es lo que permitirá que el protagonista sea salvado de su adicción. Pero ese no es el enfoque de este filme.
La propuesta de "The Way Back" no es una interesada en exorcizar a su protagonista de sus demonios. El guion del filme abre el espacio para explorar el dolor que lo empuja hacia el alcohol. Gran parte de la efectividad de esa distinción se da porque los detalles del pasado de Jack son revelados lentamente y después de que el público ha formado una conexión básica con el personaje.
Cualquier otro filme se hubiera apoyado de un monólogo dramático donde el protagonista lo suelta todo. En esta película eso sería una nota discordante.
La dirección de O’ Connor no busca llenar ninguna expectativa; su enfoque es la veracidad de la experiencia emocional que está tratando de crear en la audiencia.
El ancla de todo en este largometraje es la interpretación de Ben Affleck. Su trabajo en este filme no es evidencia de que su alcance dramático se haya expandido, pero sí muestra una honestidad que ha estado ausente de gran parte de su filmografía.
En pantalla, Ben Affleck literalmente ha construido una carrera alrededor de su carisma como estrella de cine. Como actor, esta es una de las pocas veces que este se entrega de lleno a ser vulnerable en cada momento que se encuentra frente a las cámaras. Ese compromiso es lo que sostendrá al público en todas las ocasiones en que esta película se rehúsa a entregarle un cliché que los haga sentir bien.
"The Way Back" sí llega a un desenlace positivo, pero lo hace en sus propios términos.


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