Voces de esperanza

El cristianismo conmemora en estos días la muerte en injusta crucifixión de Cristo redentor, hijo de Dios creador hecho hombre. Luego, su resurrección será piedra angular de la iglesia pronosticada por antiguos profetas, aún vigente a pesar de traiciones y negaciones. Desde entonces, a través de distintas vertientes, las ideas del Pastor de Galilea han traspasado el alma y han sido inspiración vital para millones de hombres y mujeres del mundo entero, que han encontrado en ellas satisfactoria respuesta a dudas, inquietudes y problemas.
Recientemente, once voceros de confesiones religiosas cristianas y no cristianas se dirigieron a la comunidad nacional compartiendo su preocupación por el grave deterioro que se ha producido en nuestras relaciones cívicas. Observan un malestar muy generalizado que hace difícil la comprensión y el diálogo para lograr acuerdos y consensos que nos retornen a las sendas del entendimiento y la comprensión para el progreso de todos los chilenos. Para lograrlo, "hay un lugar para cada uno y donde todos tenemos una misión y un camino".
Efectivamente, variadas organizaciones de la base social debieran sumarse a tan razonable convocatoria de importantes organizaciones religiosas que con esta declaración despejan el valle en tinieblas que a ratos parece Chile, elevando voces de esperanza. Hay que escucharlas, como lo hicieron unos pocos ante el mártir del Gólgota.