El Uruguay que queremos: 65 propuestas para crecer más (Parte III)
Uruguay necesita transitar hacia una matriz productiva basada en el conocimiento, donde el desarrollo tecnológico y la eficiencia sean motores del progreso.
Imaginemos dos panaderías. En ellas trabajan la misma cantidad de cocineros capital humano y tienen un igual número de hornos e infraestructura capital físico, pero una de ellas logra producir más bizcochos, panes y galletas que la otra. ¿A qué se debe? Digamos que tiene una receta mejor, es decir, logra combinar sus recursos humanos y físicos de manera más eficiente, y puede producir más con lo mismo. Si la sigue perfeccionando, el negocio crecerá a una tasa más acelerada. En Economía, a la manera de combinar el capital humano y físico para producir se le llama tecnología o Productividad Total de los Factores (PTF). En columnas previas discutimos propuestas para aumentar el capital humano (la cantidad y la formación de los "cocineros") y el capital físico (la infraestructura y los "hornos"), con el objetivo de aumentar el crecimiento de la economía en el largo plazo. La productividad es el último factor que trataremos, y el único de los tres que puede sostener en el tiempo el proceso de crecimiento, porque multiplica los rendimientos del resto. Así como un cocinero o un horno sólo pueden utilizarse en un lugar a la vez, una nueva receta puede ser incorporada en todas partes. En las últimas décadas, la evolución de la PTF en Uruguay ha sido errática y, en promedio, inferior a la de los países con los que nos comparamos. Si se tratara de una panadería, Uruguay debe mejorar su receta.
Innovación y progreso tecnológico
La clave para revertir esta situación está en la incorporación de tecnología e innovación en la economía. Uruguay necesita transitar hacia una matriz productiva basada en el conocimiento, donde el desarrollo tecnológico y la eficiencia sean motores del progreso. Sin embargo, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) es baja: apenas alcanza el 0,4% del PIB, cuando en el promedio de los países de referencia aquellos pequeños, democráticos y desarrollados, como el Uruguay que queremos supera el 2%.
Además, existen barreras que limitan la adopción de tecnología y la difusión del conocimiento. Desde regulaciones excesivas hasta una aversión cultural al riesgo y la innovación, Uruguay enfrenta obstáculos que dificultan su transición hacia una economía más productiva. La falta de competencia en distintos sectores también contribuye a la ineficiencia, al no incentivar a las empresas a mejorar procesos y adoptar nuevas tecnologías.
Entonces, ¿cómo avanzar? Algunas ideas que proponemos son:
? Ajustar salarios en base a la productividad, en lugar de tomar como referencia cuánto se gana o pierde con respecto a la inflación. Por otra parte, los salarios no son los únicos que pueden pasar por esta transformación; entre el sector público y empresas existen más ejemplos de contratos indexados que cubren de riesgo a los privados.
? Capacitar en inteligencia artificial. Implementar talleres sectoriales para Pymes sobre el uso de IA en procesos productivos, con apoyo de INEFOP y ANDE.
? Crear el fondo de co-inversión público "Uruguay Innova". Incluiría garantías parciales a los préstamos o inversiones en proyectos innovadores, que permitan que las empresas accedan a mejor financiamiento, lo que reduciría el riesgo emprendedor en proyectos de alto valor agregado, especialmente en TICS.
? Extender la aplicación móvil gub.uy a una Super App que concentre todos los servicios y trámites del Estado que sean digitalizables. La app Coronavirus UY es un ejemplo de cómo puede desarrollarse velozmente y ser adoptada masivamente por la población.
? Mejorar las facilidades para exportar a Pymes desde Tu Exporta y Exporta Fácil. Esto implica aumentar los montos máximos para exportar a través de regímenes simplificados y facilitar otros permisos, como certificaciones del LATU o el pago de timbres profesionales.
? Implementar una transferencia específica para trabajadores desplazados de tareas que sean automatizadas. Sería un adicional al seguro de paro, sujeto al cumplimiento de actividades de formación para nuevas capacidades aprovechables en el mercado de trabajo (por ejemplo, en INEFOP). Está dirigida a reducir el costo social de la automatización de puestos de trabajo, atenuando conflictos que pueden enlentecer la adopción de nuevas tecnologías, al tiempo que incentivaría a la recapacitación de los trabajadores cuyas habilidades se vieron obsoletas.
? Fomentar un mayor desarrollo de la investigación clínica. Se trata de un sector donde claramente puede haber una contribución al progreso científico en I+D en un área donde Uruguay tiene condiciones para hacerlo.
Un país caro
Una hamburguesa Big Mac cuesta casi 20% más en Uruguay que en Estados Unidos. Para ser productivo y competir en mejores condiciones con los demás países, el país también debe ser menos caro. Lo costoso de vivir y producir en Uruguay se explica en parte por motivos macroeconómicos, como las diferencias en la productividad del sector transable y no transable o el tamaño del gasto público, para los cuales las soluciones vienen por vías que ya fueron tratadas indirectamente en anteriores columnas. Otras causas, sin embargo, provienen de obstáculos microeconómicos, como una baja competencia en algunos sectores, condiciones que afectan el precio de las tarifas o regulaciones que afectan el mercado importador. Algunas medidas para atacar este problema son:
? Habilitar el registro de productos para cualquier importador. Actualmente cada empresa debe registrar los productos que quiere importar, cuando tiene mucho más sentido que un producto que ya fue aprobado para una empresa quede habilitado para todas.
? Asegurar que la autorización de importaciones por motivos sanitarios se rija sólo por criterios técnicos. Es decir, impedir que las presiones sectoriales condicionen las regulaciones de entrada al país.
? Impulsar prácticas tributarias que desestimulen a distribuidores únicos.
? Estimular la competencia en sectores no transables. Por ejemplo, en la salud se debe avanzar a un sistema de incentivos que, como mínimo, emule condiciones de competencia entre los prestadores.
? Repensar el esquema tarifario de Uruguay. Existe un cúmulo de medidas que se pueden aplicar. Puede resignarse ganancias de UTE para implementar rebajas focalizadas de precio, reubicarse el fideicomiso del boleto (que actualmente implica un sobrecosto de $5 por litro en el gasoil), cambiar el artículo 235 de la LUC para reducir la discrecionalidad del Poder Ejecutivo en la fijación de tarifas, y aplicar el art. 237 de la LUC para generar información de calidad acerca de oligopolios en la cadena de distribución de supergás, entre otras.
Reflexiones finales: el Uruguay que queremos
En estas tres columnas se sintetizaron los aspectos más importantes que plasmamos en el trabajo "El Uruguay que queremos" . El Uruguay que queremos es un país con estabilidad fiscal e institucional, con un sistema educativo de excelencia y un mercado de capitales dinámico. Es un país que invierte en infraestructura, que fomenta la innovación y que se vuelve más competitivo a nivel global. Es un país que amortigua su dependencia de factores externos y genera las condiciones para un crecimiento sostenido y equitativo.
Hoy el crecimiento anual a largo plazo de Uruguay se proyecta en 2,5% del PIB. Si lográramos aumentarlo en tan sólo un punto, a 3,5%, Uruguay alcanzaría los niveles de ingreso de los países de referencia en menos de cuatro décadas. Este es nuestro aporte para lograrlo.
(*) En base al trabajo que obtuvo el primer premio de la Academia Nacional de Economía 2024; sus autores son Martín Alesina, Camila Pazos, Juan Andrés Sainz y Nicolás Vidal.