La productividad soñada
Jorge Restrepo
El ritual anual de "concertación" del salario mínimo, que en el pasado ya produjo resultados bastante inconvenientes, ahora parece que conducirá a un resultado peor: un aumento salarial muy por encima de la capacidad que tiene la economía de generar ingresos
Jorge Restrepo
El ritual anual de "concertación" del salario mínimo, que en el pasado ya produjo resultados bastante inconvenientes, ahora parece que conducirá a un resultado peor: un aumento salarial muy por encima de la capacidad que tiene la economía de generar ingresos. Además de que el ajuste del mínimo debe ser superior a la inflación de precios al consumidor del año anterior, al que obliga una sentencia de la Corte Constitucional, ya es convención que el salario mínimo debe también aumentar en lo que crece la productividad de la economía. Cuando cae la productividad (que es la manera que tenemos de hacer las cosas para generar ingresos) la economía tiene que gastar más trabajo y debe meterle más capital a la producción. Pasó antes en Colombia en el estancamiento de 2016 y en la recesión de la pandemia y los encierros en 2020. También ocurrió el año pasado, según el Dane: la economía apenas creció 0,6%, y como el empleo también creció y la contribución del capital también aumentó, la productividad cayó, fue negativa en 1,71%. En esas cifras de 2023 hay consistencia: el bajo crecimiento en todo el año y la mini-recesión que vivió la economía a mediados de 2023 son compatibles con la caída de la productividad. El aumento del salario mínimo del año pasado, muy por encima de la inflación, se pagó con más impuestos, menos utilidades de las empresas y en mayores precios que pagaron los hogares. No se pagó con una mayor productividad. Lo raro fue la estimación que sin detalles divulgó el Dane antier, al inicio del ritual de concertación: no una caída compatible con el estancamiento de la economía, sino un aumento de la productividad, un 1,73% este 2023. No sólo es raro que hubiera crecido la productividad, porque el crecimiento de la economía en lo corrido del año fue cada vez menor (1,2%, 0,5% y 0,2% en los tres trimestres, después de corregir por diferencias de calendario y el ciclo usual de la economía) sino porque hasta septiembre el crecimiento acumulado fue de 1,6%, incluso menor al de la increíble estimación de la productividad. Un cálculo de servilleta muestra que con la economía estancada, para que la productividad hubiese crecido así se requeriría una contracción del empleo o una gran depreciación del capital. Esta aparente inconsistencia no es un asunto técnico: lo que preocupa es que con base en esta estimación pueda llegar el gobierno a decretar un aumento del salario mínimo que apriete de nuevo a las empresas y las familias. Mejorar los salarios y el ingreso de los trabajadores sólo se puede pagar si aumenta la productividad, en la realidad, no de ilusión, con base en un crecimiento cierto, medido, de la actividad económica.
Profesor de economía, Universidad Javeriana. Bluesky: @jorgerestrepo