Lunes, 06 de Enero de 2025

Hola, Coalición

UruguayEl País, Uruguay 11 de diciembre de 2024

La Coalición llegó para quedarse y, desde lo electoral, es la única manera de ser competitivos.

Hace años había una película que se llamaba "Jaque a la inocencia". Contaba la historia de un niño que, siendo brillante jugador de ajedrez, es llevado por su padre a perfeccionar su juego con un profesor. Después de varias clases el profesor tira todas las piezas del tablero, mira fijo al niño y le dice: "Ahora vas a tener que pensar el juego sin pensar en las piezas".



Me acordé de esta película viendo lo que fue el resultado de la elección de octubre y noviembre, pero, sobre todo, pensando en el escenario hacia el futuro, en el tablero político. Lógicamente vendrán los tiempos de análisis y procesamiento de las causas de la derrota, de liderazgos, etc., pero, en definitiva, son temas de corto y mediano plazo. Lo que verdaderamente se necesita es poner la mirada en el largo plazo político del país. Hay que ordenar las prioridades.



¿Cuáles son?



Primero, cumplir con el mandato de 1.119.537 uruguayos que se expresaron contundentemente en las urnas: llegó la hora de crear el partido de la Coalición. La cosa no da para más. La Coalición llegó para quedarse y, desde el punto de vista de la ingeniería electoral, es la única manera de ser competitivos ya que, de lo contrario, estaremos siempre con el corazón en la boca esperando que esa especie de algoritmo electoral llamado cociente decreciente caiga para este lado, determinando así la mayoría parlamentaria.



Segundo, contratar una consultora en comunicación y marketing político para que elabore lo que en el mundo empresarial se llama "identidad corporativa": nombre, logo, colores, cuál va a ser la identidad, cómo nos vamos a volver "hinchas de la Coalición", etc.



Tercero, contratar un equipo profesional de sociólogos, psicólogos y asistentes sociales para estudiar en profundidad y detectar las reales motivaciones que llevan a alguien a votar al FA: ¿cómo puede ser que una persona que vivió toda su vida en condiciones horrorosas, a la que se le otorgó una vivienda decorosa, condiciones dignas de vida, a la que se le dio libertad responsable para que siguiera trabajando en plena pandemia, entre otras muchísimas cosas, igualmente termine votando al FA? ¿¡Cómo puede ser!? Porque quizás la respuesta no esté en la razón, sino en la emoción, en el corazón, con lo que el votante se siente identificado y representado. Algo así como "todo bien con la vivienda, con la pandemia, y muchas gracias, pero al final no me siento representado por vos, no conecto contigo, y entonces no te voto. Chau."



Cuarto, construir el relato político. La épica de la Coalición. Qué valores y causas defenderemos, a quiénes representaremos, cuál será nuestro sentir uruguayo, con qué estilo de vida, de trabajo, de seguridad y educación nos identificaremos, cuál será el rol del Estado, cuáles espacios volveremos a ocupar en las organizaciones sociales, sindicatos, gremios, la cultura, para que, en definitiva, el común del uruguayo se sienta representado y conecte con nuestras ideas.



Sin dudas que avanzar con el partido Coalición tiene ventajas y riesgos, pero claramente las primeras son las más. Tendrá que ser una decisión osada y valiente. Después de encaminadas estas prioridades, de tener el tablero armado, de estar unidos y convencidos que este es el camino correcto, sí hablar de las piezas que lo conformarán: liderazgos, candidaturas, internas, elecciones, etc. En esto de fondo es donde nos jugamos los próximos años del Uruguay. Así empezó el FA hace 50 años, y la verdad que tan mal no le ha ido.



Como le dijo el profesor al niño en la película, llegó el momento de pensar el juego sin pensar en las piezas.
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