Candidatura de Tohá
No fue sorpresiva la salida de Carolina Tohá del Ministerio del Interior para iniciar su carrera presidencial
No fue sorpresiva la salida de Carolina Tohá del Ministerio del Interior para iniciar su carrera presidencial. Ya en los últimos días se multiplicaban las especulaciones y era difícil diferenciar cuándo hablaba como candidata o cuándo lo hacía como ministra. Sus últimas e impropias declaraciones, todavía como autoridad, pidiéndole explicaciones al Ministerio Público por la oportunidad de la incautación a la diputada comunista y presidenta de la Cámara Karol Cariola -"sinceramente supera mi comprensión y espero que algún día recibamos una explicación", llegó a decir-, pueden perfectamente interpretarse por algunos como un gesto hacia ese partido, cuyo apoyo antes o después de las primarias sería fundamental para darle viabilidad a su candidatura.
O cuando la semana pasada en un conversatorio de carácter político organizado por el movimiento Nueva Acción Universitaria (NAU), ligado al Frente Amplio, se refirió a lo ocurrido con el fracasado proyecto de la Convención con expresiones como: "nunca habíamos tenido una posición de tanto poder como la que teníamos en ese momento y literalmente la dilapidamos. Sinceramente, no creo personalmente haber sido parte de esa dilapidación, pero el progresismo la dilapidó". Más adelante resaltó la importancia de tener "una mirada de sociedad" y haciendo una alusión crítica a los discursos identitarios, sostuvo que "preferimos hablarles a grupos que tienen temáticas particulares, que están preocupados de temas específicos".
Tohá parece olvidar ahora su participación protagónica en la campaña del Apruebo, en que llegó a desmarcarse y criticar públicamente a amplios sectores de la centroizquierda por no apoyar con entusiasmo ese proyecto (tenían un comportamiento "sorprendente", "confuso" e "inexplicable", decía). Así, en julio de 2022 sostenía que "la centroizquierda tiene vacilaciones en esto (apoyar el Apruebo), parece no ver que aquí se juega un partido demasiado histórico, profundo".
Y una y otra vez destacaba que lo más relevante del texto era "lograr situar un cambio, un desplazamiento de los ejes de poder de la sociedad chilena", resaltando, entre los principales aspectos, las controvertidas normas identitarias del proyecto relativas al género, a los pueblos originarios y a la forma de abordar "desarrollo con la naturaleza". Incluso no dejaba de mostrar sus sentimientos profundos de adhesión a la propuesta, como cuando se refirió al apoyo de Bachelet a ese texto de la siguiente manera: "Las razones de la expresidenta Michelle Bachelet para aprobar son tan profundas y elocuentes que llegan a emocionar".
Resulta evidente que el núcleo de esa propuesta constitucional dista mucho de lo que se ha anunciado ahora serán sus ejes en la campaña presidencial, que entre otras materias busca darle prioridad a la seguridad y remarcar el concepto de "volver a crecer".
Esa inconsistencia que se traduce en falta de credibilidad, y, sobre todo, el ser identificada como representante y continuadora de un gobierno sobre cuya gestión la ciudadanía parece ya tener una opinión formada, que en todas las encuestas es mayoritariamente crítica, ponen cuesta arriba su candidatura. Las recientes palabras del Presidente Boric en el cambio de gabinete -"mucha fuerza en los desafíos que vas a enfrentar. Uno de ellos, y que no enfrentarás sola, es darle continuidad a esta alianza y ampliarla"- pueden ayudarla en su carrera por convertirse en la candidata del sector, pero la alejan de la posibilidad de construir un proyecto que convoque a una mayoría.
En fin, la autocomplacencia del Presidente Boric por su gestión de gobierno -es cosa de escuchar su último discurso-, y que también transmite Tohá, contrasta con la experiencia de un amplio sector de la ciudadanía y deja poco espacio a crecer en apoyo más allá de sus incondicionales.
Naturalmente, sería injusto no reconocer capacidad y preparación de Tohá para el cargo -de hecho, durante este gobierno ha sido una ministra del Interior que ha contado con un enorme poder-, además de su consistente trayectoria de apertura al diálogo y de respeto por la institucionalidad democrática. Si bien eso no es poco, el punto es otro. A pesar de ser una de las figuras del Socialismo Democrático, su discurso resulta indistinguible del Gobierno y el proyecto que encabeza el Presidente Boric. Si se la percibe como lo mismo, su candidatura parece tener poco destino, al menos en la próxima elección presidencial.
A pesar de ser una de las figuras del Socialismo Democrático, su discurso resulta indistinguible del Gobierno y el proyecto que encabeza el Presidente Boric.