El cine animado resiste el golpe de la pandemia
Mientras el equipo de la cinta chilena "Nahuel y el libro mágico" trabaja remotamente para terminarla, en todo el mundo ocupan esta misma fórmula para continuar con su labor.
"Incluso antes de que comenzaran a anunciar cuarentenas, tomamos la decisión de privilegiar nuestra salud e irnos a modalidad de teletrabajo", cuenta el cineasta Germán Acuña, de la productora de animación Carburadores y que el próximo mes participará en la competencia del Festival Annecy (el más importante en este rubro y que este año se realizará en versión virtual) con su ópera prima "Nahuel y el libro mágico", una emotiva fantasía ambientada en la Isla Grande de Chiloé.
La pandemia ha obligado a Acuña y su equipo a afinar los últimos detalles de su película de forma remota: "Afortunadamente, en febrero pasado estuve en Brasil terminando la posproducción de sonido, que es lo que necesita mayor trabajo presencial, y ahora estamos en la posproducción de imagen, algo que podemos hacer desde nuestras casas. El trabajo se hace mucho más lento, claro, pero hemos podido hacerlo". La cinta aún no tiene fecha de estreno local.
El coronavirus, que ha golpeado duramente al mundo, ha afectado particularmente a la industria del entretenimiento. Rodajes en todo el planeta han sido suspendidos y por estos días recién se comienza a trabajar en la definición de protocolos para retomar la actividad. "La animación, en todo caso, tiene la fortuna de que se puede trabajar desde las casas, especialmente quienes trabajamos en 2D y 3D. La cosa es más complicada para quienes hacen stop-motion , que también necesitan reunirse en estudios", explica Patricio Escala, productor del corto ganador del Oscar "Historia de un oso" y copropietario de la compañía Punkrobot, que también coproduce "Nahuel...". "Nosotros hemos podido organizar nuestro equipo para que se trabaje de forma remota, sin exponer a nadie. Y aquellos actores que se dedican al doblaje o la locución habitualmente tienen estudios en sus casas, por lo que ese trabajo también puede continuar en este contexto. Sin duda, hay que tener un nivel mucho mayor de coordinación y organización", plantea.
En el resto del mundo, la animación también ha resistido la pandemia. Disney sigue comandando equipos de teletrabajo para proyectos de alto perfil, como "Soul" (programada para debutar en Estados Unidos en noviembre), de Pixar, y "Raya and the Last Dragon", entre otros. Dreamworks, que causó polémica al cancelar el estreno en cines de "Trolls World Tour" y optar por el video on demand , sigue en producción de cintas; entre ellas, "Los Crood 2". Paramount afina los últimos detalles de "The SpongeBob Movie: Sponge on the Run", que debutaría en agosto, y Sony termina dos cintas animadas contempladas para exhibir este año, "Connected" y "Wish Dragon".
"Confieso que por primera vez en mucho tiempo nos sentimos felices de haber elegido esta carrera y de las decisiones que tomamos hace mucho tiempo", señala José Ignacio Navarro, de la productora Lunes, responsable del largometraje "Homeless". "En Lunes somos tres socios y básicamente la productora somos nosotros. Y contratamos gente para trabajar en nuestros diferentes proyectos, algunos que incluso están en otros países. Así que siempre hemos recurrido al teletrabajo. Y estamos trabajando en varios proyectos, incluso uno que cerramos en marzo y no se ha visto afectado", dice. Entre otros proyectos, su compañía ahora trabaja en un largometraje llamado "Piñata".
En todo caso, al interior de la industria de animación, como en el resto del rubro, existe preocupación sobre el estado de la actividad. Navarro, en su calidad de presidente de la Asociación Chilena de Animación (Animachi), sostiene: "Estamos en un escenario muy grave y con los otros gremios nos ha tocado defender los fondos para el próximo año, que se han visto en riesgo. Lo principal es que se entienda que la nuestra es una industria muy frágil y que bien puede desaparecer. Y por eso es de vital importancia que esos fondos se mantengan".