Ovacionada por nueve minutos en Cannes en 2024 y causante de una ola de polémicas e indignaciones que no para de crecer, "Emilia Pérez" finalmente se estrena en Uruguay. ¿Cómo fue que todo se torció?
Ha sido un camino largo, un recorrido por calle de tierra en un carruaje enclenque que es tirado por caballos desbocados. Ha sido el ruido, también: el galope como una tribu de un millón de tambores que repican hasta perforar el cerebro, el chirrido metálico de las ruedas cuando se están a punto de vencer. Ha sido un caos, Emilia Pérez, desde que empezó a peregrinar en mayo de 2024, y deslumbró en un festival que la fue poniendo en boca del mundo.
Nadie podía intuir entonces el infierno mediático que iba a ser su pasarela a los Oscar, ni todo lo que iba a pasar durante los nueve meses transcurridos hasta que ahora, hoy, finalmente se estrena en Uruguay.
Exhibida en octubre como parte de la programación del festival Monfic 2024, y proyectada este 25 de enero como un cierre simbólico del José Ignacio International Film Festival, con la presencia incluida de su director Jacques Audiard y su protagonista Karla Sofía Gascón, Emilia Pérez aterriza este jueves en cines locales. Ahora, quizás, todo un público que la juzgó por los cortes virales que llenaron las redes, esencialmente aquellos en los que Selena Gómez dice, en un muy esforzado español, frases como "¡Me quitó toda la lana!" o "Hasta me duele la pinche vulva de pensar en ti", podrá formar una opinión completa. Lo más probable es que no suceda. En el estrado de X, el martillo parece haber dictado su sentencia lapidaria.
¿Pero cómo el film que hizo historia al convertirse en la producción de habla no inglesa más nominada en la historia de los Oscar recoge menos del 20 por ciento de la aprobación del público en el sitio web Rotten Tomatoes? ¿Por qué, si el mexicano Guillermo del Toro dijo que "es hermoso ver una película que es cine", miles de mexicanos levantaron la voz para indignarse contra esta obra?
"Me quieren aplicar el cancel culture", dijo el martes, cuando la noticia de que había sido vetada de los eventos de una semana clave rumbo a los Oscar ya acaparaba los titulares. Y redobló: "Les pregunto a los expertos de Hollywood, a los periodistas que me conocen y que han seguido mi trayectoria: ¿cómo avanzar?".
Ahora, Emilia Pérez está en los cines locales. Y esta es la cronología de su derrumbe.
Cannes, donde el idilio de "Emilia Pérez" empezó con todo
El sueño de Emilia Pérez comenzó en uno de los grandes eventos cinematográficos del año, el Festival de Cannes 2024. En competencia por la Palma de Oro (un galardón que al final fue para la deliciosa Anora de Sean Baker, en cartel), la película consiguió el premio del jurado y el de mejor actriz, que fue para la cuarteta femenina: Gascón, Zoe Saldaña, Selena Gómez y Adriana Paz, la única mexicana del reparto.
Las reseñas coincidían en que el musical de Audiard, uno de los cineastas franceses más prestigiosos, era la película que más entusiasmo había generado en el evento (también francés), con una ovación de nueve minutos que dejó al elenco entre lágrimas. Desde entonces, el nombre de Gascón comenzó a sonar: empezaba a cobrar fuerza la idea de que podría convertirse en la primera mujer trans en ganar un Oscar a mejor actriz.
Ese primer entusiasmo europeo se sostuvo cuando se estrenó, en agosto del año pasado, en los primeros cines. Pero en noviembre Netflix, su distribuidor, la lanzó en Estados Unidos. Entonces todo se torció.
El primer escándalo: Eugenio Derbez vs. Selena Gómez
El primer sacudón mediático se dio cuando en diciembre Eugenio Derbez, actor mexicano con carrera en Hollywood, dio una entrevista al podcast Hablemos de cine con y dijo que la actuación de Selena Gómez era "indefendible". Rápidamente, la "armada" de fans de Gómez, considerada una de las reinas de Instagram (422 millones de seguidores más una pérdida importante en el último mes) se levantó en contra de Derbez, que no demoró en ofrecer disculpas luego de que la propia Gómez le comentara en redes: "Lo siento, hice lo mejor que pude con el tiempo que me dieron. Eso no quita el trabajo y el corazón que puse en la película".
