CCSS incluyó a los representantes, líderes y autoridades de los pueblos indígenas en las entidades de emergencia para dar respuesta sanitaria en sus comunidades.
Los pueblos indígenas de la zona sur optaron por el aislamiento voluntario como medida preventiva ante la pandemia. Ellos levantaron puestos de control para evitar el movimiento de grupos externos y así cerrar la puerta de su territorio a la covid-19.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se alió con líderes indígenas para llevarles información en su idioma para que puedan protegerse.
Por ejemplo, en La Casona, Coto Brus, donde está el mayor asentamiento de la etnia ngöbe, los asistentes técnicos de atención primaria en salud (ATAPS) son personas indígenas con diez años de experiencia de trabajo en la zona. Por ello, cuentan con la confianza de la población para entrar y salir con la función de llevar medicamentos, vacunas y tomar muestras para análisis de laboratorio.
Ellos, además, dan charlas y les llevan material educativo.
También se han tomado medidas para evitar el contacto entre personas, se han creado grupos entre los ataps y los grupos comunales en la red social WhatsApp, donde se mantiene comunicación permanente, y se podrían activar otros servicios de salud a partir de alguna emergencia.
De esta forma la atención a la pandemia en la zona no solo utiliza la medicina basada en la evidencia, sino que también respeta los aspectos culturales de la comunidad para que ellos se sientan seguros, respetados y con la libertad de vivir sus tradiciones.