Ministro de Seguridad asegura que en el CATEM se valoró y atendió a los extranjeros deportados de Estados Unidos.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, rechazó las falencias señaladas este viernes por la Defensoría de los Habitantes en cuanto a la atención de los 135 migrantes deportados que Costa Rica le recibió a Estados Unidos, como parte de un acuerdo para la repatriación de estos asiáticos a sus países de origen.
Zamora argumentó que la Defensoría hizo un informe tras estar solamente dos horas en Base Dos del Aeropuerto Juan Santamaría, adonde aterrizaron los migrantes el jueves, sin observar todas las valoraciones y atenciones que se brindaron en el Centro de Atención para personas Migrantes (CATEM), en la zona sur.
"Yo lamento que la Defensoría no hubiera hecho un acompañamiento de las personas migrantes desde el aeropuerto hasta el CATEM sur y hubiese presenciado la forma en que ingresaron, la forma en que fueron valorados, se les explicó la situación. Las explicaciones que dice la Defensoría que no se le dieron a las personas sí se efectuaron en el CATEM sur, que era el fin del trayecto del viaje", dijo el ministro de Seguridad.
Según el jerarca en ese centro había personal de Naciones Unidas (ONU) y traductores que les permitieron entender la situación migratoria en la que se encuentran en Costa Rica.
El ministro sostuvo que este viernes comenzaron a realizar entrevistas individualizadas a cada uno de los migrantes, proceso que alegó no se podía hacer en el Juan Santamaría.
Entre los aspectos denunciados por la Defensoría se destaca que los menores fueron víctimas de un trato injusto, con hambre y sueño, pues luego de un vuelo de más de cuatro horas, fueron llevados de inmediato a los autobuses para continuar un viaje de más de seis horas hasta la frontera sur del país.
Según la Defensoría, en el grupo había menores de brazos, niños, mujeres y personas mayores que pedían ayuda para informar a sus familias dónde estaban.
Según el Gobierno, los 135 migrantes que el país aceptó recibir permanecerán en el país como máximo seis semanas. Durante todo ese tiempo, los gastos de su estadía y traslados son cubiertos por los Estados Unidos.
Los migrantes deberán permanecer en el CATEM, donde son custodiados por personal de la Fuerza Pública.