"No hay excusa, me equivoqué. (...) Emilia Pérez merece ser celebrada", dijo el actor en una nota. Ya era tarde.
Mientras se sucedían los cuestionamientos hacia Derbez, aparecieron cada vez más usuarios de X, el territorio virtual que se convirtió en el principal rival de la película, señalando que a lo mejor el actor no estaba tan errado con sus opiniones. Escenas de Selena Gómez en Emilia Pérez comenzaron a viralizarse a un ritmo feroz, y el acento de la actriz se volvió blanco de burlas.
https://x.com/selenagchart/status/1857449569786695988 En el film, Gómez interpreta a Jessi, una mujer estadounidense, esposa y luego viuda del narcotraficante Manitas del Monte, la identidad con la que atiende el personaje central antes de renacer como la mujer del título. En la mayoría de sus apariciones habla un español tosco, el que podría hablar alguien que no es nativo hispanohablante.
A buena parte del público, es justificación le pareció insuficiente. Sin embargo, lo peor estaba por venir.
La indignación: qué le critican a "Emilia Pérez"
A partir de que Emilia Pérez ganó tanta atención mediática como destaque en la temporada de premios (el 9 de diciembre, los Globo de Oro la ubicaron como la más nominada con 10 candidaturas), la brecha se acentuó. Por un lado, la crítica y los jurados de galardones europeos y angloparlantes tendió a ensalzarla como una obra atrevida, una pieza original; por otro lado, el público latino la destrozó.
El problema que más se le resalta a Emilia Pérez es que se trata de una película hecha por franceses que no hablan español, protagonizada por actrices que no son latinas, sobre una realidad mexicana los desaparecidos, más de 100 mil según registros oficiales que, para toda una sociedad, es una herida en carne viva. Sin embargo Audiard, en un intento (ha dicho) por visibilizar un tema que lo escandaliza, decidió retratar esta situación en un musical. Un musical sobre un sanguinario narcotraficante que "encuentra" la redención cuando al fin concreta su transición.
Y así como la película y sus personajes van cambiando de forma a medida que avanza el metraje, así fue cambiando la mirada externa sobre Emilia Pérez. De repente, la favorita de la temporada ya no era brillante: era ofensiva, irrespetuosa, frívola, estereotipada, homofóbica.
https://www.youtube.com/watch?v=kaChl7eJoEk En su reciente paso por José Ignacio, Audiard dijo que con su primera secuencia buscó sentar algunas bases y proclamar: "Esta película es falsa, es teatral".
Hablaba de la puesta, de las decisiones artísticas, pero cientos y cientos de espectadores encontraron la mayor falsedad en el contenido.
Ahora, Audiard le da la espalda a su actriz estrella
Finalmente, Emilia Pérez llega a cines uruguayos cuando su protagonista ha sido eliminada de la campaña promocional que organiza Netflix, y de varios de los actos importantes rumbo a los Oscar, luego de que la periodista Sarah Hagi sacara a la luz antiguos tuits que, como la película, fueron considerados ofensivos y, sobre todo, políticamente incorrectos. Eran referencias a los musulmanes, al Islam e incluso a la diversidad que los Oscar han intentado tener.
Gascón ofreció unas disculpas por el dolor causado, que rápidamente viraron hacia su denuncia de una campaña de odio en su contra. "Está claro que el mundo va a peor. Qué casualidad que llevo nueve meses intentando mandar un mensaje de esperanza al mundo y justo hace tres días, casualmente, soy la peor persona del mundo", dijo esta semana. Remató el descargo: "ASCO DE HUMANIDAD".
Ayer, Audiard le dio la espalda, la acusó de colocarse en el papel de víctima y aseguró: "No he hablado con ella y no quiero hacerlo". Y ni siquiera es el final de esta historia: a menos de un mes de los Oscar, el caso Emilia Pérez el ruido que le ganó a la película, que para el caso anuló la mirada sobre el cine como creación, como producto, como artificio es una brasa que nadie sabe cómo apagar.
Es, también, el signo de una época en la que la indignación ya no es una conversación de pasillos, sino un grito que de una u otra forma, puede cambiarlo todo.