Una vida consagrada a la mitología
Joseph Campbell conocía de memoria los mitos y leyendas de los pueblos del mundo
Joseph Campbell conocía de memoria los mitos y leyendas de los pueblos del mundo. Comenzó a estudiarlos de pequeño, tras una visita al Museo de Historia Natural de Nueva York, que lo dejó fascinado con los tótems y las máscaras de las comunidades indígenas de Estados Unidos. Su interés por descubrir el significado de aquellos magníficos objetos lo llevó a leer todo lo que pudo sobre los indígenas. A sus diez años ya iba camino de convertirse en uno de los grandes expertos en mitología, un área de estudio que, en su opinión, bien valía la pena volver a poner de moda por el importante papel que jugaba en nuestro desarrollo individual y la construcción de comunidad. De las historias de los indígenas americanos pasó a explorar las de otros países: se interesó por el hinduismo; para su tesis de posgrado se enfocó en las historias artúricas del Medioevo inglés, y cuando el periodista norteamericano Bill Moyers lo entrevistó en 1985, recitaba de memoria mitos indonesios, africanos, japoneses, suramericanos y europeos, entre otros. Campbell encontró en esas historias una sabiduría de vida milenaria; por ello, recomendaba estudiarlas. Ellas le enseñaron a identificar y afrontar los grandes momentos de cambio en su vida, a buscar la transformadora lección de las noches oscuras del alma, y a vivir en constante exploración de la dimensión espiritual del ser humano. "Los mitos son historias de nuestra búsqueda de la verdad a lo largo del tiempo, y de nuestro intento por encontrar el sentido de las cosas… Necesitamos que la vida tenga un significado, poder tocar lo eterno, comprender los grandes misterios y averiguar quiénes somos", dice en El poder del mito, libro que recopila su charla con Moyers. A lo largo de la entrevista, Campbell recita fragmentos de esos mitos e historias que le enriquecieron el alma. Cuenta cómo los textos sintoístas japoneses hablan de la estrecha conexión de los seres humanos con la naturaleza, lo que explica por qué en esos famosos jardines no se sabe bien dónde termina la obra de arte y empieza la naturaleza. Cita un verso del clásico texto chino Tao Te Ching, de Lao Tse, para contar cómo el taoísmo concibe el nacimiento del universo: "El Tao engendra el Uno, el Uno engendra el dos, el dos engendra el tres. El tres engendra todos los seres. Todos los seres llevan la sombra a sus espaldas, y la luz en sus brazos". Para explicar por qué aprendió a enfocarse más en la simple experiencia de estar vivo, que intentar buscar el sentido de la vida, relata una historia del budismo zen: "en medio de uno de sus sermones, Buda levantó una flor. Solo uno de los asistentes le dio a entender con la mirada que comprendía el mensaje", cuenta Campbell. Y añade: "¿Cuál es el significado de una pulga? Simplemente está ahí. Y nuestro propio significado es que estamos aquí. Nos mantenemos ocupados haciendo cosas para encontrar un propósito que tenga valor exterior, y olvidamos que de lo que se trata es del valor interior y del éxtasis de estar vivos". Su interés por explorar los mitos, las historias y las religiones de muchas culturas alrededor del mundo lo hizo darse cuenta de sus similitudes y entender por qué en los Vedas —textos religiosos del hinduismo— se afirma que la verdad es una, pero los sabios hablan de ella con muchos nombres. "Una vez se han entendido las similitudes se descubrirá que las diferencias son mucho menores de lo que popular (y políticamente) se cree", escribió en El viaje del héroe. Para resaltar esas semejanzas, durante la entrevista con Moyers jugó a encontrar fragmentos de historias similares. Cuando este último leyó en Génesis sobre cómo la serpiente convenció a Eva de comer el fruto prohibido, Campbell respondió contando una leyenda de los basari del África occidental, en la que la serpiente habla con el antílope, el hombre y la mujer, y convence a estos últimos de comer el fruto prohibido. Entonces, Unumbotte baja del cielo enfurecido. El norteamericano enseñó mitología en la Universidad Sarah Lawrence durante casi 40 años. Allí vio cómo los mitos transformaban la vida de sus estudiantes, y confirmó su poder pedagógico y su dimensión espiritual.
La sabiduría en las literaturas
Cristina Esguerra
Los mitos son historias de nuestra búsqueda de la verdad a lo largo del tiempo, y de nuestro intento por encontrar el sentido de las cosas… Necesitamos que la vida tenga un significado.